Con visitas fallidas y con una presentación en el 2017 en el ex Mundo Mágico, Alestorm tenía deudas pendientes con Chile. Su fama y reconocimiento han crecido, así como la fanaticada y las ganas de demostrarles todo el cariño que hay por ellos en un recinto que tuviera una cancha un poco más grande y la noche de domingo del 16 de octubre era el momento y lugar preciso para ello.
Desde muy temprano comenzaron a llegar los cientos de fanáticos que llenaron el Club Chocolate apenas abrieron las puertas y que tuvieron la suerte de compartir con varios integrantes de la banda que se pasearon por el recinto.
Los encargados de comenzar la jornada de piratería eran Drake, un conjunto con años de trayectoria en la escena nacional y que quieres que te diga, se nota.
Antes de ingresar comentabamos con el Tío R, que ver a Drake en vivo en como una tradición anual para cualquier medio y la verdad, es que no falla. Los liderados por Felipe del Valle saben cómo hacer la pega y no por nada llevan tanto tiempo sin defraudar a nadie. Un espectáculo redondo y que demostró que no sólo por tener el nombre de un famoso corsario tenían ganado su puesto en la noche.
Un setlist que se enfocó en sus temas más recientes y que arrancó con "Sólo un Instante", "La Iglesia del Mal" y "Prefiero Perderte", pero que tampoco perdió fuerza o su sintonía con el público. Incluso para el homenaje a Melvin Poblete de Steelrage con "Cuando Yo No Esté", donde los fanáticos acompañaron con las palmas.
Un show al estilo de Drake, lo que es garantía de calidad y expertiz, algo que quedó en claro en el escenario y que sacó una tremenda ovación del público para su cierre con "Atlas" y "Mar de Drake".
Puntuales a las 20:45 y con "I Want It That Way" de Backstreet Boys salió Alestorm a escena, donde hicieron una pose estilo Power Ranger y entraron con todo, o al menos así lo intentaron.
El público venía prendido a más no poder, no sólo porque venían con disfraces, gorros, patitos, espadas y globos de la temática, sino porque comenzaron a tararear desde el inicio "Keelhauled", lo que obligó a Christopher Bowes y Maté Bodor a mirarse y sincronizarse con el público para comenzar la canción y desatar la locura del Club Chocolate.
De ahí en adelante todo es una fiesta de principio a fin. Alestorm comienza a lucir su extenso repertorio con "Treasure Chest Party Quest" y "Mexico". Un pequeño descanso y Bowes menciona que este tema habla un poquito de Chile, y así es porque, como te contamos en una nota, "Magellan's Expedition" entra en acción.
Los asistentes se saben todas las canciones y la cancha del recinto da vueltas y vueltas entre tanto salto, mientras suenan clásicos como "The Sunk'n Norwegian" o "Shipwrecked", pero no bajan la intensidad cuando pistas más nuevas comienzan a ser entonadas o anunciadas, que es el caso de "Seventh Rum Of A Seventh Rum" y "Alestorm".
Nuestros piratas están contentos con su tripulación y deciden, según anuncian, incluir una canción que pidió una fanática muy amablemente, una sorpresa de la noche al traer "Tortuga" con la participación de un luchador mexicano para hacer la parte del rap y que luego volvimos a revivir con "Hangover". Cabe destacar, que este misterioso hombre era un integrante del staff de Alestorm, pero se aplaude la teatralidad que incluyen para que todo se vea lo más espontáneo posible.
Los "Yo oh" se toman el Club Chocolate con "Zombies Ate My Pirate Ship" y un globo con forma de barco se roba las miradas de todo el público y la banda. Entre bromas se introduce "Nancy The Tavern Wench", que no genera mosh ni saltos desenfrenados, sino que fue el momento para que los presentes remaran (sí, y fue casi toda la cancha) al ritmo que los de Escocia traían. Una calma que fue quebrada por "Rumpelkombo" con sus tres segundos de duración.
Ya va más de una hora de show, un día domingo y el ánimo no decae ni en lo más mínimo. El público sigue saltando y bailando al ritmo de "P.A.R.T.Y." y desata su adrenalina con "Captain Morgan's Revenge" en un Wall Of Death gigante. Nadie quiere irse a casa, pero la banda prepara su cierre con "Shit Boat (No Fun)".
Obviamente el encore no se hizo esperar y Alestorm regresó para devastar con la triada compuesta por "Drink", "Pirate Metal Drinking Crew" y "Fucked With an Anchor" en el cierre de una noche única y sin igual.
Lo de anoche fue saldar deudas. Alestorm se trajo un show a lo grande y lleno de detalles, donde compartieron y fueron muy cercanos a sus fanáticos. Mientras que el público hizo su tarea y cantó, saltó y bailó cada single que el conjuto tenía para ofrecer. Por lo que todo quedó pagado.
El giro estético y sonoro de Alestorm fue un acierto, debido a que esta modalidad más humorística genera una mayor comodidad de ellos como banda y de su fiato con el público. Lo que quedó demostrado para todos en el show de anoche.
Hoy no hay resaca, los moretones no duelen y la disfonía se pasará pronto, porque la jornada de ayer no puede dejarte ningún mal sabor. Ese domingo quedó demostrado que la piratería es para todas las personas y animales (había un unicornio en el público), donde no importa la edad, sólo lo que vale es disfrutar y beber como si no hubiese un mañana ... y después salen diciendo que la piratería es mala. A mí me parece que no.
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Por Felipe Pino Guerrero
Fotos por Diego "Tío R" Pino
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