Una heladísima noche de dia jueves es el escenario para el reencuentro con uno de los íconos del horror punk con Chile. Michale Graves regresaba al país tras tres años de ausencia y con uno de sus shows más prometedores a la fecha, su "American Monster" tour para interpretar de forma íntegra su etapa por Misfits.
Desde temprano cientos de fanáticos y fanáticas comenzaron a llenar el Teatro Cariola, quienes pese al frío mantenían la fiesta viva en el recinto cantando clásicos del punk como eran Ramones, Flema, 2 Minutos y más.
La jornada comenzó con los nacionales Paranoia a las 20:00 hrs. quienes por media hora hicieron saltar, cantar y bailar al público a la espera del número estelar.
Paranoia salió a ganar con un show de primer nivel desde el minuto cero. "Como quiero", "Me Aburre" y "Hey Tú" fueron los tres primeros sencillo que salieron a calentar la fría jornada y que tuvo al conjunto santiaguino haciendo los primeros brindis de la noche.
Su show es impecable y lo van complementando con sus clásicos "Fuego", "Maestría", "Abdomen Prominente", "Fuman Marihuana" y "Noche de Punk Rock". Una performance de pura actitud y que gozó de un sonido de primer nivel, que tuvo a varios cantando y a muchos otros saltando.
Finalmente, Paranoia se despidió de los asistentes con "Por qué no me morí" y "Me Quedo Solo", cerrando una presentación ante un Teatro que estaba a punto de llenarse y dar inicio al esperado número principal.
21:00 hrs en punto y comienza el terror. Con la interpretación en vivo de "Abominable Dr. Phibes" uno a uno salen los integrantes de la banda, que inundan el recinto con una potente ovación y que sólo va intensificándose a la salida de Michale Graves con su camisa de fuerza. El manicomio estaba abierto y su anfitrión nos daría un gran tour.
"American Psycho", "Speak Of The Devil" y "Walk Among Us" dan el pie de inicio para escuchar los clásicos de este disco y que son interpretados sin pausas por Graves luego del primer tema. Un músico que estaba maravillado por la convocatoria y la entrega de los seguidores, lo que lo hizo estar mucho más inmerso en el show y que permitió pasar la primera mitad del disco en menos de 20 minutos.
"Dig Up Her Bones" fue previamente presentada por Graves y el público con sus celulares en mano grabó y cantó como si no hubiese un mañana. "Resurrection", "Crimson Ghost", "Day Of The Dead" son sólo algunos de los otros temas que fueron pasando a medida que avanzaba la jornada.
Obviamente, la euforia estaba en el aire y el mismo Michale se tomó un tiempo para agradecer a los fanáticos y cuidarlos, invitándolos a hacer crowd surfing, pero siempre con las manos al frente para caer y señalando que su staff está ahí para recibirlos, lo que fue aplaudido por los cientos de seguidores.
Graves va pasando uno a uno los hits restantes de American Psycho como "Mars Attack", "Hate the Living, Love the Dead", o la eufórica "Shinning" para dar el "cierre" a esta primera parte con "Don't Open 'Till Doomsday". Una perfomance frenética y que tuvo a su bajista Brian Werner rompiendo su bajo con más de cinco azotes en el escenario y luego arrojándolo al público.
Rapidamente los seguidores corren al baño o por una cerveza más, se viene la segunda patita acompañada por Famous Monsters, que antes de iniciar tuvo a Michale compartiendo con sus seguidores y a Werner buscando su revancha al saltar al público desde el escenario (luego de haberse roto dos costillas en la última oportunidad que realizó dicho acto en Chile). Con esa prueba superada y con Graves diciendo que ya no está en edad de hacer eso, entre las risas que produjo esta afirmación, comenzó "The Forbidden Zone".
De ahí en adelante viene toda una seguidilla de éxitos con un Teatro Cariola que no muestra signos de cansancio y que corean, saltan y moshean al ritmo de "Lost In Space", "Dust To Dust", "Crawling Eye" y "Witch Hunt". Cabe destacar que en esta parte del show el guitarrista Adrian Vains tuvo varios detalles con el sonido de su guitarra, algo que fue persistente hasta el término del evento, pero que pasó sin mayor relevancia dada a la entrega de la banda y los seguidores.
Graves ironiza respecto a "Witch Hunt" diciendo que es algo que ta rde o temprano pasa (por las situaciones que ha vivido por su opinión política) y rie diciendo "nadie escucha al viejo Graves, hasta que todos empiezan a gritar", una frase de película para poder introducir el clásico "Scream" y que tuvo a todos cantando hasta la balada "Saturday Night".
"Pumpkin Head", "Die, Monster Die" y "Living Hell" dan el cierre para la etapa de Famous Monsters. Un show impecable y que dejó a varios con ganas de más y por lo mismo Graves y compañía dejaron lo mejor para el final, un remate de lujo de mano de "Descending Angel", "Fiend Club", "Hunting Humans" y "Helena".
Si bien esta segunda parte tuvo detalles de sonido, fue un problema secundario. La gente y la banda estaban inmersos en una presentación intensa y que no daba respiros. Un show frenético, alocado y apasionado, lleno de entrega desde ambas partes.
Es necesario destacar la muy buena condición de Michale Graves, quien si bien se le notan los años, su voz y su energía no caen a lo largo de la hora y treinta de show. Uno que estuvo lleno de momentos de agradecimiento con él abrazando al público, grabando con sus celulares y dedicando cada canción que podía.
American Monsters no sólo cumplio, sino que superó espectativas y dejó más que claro que aquel Michale Graves de los 90's que vestía como muerto y que no tiene una agenda musical tan ocupada como otros músicos, está más vivo y vigente que nunca.
Crónica realizada por Felipe Pino Guerrero
Fotografías cortesía de Javier Yulian
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