Un lienzo en blanco, eso es y siempre ha sido Frank's White Canvas. Una banda chilena que deja fluir sus emociones a través de la música y que escriben su propia historia, una que las ha llevado muy lejos y que hoy busca pintar otro capítulo con su primer disco de estudio My Life, My Canvas.
Pasaron por el Mad Cool Festival, han sido premiadas en la escena nacional, tocaron en Lollapalooza y esos son sólo algunos de sus logros en su corta trayectoria. Todos estos factores llevaron al dúo compuesto por Francisca Torés y Karin Aguilera a grabar con el gran productor Dimitri Tikovoi esta "primera entrega".
Pero entrando de lleno al disco, la espera que tuvieron los fanáticos y fanáticas valió completamente la pena, porque sin dudas podemos decir que estamos frente a uno de los mejores trabajos de este año.
Comienza de forma intensa y agresiva con "Hiding Away" y "Sleep, Work, Eat", canciones que sacan a lucir su mejor faceta rock en los primeros minutos. Esto sin nunca dejar de lado su característico sonido y esencia, elemento clave y que permite explicar el cambio de aire que dan con "Play".
El tercer track del disco baja abruptamente la intensidad, pero no queda como un freno forzado, debido a que el trabajo de composición de este disco permite que las piezas encajen a la perfección. Conocen tan bien las canciones y sus emociones que saben cuando (el auditor) necesita un descanso. Con eso claro saben como ubicar cada pista y sacar su mejor potencial, lo que reafirman con la muy personal y pesada"Easy To Forget".
Luego tenemos a "Cazador", un single muy particular que mezcla tanto idiomas como sonidos. Acá es donde la magia emerge, donde cada elemento está usado de forma precisa y que crea esas canciones que tienen algo más que decirnos. Creo que esto es un primer vistazo de lo que nos prepara el futuro, debdio a que acá FWC está probando cosas muy interesantes y que con el tiempo podrán seguir desarrollando.
No obstante, tengo que pasar a la parte final del disco - ¿tan pronto? - sí, debido a que esta parte creo que es mejor interpretarla toda en su conjunto.
Todo comienza con "Nobody Come", una pista conmovedora que va subiendo las emociones hasta el final (y que luce muchísimo mejor apoyado de su videoclip), pero es a ese punto al que debes llegar, debido a que con esa emocionalidad la banda te toma y te guían de la mano en un remate sumamente íntimo y conmovedor.
"Best One Yet" logra esa sensación de cercanía, y que te hace explotar con todo en el coro de "One By One", para finalmente despedir con la suavidad de "Someday". Es un balance perfecto, donde literalmente van a sacar todas tus emociones en un "último viaje" que da el todo de la banda y le pedirá lo mismo a quien escuche del otro lado.
Me es difícil pensar que este es un primer disco, porque para muchos y muchas Exist tenía todo lo necesario para haberlo sido. Sin embargo, con Frank's White Canvas cada detalle importa y esa espera se justifica con este LP, un trabajo mucho más maduro, cohesionado y ambicioso.
My Life, My Canvas es un trabajo íntimo, tanto para el dúo como para los fanáticos y fanáticas, es un trabajo emocional, intenso, emotivo y hermoso.Es un LP que da espacio para muchísimos adjetivos más y es que pocas veces tienes la posibilidad de encontrarte con un disco tan personal y tan bien logrado como este.
Frank's White Canvas no sólo son un lienzo en blanco, son un arcoíris entero. Están llenas de colores y matices, te estremecen con una pista rock y te hacen llorar con una balada tres minutos después. Son una banda que rompe totalmente con la escena y que si sigue así puede llegar más lejos que cualquiera, depende de ellas y de la historia que quieran contar en su lienzo, pero material y talento hay en exceso.
Por Felipe Pino Guerrero
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