#LiveReview: Persefone en Chile - "No es sólo un salto de fe, es pasión y garra"

 

Llegó marzo, uno de los meses más cargados de cualquier año, debido  que marca el inicio o retorno del año escolar y de gran parte del mundo laboral del país, pero en los último años también significa el regreso con todo de los conciertos a la capital. 

Este viernes era una jornada que ofrecía rock y metal para todos los gustos. Mientras La Florida recibía toda la fuerza y la potencia de Def Leppard y Mötley Crüe, en Ñuñoa el Bar RBX se alistaba para sumergirse en la experiencia sonora que es escuchar a los provenientes de Andorra, Persefone.

Desde las 19:00 hrs el recinto comenzó a recibir uno a uno a los fanáticos que iban llegando y que con cerveza en mano comenzaban a combatir el calor y las altas temperaturas, una hora de previa bien hecha antes de que los nacionales de Inaction tomaran el escenario.

Al ritmo de "Mi Nueva Frontera" la banda local comenzó a retumbar cada rincón del RBX, en una presentación de 40 minutos y que se concentró en su disco La Experiencia de 2023, un excelente trabajo de estudio y que lucieron con orgullo, pese a que el resto de su discografía también es muy destacable.

Un show potente y emotivo, que el guitarrista Nicolás Becker junto con toda la agrupación dedican a la memoria de Jorge Cadenas, fotógrafo que dedicó varios años de su vida al apoyo de la escena nacional. Uno de los momentos más íntimos y bellos de la jornada con el conjunto interpretando "Nunca Nada Fue Real" que tuvo como invitada a Majo de Wewain y que cerró con un momento de silencio, los músicos mirando al cielo tomados de las manos y el público que no interrumpió dicha solemne calma. Rodrigo, sabemos que pudiste ver este homenaje desde donde quiera que estés.

Inaction abrió un show internacional por primera vez y vaya que forma de hacerlo, una performance sumamente potente, donde la técnica de sus guitarristas se hizo sentir en todo momento, siendo un show que buscó integrar al público desde el minuto cero con el carisma de su vocalista Jorge Muñoz y el bajista Francisco Chacana.

El publico está preparado y más que motivado, la fiesta empezó temprano y ahora sólo queda disfrutar del plato fuerte de la jornada. Humildemente van ingresando a ordenar sus pedales e instrumentos y los fanáticos en primera fila no dudan en gritarles y animarlos, algo que no entienden del todo dado que el show aún no ha empezado. Un primer aviso de lo que se venía.

Siendo las 21:00 hrs con unos minutos más comenzó el show de Persefone, quienes entraron de lleno con "Flying Sea Dragons", "Mind As Universe" y "Stillness In Timeless". Un sonido potente y que atrapa (sólo opacado por algunos acoples y un problema en el retorno de la batería), dejan al público en éxtasis de lo que será una jornada brutal y que está recién comenzando.

Marc Martins toma un break mientras se ven los detalles del audio, saluda al público y comienza a anunciar el próximo tema cuando es abruptamente detenido por los cánticos de la fanaticada. Se ve en su cara que esto no es lo que esperaba, que venían a dar un show muy cronometrado y cumplir con lo pactado, pero acá en Chile la cosas son distintas y cuando se adecuó a la locura del público anunció "Prison Skin".


De ahí en adelante empieza otro show, uno donde los andorranos comienzan a entender cada uno de los cánticos - incluso, preguntado qué es "bacán", para atribuirle dicho adjetivo a los presentes - y el público no decepciona cantando y mosheando (pese a lo pequeño del recinto) grandes temas del conjunto como son "Merkabah", "The Great Reality" y "Spiritual Migration".

La gente lo está dando todo, acompañando cada canción con las palmas y headbang, donde "Cosmic Walkers" da un breve respiro antes de la locura que es "Living Waves" y "Katabasis", donde un fanático se me acerca emocionado para decirme "no sé cómo lo hace ese hueón para sonar igual al disco, es imposible" y estoy de acuerdo con la afirmación del extraño. La complejidad de las canciones de Persefone no es menor y que, literal, no se les vaya una habla de la gran calidad de músicos que son estos chicos, incluso con los problemas de batería que afectaron a Sergi, quien se le notaba en la cara lo desafiante que estaba siendo todo. 

Martins anuncia el término del espectáculo y para ello se viene toda la fuerza de "Fall To Rise" y "Aathma: Part III. One With The Light". Ahora muchísimo más en confianza y con un Carlos Lozano que mira a sus colegas y sólo sonríe de la emoción preparan este cierre que invitó a tener el mosh más grandes de la jornada y que tenía casi a los barman del RBX siendo parte de la festa obligatoria.

Termina el espectáculo y es una misión lograda, hubo dificultades pero todo salió espectacular y luego de tomar la típica foto de cierre de show, el público no deja de pedir otra. Esto obligó a improvisar al conjunto, quienes en el escenario se reunieron rápidamente y acordaron jugársela con una más, una decisión ovacionada por la fanaticada y que cerró una jornada bestial al ritmo de "The Majestic Of Gaia".

Persefone lo dijo en muchas entrevistas, este tour era una apuesta, un salto de fe y vaya que les salió bien. Con un recinto casi al 80% de su capacidad, el conjunto se vio empujado por unos fanáticos sedientos de lo mejor de su música, fue una performance que disfrutaron y se notó en cada momento, donde incluso sus guitarristas bajaron a tocar en la cancha con el público y donde Martins se tira para hacer crowd surfing

Lo de anoche con Inaction  y Persefone fue perfecto de principio a fin. Una banda nacional que se mandó un tremendo espectáculo, dejando fuera parte de su repertorio antiguo (y que recomiendo muchísimo escuchar), para jugársela con todo con su último disco y que fue muy destacado por varios portales. Mientras que el número internacional, repasó gran parte de su trayectoria en un espectáculo que los obligó a salirse del molde, a jugar con lo que había en el momento y que saca lo mejor del público y de ellos.

Lo de anoche no sólo fue un salto de fe, porque detrás de estas bandas hay corazón, pasión y garra. Con esos tres recursos siempre puedes salir a ganar y los músicos lo demostraron, haciendo un espectáculo completo de principio a fin que fácilmente puede estar dentro de lo mejor del año, y que incluso para quienes no estaban en Mötley Crüe pueden sentirse más que orgullosos de haber vivido una jornada tan pasional como esta y que fue privilegio para los que estuvimos ahí.

Nos quedamos con la promesa de los chicos de Persefone, "vamos a volver", porque estoy seguro que la voz va a correr y la segunda vez que nos veamos será una locura aún mayor.

Por Felipe Pino Guerrero
Fotografías de Remigio "Mojo" Olivares

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