#LiveReview: VOLA: "Una noche acalorada e inmersiva de Progresivo"



La nueva camada de rock y metal progresivo europeo ha resultado ser bastante fructrífera, no solo a nivel musical, debido al tipo de composiciones típicas de esta clase de estilo, sino que a nivel de arrastre de nuevos fanáticos a este particular subgénero musical, logrando generar y dejar seguidores dispersos en todo el orbe, sobre todo en Chile que es, claramente, uno de los países que más disfruta del progresivo, en todas sus variantes, colores y vertientes


Dentro de ellas podemos mencionar a los daneses VOLA quienes ayer 25  de noviembre, por fin, lograron hacer su debut en nuestro país ante un público altamente motivado, conectado y totalmente inmerso con la banda.



La cita fue en Club Chocolate un caluroso viernes de finales de noviembre, pero, a pesar de esta ola de calor que teníamos sobre Santiago, muchos fanáticos llegaron temprano a encerrarse al recinto para poder disfrutar de una noche progresiva que deleitó con una elección de polos un tanto opuestos en cómo se puede manifestar este estilo


Los encargados de iniciar esta saunística jornada fueron los nacionales Target quienes fueron seleccionados, casi a viva voz, cuando se preguntaba qué banda chilena debía abrir este concierto y vaya que sí eran los indicados, no porque su forma de manifestar el estilo progresivo se pareciera a los daneses, sino porque los chilenos tienen un estilo propio y un sello ya marcado y característico de lo que desean hacer y cómo desean sonar.



Target impresionó desde el primer momento para quienes los escuchaban por primera vez, pero para quienes ya sabemos de lo que esta banda es capaz fue una muestra más de su poder y nivel técnico musical y de composición. Con piezas tanto de su segundo trabajo “Deep Water Flames”, como “Oceangraves” y con dos canciones nuevas, la banda demostró que su propuesta se basa en equilibrar a la perfección la técnica y la armonía, unida a la virtuosidad de todos sus músicos;  y la brutalidad, al punto de lograr un sonido que bordea en ciertos momentos el death metal, todo perfectamente equilibrado y en su justa medida. Es un espectáculo sonoro que realmente merece mucha más atención por parte del público nacional.


La calurosa noche comenzaba a tomar forma con el montaje que hacía el equipo de VOLA, no solo de los instrumentos, sino de un aparataje de luces que sería parte bastante importante en su show, pues todas sus canciones presentaron arreglos que hicieron más inmersivo el concierto. Ya en este punto se empezaba a notar la cálida bienvenida que le tenía preparado el público nacional a los daneses, y es que la banda no se asomaba y ya comenzaban el habitual “ole, ole ole” que subía la temperatura aún más.



La banda salé a escena y, ante un griterío desbordado de sus fanáticos, comienzan la presentación con “24 Light-Year”  y pegadita “Alien Shiever”.  El público estaba realmente extasiado, corearon a todo pulmón ambas canciones, pero también inmerso, el juego de luz no era para menos, algo que la banda ya comenzaba a sentir. Una pausa para que Asger Mygind haga un breve saludo al público, impresionado por el recibimiento solo agradeció para continuar con “Napalm” y “Stray The Skies”, logrando nuevamente que el público coreara su nombre, la fiesta estaba desatada y el calor también.


Un poco de calma ante la hermosa y armónica “Ruby Pool”,  que tiñó, literalemente de un suave rojo todo el Club Chocolate que escuchó atentó, emocionado y sumergido el corte proveniente de su segundo trabajo “Applause Of A Distant Crowd”.  Solo un momento de quietud y devuelta a las canciones movidas y un tanto más pesadas de VOLA con  “We Are Thin Air” , “Future Bird”, “Your Mind Is A Helpless Dreamer” y la experimental “These Black Claws” que el publico recibió con muchos saltos y headbanging a pesar del calor que sofocaba a esa altura, pero poco importó para seguir disfrutando.




Y es que esto es lo que tiene VOLA, no se casa con una forma de progresivo, sino que busca constantes mezclas musicales, con harta experimentaciones a lo largo de sus trabajos y de sus presentaciones. En este punto del show la banda ya comprendió la calidez del público y su fanatismo, a pesar de que trataban de ser lo más cuadrados posibles, no salirse de la seriedad, la emoción los desborda, sobre todo a Adam Janzi, su baterista, y a Asger Mygind.


VOLA aprovecha de presentar “Enter” una piezas de su EP “Monster” pidiendo silencio a los asistentes, pero es prácticamente difícil, es un concierto en latinoamérica y la gente se enajena y enfervoriza con sus bandas favoritas y creo que lo entendieron bastante. El main set cierra con “Ghosts” , “Head Mounted Sideways”, “Smartfriend” y “Straight Lines”. 


Pero el acalorado público no estuvo dispuesto a que esto fuera lo último que sonara de VOLA en Chile, tanto así que  la banda no alcanzó a terminar la canción y la gente ya estaba pidiendo otra más. Creo que los daneses notaron la situación, pues no se demoraron ni 5 minutos en volver para cerrar su debut con “Whaler” y el temazo “Inside Your Fur” cerrando de manera redonda un increíble debut de una de las bandas jóvenes progresivas con más potencial del último tiempo.





Para finalizar, se agradece siempre la apuesta por este tipo de bandas a las productoras, son bandas que llevan algunos años dentro del circuito y sonando con fuerza, en el caso de VOLA este es su tercer disco y atreverse con una gira latinoamericana fue increíble, su puesta en escena no pasa de los 4 tipos haciendo de las suyas, pero en este caso el show de luces hace que todo sea más inmersivo, e incluso, más íntimo, tu sentido visual conecta de manera precisa con tu audición dándote una experiencia introspectiva y de cercanía con el show que es difícil de lograr si solo te subes a tocar. ´


Punto aparte la elección de los nacionales Target, que era, con creces, la única opción para abrir este show, demostrando que su propuesta avanzará a pasos agigantados.


Solo una reflexión final, es increíble el público “joven” que atrae estas bandas del nuevo circuito progresivo y se nota, también, que es un público recurrente a este tipo de debuts, se vieron poleras de los shows de Leprous y Caligulas Horse (su fenotipo es totalmente reconocible); y, por ende, que grande es el  público progresivo de Chile, que desborda cada una de las presentaciones, no solo de las bandas clásicas, sino de estas más jóvenes que se atreven a venir, por primera vez, y los reciben de esta manera tan afectuosa, calurosa y hasta picaresca, definitivamente el centro progresivo de Latinoamérica es Chile, ya lo supo, este año, Soen y ahora VOLA, que, de seguro, irán con historias a Copenhague de cómo en Chile corearon no solo sus canciones, sino que los riffs y hasta las secciones instrumentales del teclado, una locura y fanatismo total y sin igual.


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Escrito por Gonzalo Ruiz

Fotografías por Remigio Olivares



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