Hace unas semanas y poco a poco se comenzó a reactivar el circuito musical en el país. Un esperado regreso a los escenarios tanto por bandas como fanáticos, quienes luego de dos años volvían a verse y escucharse como la última vez.
En esta oportunidad fuimos testigos del reencuentro entre los Kuervos del Sur y sus seguidores. Una comunión que se ha forjado hace años con una intimidad y cercanía única, pero que hoy debía acomodarse a las medidas sanitarias correspondientes.
Una pequeña demora – motivada por el acontecer de los viernes en el país – permitió recuperar el tiempo perdido, poder reunirse nuevamente con las amistades y los artistas que admiramos (quienes también estuvieron entre el público antes del inicio).
Sin
embargo, esa noche se trató de celebrar y los Kuervos entraron de lleno al
escenario entonando “El Brujo”. No importaba si estabas sentado o parado,
había que cantar y gritar el coro a todo pulmón, como lo hicieron los presentes
la noche del 22 de octubre en el Teatro Caupolicán.
De ahí en adelante comienza un viaje mágico e íntimo a la discografía de Kuervos del Sur, donde repasamos éxitos de su último disco como “El Sueño de la Machi”, “Ráfagas” y “El Bandido”. Algo que sólo fue interrumpido por la emotiva “La Casa del Mañana” en un canto envolvente dentro del recinto.
Lo habían adelantado en entrevista con Resistance, este show traería muchísimas sorpresas y una de ellas fue “Campesino” de su primer disco. Un momento íntimo, dedicado al abuelo de Jaime y Pedro, que fue prolongado en un interludio musical que alcanzó su peak con la fuerza de “Los Cometas”.
Con el
pasar de los minutos, los Kuervos no sólo comienzan a tomar vuelo, sino que
llevan a todos los asistentes en sus alas. A través de su espectacular sonido
lograron generar un canto que no se detuvo con la triada compuesta por “El Árbol
del Desierto”, “Todavía” y “Colibrí”.
El conjunto decidió tomar un descanso – muy bien recibido por los presentes – de cinco minutos para volver a la segunda parte del show y rematar con todo este esperado reencuentro.
El regreso quedó en manos de Gabriel Fierro, quien con un solo de batería trae todo el sonido del rock, la percusión latina y ese estilo acuecado que hace tan único a los Kuervos.
“El Indio”, “Vendaval” y “Porvenir” son las encargadas de abrir esta mitad. Un regalo muy bien recibido por la fanáticada que cantó sin parar cada uno de los temas y que comenzó a pararse y prepararse para lo que sería la despedida de la agrupación.
Jaime Sepúlveda se tomó un tiempo para dedicar el show a cada uno de los presentes y recordar al gran Patricio Manns. Una ovación que sólo pudo ser detenida por “Enredadera”, que desató el canto ahogado por más de un año de los seguidores de Kuervos del Sur y que siguió sin pausas con “Cenizas” y “La Caravana” (con un mensaje dedicado al Chile post 18 de octubre).
Finalmente, el cierre de la jornada vino del encore de “Águila Sideral” (Original de Los Jaivas) y “Aves de Mal Agüero”. Un setlist redondo en lo que es la primera de dos noches de música que tiene el conjunto para ofrecer.
El show de Kuervos del Sur no es sólo un reencuentro con sus seguidores, es el aletazo definitivo para demostrar que la música regresó y los amplificadores vuelven a sonar.
Son varias las bandas que ya han puesto su granito de arena a que esta escena se vuelva a reactivar y el público está dispuesto a apoyar este resurgir, porque ahora que la música volvió a abrir sus alas no hay nadie que le quite el vuelo.
Por Felipe Pino Guerrero
Fotografía de Diego Pino
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