Luego de dos años de espera, cinco en total contando la última venida de Metallica, por fin se pudo realizar el show de una de las bandas de metal más grandes de todos los tiempos luego de una serie de cancelaciones por la pandemia del covid 19.
La apertura del evento estuvo a cargo de los nacionales Yajaira, banda que pasadas las 18:00 horas comenzó a hacer arder el público al más puro estilo de su stoner cargado de potencia.
Clásico del estilo es disfrutar de un caño de marihuana, por lo que muchos fanáticos se dieron el tiempo de prender "uno bueno" mientras la banda chilena presentaba cortes como 'A dónde vas tan Rápido' y 'Bajo Presión'.
Poco más de 40 minutos de show de la banda nacional bastaron para que el público comenzara a agolparse cada vez más adelante, tratando de buscar la mejor ubicación para disfrutar del show de Metallica, incluso antes del inicio de Greta Van Fleet.
Al inicio de la presentación de los jóvenes estadounidenses. ya se podía ver un recinto casi a tope de capacidad. Josh Kiszka saludó a la fanaticada chilena con su notable voz y comenzaron su presentación con Heat Above.
En su mayoría, el show de la joven agrupación comparada siempre de forma odiosa con Led Zeppelin, estuvo cargada a cortes de su último trabajo de estudio "The Battle at Garden's State" (2020), por lo que su presentación no tuvo el revuelo que causaron en 2019 cuando repletaron el Caupolicán ni cuando se presentaron en Lollapalooza ese mismo año.
De igual forma, su puesta en escena y talento están a la altura de lo que necesita una banda de rock and roll que llevará el estandarte del género en las siguientes décadas, ya que talento y capacidad tienen de sobra para ello.
Los puntos de mayor peak en su show fue con los cortes antiguos que los lanzaron a la fama; 'Lover, Leaver', 'Black Smoke Rising', 'Safari Song' y 'Highway Tune', que dejó más que prendido a un Club Hípico que esperaba ansioso a los cuatro jinetes del apocalipsis.
Con un leve retraso que causó algo de molestia en los fans, Metallica se paró en el escenario a eso de las 22:00 horas. Rápido, potente, conciso y al hueso, 'Whiplash' sonó fuerte para dar pie a los primeros mosh pit de la jornada. Y era que no, si todo lo que sea "Kill 'em All", es sinónimo de mosh.
'Ride The Lightning' y 'The Memory Remains' completaron la primera tripleta de cortes clásicos antes de que James Hetfield saludara al público local luego de 5 años sin pisar suelo chileno, para así dar paso a 'Seek & Destroy' y a una de las primeras sorpresas de la noche; 'Through the Never'.
'One', 'Sad But True', 'The Unforgiven' y 'Moth into the Flame' ya son habituales en el setlist de los californianos, pero sorpresa total hubo cuando seguidos de 'For Whom the Bells Tolls' y 'Creeping Death' vino el turno de 'No Leaf Clover' corte perteneciente a su trabajo sinfónico junto a la orquesta de San Francisco de 1999, que dejó a muchos fans al borde de las lágrimas de la emoción.
El último tramo del show estuvo a cargo del clásico 'Master of Puppets', para luego continuar con (a gusto personal) la canción más thrasher de Metallica en los últimos 25 años; 'Spit Out The Bone', donde cientos de fans se dieron y no consejos en cada mosh pit desatado en el Club Hípico.
Un cierre más que emotivo con 'Nothing Else Matters' y 'Enter Sandman', puso fin a una de las jornadas más memorables de Metallica en los últimos años. De las 4 últimas, a modo personal, la mejor. Una puesta en escena increíble, un escenario de lujo en un recinto logrado en tiempo record por la producción de DG Medios.
Acá, algunos puntos apartes. Twitter se colapsó de comentarios de vecinos molestos por el ruido. Vecinos de Providencia... Si se escuchó hasta allá, mamita mía qué demoledor que estuvo Metallica.
Ojo en este punto. Miles de fanáticos se han quejado de que este show debió llevarse a cabo en el Estadio Nacional. Y sí, así iba a ser. Pero las autoridades no cumplieron sus plazos y no tuvieron el recinto listo a tiempo. Ya es conocida la historia del "Coloso de Ñuñoa", así que no vale la pena ahondar en ello.
Las críticas apuntaron al barro, a la lluvia, a los pozones de agua... A veces me quedo sin comentarios. Lo que sí puedo entender, es la molestia de la gente de Andes y Galería, que poco y nada pudo ver de un show que, en las pantallas, poco y nada mostraba de los 4 jinetes y daba énfasis a las gráficas preparadas para cada tema. Un espectáculo de alto goce de cerca o con buena visibilidad, pero entendible para quienes no pudieron disfrutarlo del todo desde muy lejos.
En fin. 70.000 personas aproximadamente pueden decir que vieron a Metallica en vivo este 2022, en lo que fue el primer gran recital de metal en Chile luego de una pandemia que mantuvo la incertidumbre por más de dos años.
Escrito por: Bastian Gomez
1 Comentarios
Lastima que no haya ningún comentario sobre lo caótica y hasta peligrosa que fue la entrada al recinto, y la pésima organización al respecto
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