Cuando hablamos de metal en español siempre hay una banda que debe estar a mano, más allá del catálogo de bandas nacionales, se trata de Barón Rojo, un conjunto que abrió las puertas para nuestro idioma en este subgénero pero del que pocas veces hablamos en esta parte del mundo.
Claro, muchos dirán "son españoles y no son de gran importancia para nosotros", pero considerando que la escena chilena se empieza a consolidar desde mediados de los 80's, la existencia de previa de Barón Rojo termina siendo un apoyo para que el mundo hispano pudiera conocer mejor y de forma más accesible el Heavy Metal.
Piensa que en ese contexto no todo el mundo tenía la capacidad económica o política, considerando la gran cantidad de dictaduras que habían en Latinoamérica, para viajar o costearse material de afuera. Por lo que debían recurrir a radios o revistas para conocer la vanguardia musical.
Barón Rojo desde sus primeros años logró remecer fuerte la escena española y eso llamó la atención de los medios prontamente. Larga Vida al Rock N Roll de 1981 fue sólo una muestra del potencial de estos jóvenes y que prometían algo diferente a la música de esos años.
Las ventas los respaldaron y posteriormente esto abrió las puertas para viajar al exterior, específicamente Londres, donde el mismo Ian Gillan de Deep Purple los recibió en su estudio y ayudó a dar vida a uno de los trabajos clave del metal en español, Volumen Brutal de 1982.
Este disco tiene tanto que destacar, pero creo que lo primordial es el sonido. Es súper crudo y viseral, no suena a una gran producción como puede ser Black Sabbath, Deep Purple o Judas Priest, busca sonar callejero y ese fue el punto de distinción para los españoles.
Era tan diferente para su época, y llamativo por el lenguaje, que terminó rapidamente siendo destacado por los medios ingleses como Kerrang! Un detalle no menor y que obligó al conjunto a regrabar varios singles pero en inglés. Barón Rojo fue como un giro al sentido contrario, debido a que cuando el metal comenzó a tener una producción más detallada, ellos buscaban ese sonido más garaje y que marcó una diferencia inmediata con el resto del mundo.
Dichos elementos fueron claves para abrirles el paso a una escena que comenzaba a surgir con grandes nombres, siendo uno de los puntos más destacados su gira con Iron Maiden en el Reading Festival que los tuvo tanto en el Reino Unido como en Japón en 1982.
Pero para Latinoamérica, además de ofrcer un disco único en su clase, nos trajo la cultura del heavy en nuestro idioma. "Los Rockeros Van Al Infierno" fue en sus años algo así como una guía de qué decir y cómo vivir el heavy metal que comenzaba a llegar al país. De igual forma "Son Como Hormigas" y "Resistiré" comenzaban a dotar de rebeldía a una fanatiada local que debió enfrentar los últimos años de la dictadura.
Eso sólo en Chile, porque probablemente en el resto de Latinoamérica el Barón Rojo hizo sentir su legado, incluso en Argentina algo se hizo sentir con la ola de metal de V8 y Riff (en su segunda etapa en los 80's), que tenían que atraer a un público más rockero y muy influenciado por leyendas como Pappo, que si bien no son lejanos al heavy, veían como el rock tomaba otro aire más psicodélico con Serú Girán, Los Gatos y otros más.
Barón Rojo y sobretodo Volumen Brutal, son hitos en la historia del heavy metal en español, que pueden haber impactado de mayor o menor forma en las respectivas escenas, pero no hay duda de que su sitial de leyenda está más que ganado.
No sólo fue un disco revolucionario, fue una puerta y una invitación a hacer las cosas de otra forma, debido a que muchos seguían la propuesta del inglés, Barón Rojo dio un camino diferente y que lo hizo con más decibeles que nunca.
El último vuelo de Barón Rojo en Santiago se realizará este 25 de noviembre en el Teatro Coliseo. Las entradas ya están diponibles a través del sistema PuntoTicket.
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