#Livereview: Candlemass (Capilla Ardiente + Blackflow) - El Pozo de las Almas Febriles

 

    

    Tres veces han venido los padres del Epic Doom a nuestro país, tres veces y con tres vocalistas distintos siendo ésta última con Johan Länqvist, quien grabara “Epicus Doomicus Metallicus” (1986) y no sería miembro de la banda hasta 2018, lo que convertiría ésta tercera visita en algo especial, pero no nos adelantemos que ésta jornada sabbathica extrema tenía dos invitados de lujo, por lo que pasamos a revisar una fecha que cubrió a la Blondie de una niebla condenatoria.

    Blackflow comienza puntualmente dejando en claro la fuerza de los locales, con una sinergia entre peso compositivo y peso interpretativo fueron animando a un público que lamentablemente a esa hora aún era escaso (ellos se lo perdieron), ya que canciones como “Iron to Rust”, que presentaron como un tema de su primer long play sonaban como muestras de mucha energía contenida, “Corrupted” sigue por ese sendero boscoso, pero con una intensión clara mientras que “Indifferent to Others” cierra su set, con una banda totalmente agradecida.


    Capilla Ardiente por su parte es de esas bandas que se dedican a explorar el Doom en su faceta más introspectiva, con canciones largas que hicieron que su setlist sea breve pero contundente al mismo tiempo, incluso regalándonos una coreografía con “Crimson Fortress” con todos alineados, recordaron también uno de sus primeros trabajos con “Coagula”, que en su versión en vivo pega fuerte, y es que desde la intro te manda unos cañonazos directo al alma (en ésta parte me pude percatar que  Johan Länqvist los miraba atentamente desde el costado del escenario). Nos indican que "queda una canción más pero dura como 20 minutos" entre risas e “Into Unknown Lands” cierra un set pesado y potente.


    “Marche Funebre” como ha sido costumbre desde la publicación de “Nightfall” (1987) abre el set seguida inmediatamente por “Mirror Mirror”, siempre lo he dicho, las comparaciones son odiosas pero Johan en los zapatos de Messiah Marcolin, con las guitarras un tono más abajo hizo una pega impecable. “Bewitched” tiene un riff tan icónico que el público enloqueció desde las primeras notas, hablando de riffs, Lars Johansson no estuvo presente en ésta ocasión por lo que Fredrik Åkesson, de Opeth estaba parchando y el solo de “Bewitched” quitó cualquier duda respecto a la integridad de la banda con tal cambio, solo de guitarra que al finalizar nos trajo inmediatamente a “Under the Oak” donde volvemos a apreciar la calidad vocal de Johan. “Samarithan” es un tema que tiene un aura especial y fue emotivo en muchos aspectos, ver cómo la voz amplificada de Johan se fundía con un coro a cancha llena de principio a fin erizaba la piel. Éste reencuentro no sería sólo de canciones clásicas del repertorio de los suecos, sino que también un tema de su último álbum “Sweet Evil Sun” (2022) siendo el tema que lo titula lo único nuevo del set, ya que “Crystal Ball” vuelve a traer sus primeros discos al frente y cierra ésta primera parte con pirotecnia guitarrística de parte de Fredrik, quien se vistió momentáneamente de Eddie Van Halen para lucirse tras las seis cuerdas.


    A éstas alturas el encore no es un extra, sino que algo más que esperado por el público, por lo que la salida con esa sensación de que faltan temas fue corta y “The Well of Souls” abre esta segunda parte, seguida de mi favorita de la banda “A Sorcerer’s Pledge” que nuevamente tenía a la audiencia cantando de principio a fin, y ese coro final, que en el disco tiene una voz femenina fue simplemente electrizante escucharlo por toda la Blondie y terminar con una breve sección instrumental donde las guitarras se lucieron, algo que me recordó un tanto a “Into The Unfathomed Tower” y dar paso a “Solitude”, posiblemente el tema insigne de la banda, que todos coreamos a todo pulmón, para que la banda se retire, ésta vez de forma definitiva.


    No me gusta mucho hacer éste tipo de reviews desde la mirada de un guitarrista, pero se me hace necesario en ésta ocasión, ya que en ésta visita de Candlemass había algo distinto que, según yo, tiene que ver con dos cosas muy concretas, la primera es, como dije antes, Candlemass ahora tocan en Do#, un tono completo más abajo que sus discos clásicos, pero había algo en la distorsión también que hacía que sonaran un poco más pesados, me aventuraría a decir que las guitarras tenían algo de Fuzz, incluso algo más que sus trabajos más recientes, lo que convirtió ésta fecha no sólo en una oportunidad para revisar los temas clásicos de la banda, sino una oportunidad para oírlos en un estado casi reinventado.

    Más allá de aspectos técnicos lo de anoche fue simplemente una fecha inolvidable para los amantes del Doom, ya que pudimos disfrutar de Candlemass como no los habíamos visto antes con la adición de Längqvist en la voz, con un Leif Edling bien animado, incluso mencionando lo buena que es la cerveza de acá y toda la banda mostrándose muy agradecida (y en ocasiones casi estupefacta) del cariño de un público que se entregó tanto como la banda misma, convirtiendo a la Blondie en el Pozo de las Almas Febriles.


Setlist Candlemass:

01 - Marche Funebre
02 - Mirror Mirror
03 - Bewitched
04 - The Bells of Acheron
05 - Dark Are the Veils of Death
06 - Samarithan
07 - Sweet Evil Sun
08 - Bearer of Pain
09 - Crystal Ball
10 - The Well of Souls
11 - A Sorcerer's Pledge
12 - Solitude

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