La relación entre medio oriente y la música extrema parece no tener paz, debido a que recientemente se anunció que la agrupación iraní Arsames fue detenida en su país y con una posible pena de 15 años por los cargos de "tocar música satánica".
La acusación viene directamente desde el gobierno de Irán, quienes han comenzado una cacería a las agrupaciones de música metal (sin distinguir su subgénero) por ser contrarios al Islam, religión que predomina en la región.
Esto hará que Arsames pase 15 años tras las rejas, sin importar la gran trayectoria del conjunto en materia de Death Metal y que vienen tocando desde el 2002.
Cabe destacar que estas situaciones en medio oriente son tristemente habituales, donde vrias bandas se ven perseguidas por gobiernos con gran influencia religiosa. Uno de los casos más emblemáticos fue la detención del baterista de Scorpions James Kotakk en Arabia Saudita el 2014.
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