Volver a empezar siempre es una tarea difícil, sobre todo si uno emprende en rumbos relacionados al arte, donde siempre hay que equilibrar la creatividad, la inspiración y el trabajo para hacer algo trascendental, lamentablemente los tres factores mencionados cuesta alinearlos y muchas veces sacar un proyecto artístico es nadar a contracorriente. Si bien es cierto volver a empezar no siempre es comenzar de cero, por que por mucho que se haya perdido, lo aprendido siempre queda, si uno sabe cómo y dónde buscar ese aprendizaje, claro está.
Cuesta hablar de Lucifer sin mencionar a The Oath, banda previa de Johanna Sadonis, quien junto a Linnéa Olsson formaron un grupo de Heavy con toques Doom (o Doom con toques Heavy según se le mire) con un sonido que esté orientado a lo clásico nos regalaron “The Oath” (2014), disco que a pesar de tener todo lo necesario para ser un clásico en sí mismo (y que, dicho sea de paso, lo es) no impidió que la banda se separara el mismo año en que el disco se lanzó. Johanna, sin embargo, a pesar de la pena por éste “fracaso”, decidió seguir adelante y formar Lucifer.
Con un objetivo claro, Lucifer lanza “Lucifer I” (2015) mostrando la química de ésta nueva agrupación y su compromiso con el sonido eléctrico a la vieja usanza, lleno de magia, ocultismo y psicodelia, sonido y contenido que será fundamental en su carrera. Tres años pasarían para un nuevo álbum, titulado símplemente “Lucifer II” (2018), que sigue la senda sonora de su anterior placa, pero que cuenta con importantes cambios de formación, acá es donde llega la leyenda Nicke Andersson (The Hellacopters, Entombed, entre otros) quien, en tándem con la visión de Johanna, formarían una dupla simplemente inigualable en ésta forma de hacer ese Heavy/Doom tan característico de Lucifer.
“Lucifer III” (2021) trae nuevos cambios de formación, sin embargo sería, hasta hoy el último cambio que implica la salida de músicos. Cambios de line-up no significa un cambio de estilo, todo lo contrario, si bien es cierto se nota una evolución en su sonido, también se nota lo bien arraigado que está su identidad en cada nota, que ésta vez toma un carácter más orientado a la melodía, con muchas secciones arpegiadas en guitarra limpia, la fórmula de las Power Ballads, pero sin dejar de lado las guitarras con fuzz y los riffs abrasivos. Tan sólo un año después, para sorpresa de todos “Lucifer IV” (2021) se lanza, siguiendo un poco el camino de los álbumes anteriores, pero siempre trayendo nuevas y buenas canciones a la mesa.
Si bien es cierto no me gusta hablar de esfuerzos individuales en agrupaciones colectivas, como es el caso con ésta banda, ya que la misma Johanna Sadonis dice que ella escribe según lo que hay compuesto en música (generalmente en guitarra por Nicke Andersson), desde los esfuerzos iniciales con The Oath, hasta la última placa de Lucifer ha sido la visión de ella la que ha sacado adelante un nuevo clásico en la música retro-moderna del la actualidad, pasando por el duelo de un proyecto que no funcionó a volver a empezar para ser un referente a día de hoy.
Recuerda que Lucifer se presentará el próximo 2 de Diciembre en la sala RBX y que puedes adquirir tus entradas bajo el sistema Eventrid.
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