Creo que en el mundo existen pocas bandas de culto, que en torno a ellas gire un cantidad tal de mitos urbanos, historias y leyendas, que hacen que su historia se mixture tanto con la fantasía que ya no se sepa a ciencia cierta lo real de lo inventado. Este es el caso de Mayhem que a lo largo de su historia se ha visto envuelto en un torbellino de muerte, crímenes, satanismo y Black Metal, es por esto que cuando Spider nos invitó a cubrir ni siquiera lo dude, y me fui directo al Teatro Cariola en San Diego, preparado para todo en esta noche negra.
En las afueras la gente se comenzaba a acumular desde muy temprano, con la ansiedad del regreso de Mayhem a Chile, y adentro del teatro había más gente impaciente y ávida por Black Metal, deseo que tuvo que ser apaciguado por la banda nacional Soga, quienes desde el 2020 vienen sorprendiendo con su música y su presentación en el escenario. Con una entrada teatral dieron inicio a su set con Clara luz fundamental I, dando así el comienzo de una misa negra en la que te sumergiría el quinteto. Con una puesta en escena muy cuidada con velas, maquillajes, grandes túnicas y un altar con cráneos, era la imagen perfecta para sumergirte en un espiral oscuro que te va tragando lentamente, casi como un lobo que te engulle en sus fauces poco a poco.
La gente entregada desde el primer riff de Soga, vitoreaba su nombre, aplaudía con mucha fuerza, pero sobre todo se lanzaba al show de los nacionales elevándose a otro plano, en donde te deslizabas a través de las voces que mezclaban notas largas y profundas, con guturales agudos y graves. Mientras tanto las guitarras entraban en riffs repetitivos que parecían loops hipnóticos, apoyando al bajo y la batería que te golpeaban incesantemente. De verdad que el show de Soga no tiene nada que envidiarle a ninguna banda europea de Black Metal, ya que han puesto la atención en todos los puntos posibles, como la composición, el sonido, el maquillaje, los trajes, la escenografía, que te trasladan a un oscuro vacío en donde solo escuchas los alaridos de los nacionales. Un muy muy muy buen show que vaticinaba que esta jornada sería para el recuerdo.
Los Chilenos cierran su show llenos de aplausos y gritos, dejando a un público ávido de más Black Metal, listos para el plato de fondo que sería Mayhem, quienes como un reloj suizo, salieron a las 9 en punto al escenario, golpeando con Falsified and Hated para demostrar que no venían en son de paz y que no darían tregua esta noche. Siguieron con To Daimonion, para luego continuar con dos canciones de su último trabajo "Daemon" (2019), que fueron Malum y Bad Blood, lanzándole al público ritmos frenéticos llenos de doble bombo y tremolo picking, que la gente disfrutaba hasta más no poder.
La banda que llegaba a Chile, con dos de los miembros de la formación clásica, que eran Necrobutcher en bajo y Hellhammer en batería, traían a viejos conocidos que vienen tocando con Mayhem desde hace varios años que son Teloch en guitarra, Ghul en guitarra, y el ya mítico Attila Csihar en la voz. A pesar de este cambio de formación (por razones más que obvias), la banda sigue fiel al sonido creado a finales de los 80 y principios de los 90, en los fríos parajes de Noruega, con un sonido muy áspero y crudo, distorsiones hasta el tope tanto en guitarras como en bajo, un batería rápida llena de doble bombo y blast beat, y una voz... esa voz clásica del Black Metal con un fryscream en el techo y gritos muy largos que te ponen los pelos de punta.
La banda prosiguió con su repertorio más clásico para entrar en canciones como My Death, y Symbols of Bloodswords, para luego retirarse después de Voces Ab Alta y preparar el camino para uno de sus clásico inmortales, y una de las canciones más recordadas de la banda, Freezing Moon, la cual fuera inmortalizada en el mítico álbum "De Mysteriis Dom Sathanas" (1994), por el mismo Attila en la voz, momento que nos trasladó a todos al Inner Circle, y en donde se gestaba todo este movimiento de Black Metal, que al menos en lo musical, sigue muy vivo al rededor del mundo.
Mayhem tiene un sonido brutal que en vivo se intensifica tanto que a momentos te pierdes en los pequeños detalles de la batería, pero las guitarras de muy alta ganancia te saben traer de vuelta al show. Sonido arrollador que te pasa como una aplanadora una y otra vez. Con una puesta en escena digno de una película de terror, entre el maquillaje, las túnicas y las luces, hacen que el espectáculo sea una experiencia difícil de describir puesto que es como EJE... Hay que vivirlo.
Los Noruegos salieron del escenario con Buried by Time and Dust, para volver tras los gritos del público, con algunas de las canciones más antiguas de su repertorio. Para esto cayeron los pendones alusivos a su nuevo trabajo, y dejaron ver que atrás de ellos estaban las fotos del cuarteto clásico, con mención honrosa para Dead y Euronymous, quienes fallecieron en trágicas circunstancias, muy jóvenes, haciendo ver que solo está realmente muerto quien es olvidado, y el legado de ambos sigue más vivo que nunca y girando con la que fuera su orgullosa banda, Mayhem.
Llegaron de vuelta con Deathcrush, desatando la locura del lugar, para seguir con Chainsaw Gutsfuck, y luego dió paso a Carnage, canción con la cual Necrobutcher y Teloch bajaron al foso a tocar encima del público, mientras Attila no dejaba de ondear una bandera Chilena sobre el escenario. Cerraron la noche con Pure Fucking Armagedon, dándole fin a su show en lo más alto de la energía, con un público que aplaudía y gritaba a rabear, dejando en claro que Mayhem tiene su nicho y público fiel esperando en Chile, las veces que deseen venir.
Setlist
Falsified and Hated
To Daimonion
Malum
Bad Blood
My Death
Symbols of Bloodswords
Voces Ab Alta
Freezing Moon
Pagan Fears
Life Eternal
Buried by Time and Dust
Deathcrush
Chainsaw Gutsfuck
Carnage
Pure Fucking Armagedon
Escrito por Ramiro Jorquera
Fotografías por Francisco Aguilar
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