Tras dos largos años de espera llegó la hora de la despedida, una que los fanáticos aún nos negamos a creer, debido a que Kiss decidió poner fin - esta vez sería de forma definitiva - a sus casi 50 años de trayectoria.
Noche dos en el Movistar Arena y primera agendada por la agrupación newyorkina que decidió dar inicio a su gira en nuestro. Así fue cómo la vivimos.
A las 20:00 hrs. salió a abrir el escenario Catoni, el trío nacional encabezado por Carlos Catoni y que dio cátedra de sus años de rodeo en el circuito nacional.
Canciones como "No eres real", "Llévame" o "1980" fueron parte de su setlist de siete temas y que lo tuvo por casi 30 minutos en el escenario. Un conjunto que salió con actitud a mostrar la maestría en sus instrumentos, pero que tuvo que lidiar constantemente con detalles en sonido y con un público respetuoso, pero lejano.
Eso no significa que el show fuera malo ni nada, fue una presentación sólida y llena de virtuosismo - algo a lo que estamos acostumbrados con esta agrupación - pero que enfrentaba a una audiencia que buscaba mucho más espectáculo, elementos visuales y muchos niñas y niñas que repletaban el Movistar Arena.
Aún así, Catoni salió ovacionado por todo el recinto que ya estaba a punto de llenarse, dando un cierre con broche de oro con su conocida "La Vida es Rock".
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Los minutos comenzaron a superar las 21:00 hrs y el público impaciente empezó a corear el nombre de Kiss, sólo fue un atraso de diez minutos para que "Rock N' Roll" de Led Zeppelin sonará y diera el primer aviso, "You wanted the best, you got the best!".
Desde el cielo, con fuego y humo uno a uno comienzan a salir los integrantes de Kiss al ritmo de "Detroit Rock City". Un himno que desata la locura en todo el recinto y permite el canto ahogado por dos años de miles de fanáticos que esperaron pacientemente para esta despedida.
Más allá de los saludos y formalidades, no había mucho tiempo que perder. Por el contrario hay demasiado que recordar y las leyendas dieron un repaso a gran parte de su discografía con "Shout It Out Loud", "Deuce", "War Machine" y "Heavens On Fire".
Los aplausos no se hacen esperar, mientras cientos de celulares graban; otros seguidores gritan y buscan uñetas, y los más pequeños miran a sus padres y madres con cara de no creer lo que ya han visto. Kiss en 30 minutos tiene revolucionado a todo el recinto y que ahora comandado por Gene Simmons cantan "I Love it Loud" para terminar escupiendo fuego como ya es tradición.
"Say Yeah" y "Cold Gin" son la previa a lo que sería el momento de brillar de Tommy Thayer, quien saca a lucir todo su talento en su solo que deja en evidencia su técnica como el "Spaceman" de la banda. Esto dio puente para que siguieran con la coreada "Lick It Up" y un breve pero preciso guiño a The Who con "Won't Get Fooled Again".
Más de una hora de show y Kiss aún tiene sorpresas para ofrecer con "Calling Dr. Love" y "Tears Are Falling", dos hitazos muy bien recibidos por los seguidores. Sin embargo, también estuvo el momento para homenajear a Eric Singer - mejor conocido como "The Cat"- , quien deleitó a los presentes con un demoledor solo de batería entre los temas "Psycho Circus" y "100.000 Years".
Todos tienen su espacio en este show y ahora venía el momento más terrorífico junto a Gene Simmons, quien realiza su solo de bajo mientras la sangre comienza a cubrir su maquillaje. Una introducción conocida a "God Of Thunder" mientras el bajista asciende en una plataforma hasta el Olimpo del Movistar.
Sólo nos faltaba Paul Stanley y el público lo invitó a cantar con ellos, una propuesta que fue aceptada para "Love Gun" y "I Was Made For Loving You", desplazando al guitarrista y vocalista hasta la cancha general del recinto con un cannopy que cruzó sobre los fanáticos. Un segmento lleno de euforia y que cerró el show con "Black Diamond".
Si bien los aplausos no pararon, el público inmediatamente comenzó a pedir el encore, uno que no demoró más de dos minutos. Un despliegue rápido y que trajo una de las sorpresas más grandes de esta gira, el regreso de "Beth" interpretada en piano por "The Cat". Una presentación que tuvo a sus compañeros tocando y mirando el piano, en una postal sumamente íntima y que dejó en claro que el espírito de Peter Criss y Eric Carr sigue ahí con ellos.
De la emotividad ya pasamos al cierre y locura que tiene a Kiss dando término a dos noches de puro Rock n Roll con "Do You Love Me?" y "Rock and Roll All Night". Canciones que sorprendieron a los seguidores con globos y confeti por montón. Un cierre de lujo entre el fuego y las luces para despedir con el mensaje "Santiago, Kiss te ama" al ritmo de "God Gave Rock and Roll To You".
Tras estas extensas palabras para describir el que sería el último show de Kiss en Chile, es inevitable no caer en la reflexión.
Kiss es un conjunto que logra trascender como banda, marca o merchandising, porque ellos son parte de la cultura musical del mundo. El legado de Kiss en su despedida está más vivo que nunca y sigue ganando adeptos con cada show. Lo mencionaba al inicio, pero la cantidad de niños y niñas en este espectáculo permite apreciar que más allá de los géneros, un buen espectáculo será siempre disfrutado por todos sin importar edad.
Pueden pasar 100.000 años, puede que el cielo esté en llamas o puede ser que las lagrimas estén cayendo. No importa lo que pase, porque el dios del trueno nos ha dado el rock and roll para nosotros, te enseña que la única arma es necesitas, no es una Maquina de Guerra, sino que es una pistola de amor, vivir una loca loca noche y gritarlo muy fuerte: "el rock and roll es toda la ncohe y la fiesta toda la vida".
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Crónica realizada por Felipe Pino Guerrero
Fotografías por Diego Pino
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