#LiveReview: Deafheaven + Sectarian + Loud - Un Sueño del que Nadie Quería Despertar

     


Con una carrera que va en pleno despegue, pasando del underground hasta rozar el mainstream, los estadounidenses de Deafheaven visitaron nuestro país y por supuesto que en Resistance no podíamos dejar pasar la oportunidad de ver el debut de una de las bandas más interesantes del último tiempo y con sorpresas locales que no dejaron indiferente a nadie pasamos a revisar una fecha difícil de olvidar.

    Siete de la tarde y treinta minutos y vemos cómo las pantallas de la Blondie nos muestran el logo de Loud cubierto de fuego, como un pequeño guiño a lo que sería su actuación incendiaria. Con un tiempo en escenario de alrededor de 30 minutos los oriundos de la quinta región hicieron cabecear enérgicamente a varios de los asistentes que aún venían llegando de forma escasa, pero sostenida. Con una puesta escénica tremenda, con seis músicos el escenario pareció a veces quedarse chico, cada uno mostrando lo mejor que saben hacer, incluso con un duelo de guitarra y teclados en canciones como “Abismo” pudieron menear cervicales desde el vamos al ritmo de un metalcore bien elaborado, pero también muy efectivo.


    Sectarian fue otro de los teloneros locales y con un público ya prendido no tuvieron mayor problema en seguir avivando la llama dejada por Loud, incluso su vocalista mencionándolos en su presentación. Su potencia con un groove bien machacón siguió meneando chascas, Alejandro en la batería era una verdadera máquina, llevando el ritmo desquiciado, pero preciso en cada compás “Labyrinth”, “Reborn” e “Immerse” cayeron como bombas en el recinto de estación central, dando cátedra de estilo y presencia. Logrando palmas al ritmo de la música y una verdadera ovación de salida, regalando su EP a los asistentes y entregando un show completo.

    Alrededor de las 9:20 los californianos de Deafheaven se arriman al escenario y parten casi sin introducción alguna con "Black Brick", uno de los temas más pesados y violentos de su repertorio, sin duda el más blackero de su catálogo. “Sunbather” no necesitaba presentación alguna y fue cuando la gente se dejó la voz en la cancha, y es que podríamos decir que, aún a dia de hoy es su tema insigne, pero es acá donde comienza lo que es (para mí) la gracia de Deafheaven, ya que George Clark (voz) nos dice que están presentando temas viejos, pero también canciones nuevas y nos entrega “Shellstar” e “In Blur”, que nos muestra la faceta más suave de la banda, más popera si se quiere, pero se manejan tan bien en ambos estilos que hicieron cantar a un gran porcentaje de los presentes.  “Great Mass of Color” nos muestra cómo George puede pasar de brutales screams a una voz limpia sin titubear, con una Blondie que no dejaba de corear tanto las letras como las líneas melódicas de las guitarras.



    George vuelve a tomar la palabra para preguntar si alguien conoce el álbum “Ordinary Corrupt Human Love” (2018) y ante un si rotundo por parte de la audiencia nos presenta “Canary Yellow” uno de los temas más experimentales, largos y progresivos del conjunto norteamericano. “Mombasa” sigue por la línea anterior aunque con un poco más de agresividad si lo comparamos con su contraparte grabada el 2021. luego de ésto la banda procede a retirarse y volver preguntándonos si teníamos energía para dos canciones más, ¡y vaya que había energía bajo el escenario! “Brought to the Water” y “Dream House” cierran el set internacional con la misma agresividad con la que el show comenzó, mosh incluido, para despedirse muy agradecidos de una audiencia que se entregó tanto como la banda misma.

    Se podría decir que Deafheaven vino con un set breve, pero que supo repasar tanto su carrera como los distintos estilos que pueden entregar, siendo una especie de varias bandas en una sola, cosa que pocas pueden hacer con tanta gracia (de momento sólo se me ocurre a King Gizzard and the Lizard Wizard), mostrándonos así diversas facetas del metal extremo y el rock más orientado al indie o al shoegaze abriendo con brutalidad, luego llevándonos a paisajes más calmos y cerrando con la misma furia que empezaron, simplemente, un show REDONDO.



    Si hay algo que me gusta ver en ésta clase de eventos es no sólo el respeto hacia las bandas locales, sino que la completa entrega del público a éstas, y es que tanto Loud como Sectarian lo dieron todo y el público se entregó a la propuesta de los locales, aún cuando el estilo de éstas bandas era muy diferente a la del headliner, haciendo que esa muestra de pasión y oficio tenga un doble mérito, misma cosa con Deafheaven, que supo mantener la vara alta en su faceta más extrema y en la más experimental, llevándonos por paisajes desgarradores hasta oníricos, haciendo que la noche su debut en nuestro país fuera un sueño, un sueño del que nadie quiso despertar.

 

 Fotos por Remigio Olivares

Escrito por Pablo Madrid

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