#LiveReview: The Winery Dogs y Velvet Chains en Chile: Nada que temerle a "los grandes"





    Semana cargada de eventos. El martes 25 de abril, The Winery Dogs regresó a Santiago de Chile para engrandecer la enorme oleada de conciertos del último mes. Pudo ser solo un concierto más, y de hecho lo fue, pero hay que destacarlo como un gran show que perfectamente podría ser parte de los enormes carteles que tienen a bandas como Kiss y Kreator llenando los recintos capitalinos. 

    El trío compuesto por Richie Kotzen (impecable voz en todo momento), Billy Sheehan y Mike Portnoy, llegó en compañía del quinteto Velvet Chains, banda que en 2022 estuvo nominada a los premios Pulsar en nuestro país. 



    Velvet Chains se convirtió en una de las primeras sorpresas de la noche. El quinteto formado en Las Vegas que lleva dos chilenos en su formación, tocó ante un tremendo marco de público que, al igual que la agrupación, sorprendió tras llegar no solo en buen número, sino que también a una hora prudente para disfrutar tanto del show de apertura como del plato principal. 

    'Wasted', 'Pass The Disease' y 'Back on The Train' fueron los primeros cortes que la joven agrupación (mezcla chilena y mezcla estadounidense) presentó en el Coliseo, para luego dar paso a un homenaje al gran copión de Forrest Gump, Elvis Presley, con su clásico 'Suspicious Mind', dándole un toque de Las Vegas al evento. Aunque de Las Vegas acá poco y nada. Quizás por La Vega Central o las máquinas tragamonedas llenas de abuelas en el Barrio Franklin, pero eso nada más. 

    El público chileno tuvo la fortuna de ser el primero en escuchar 'Eyes Closed', tema no lanzado aún por el quinteto y que fue presentado anoche de forma exclusiva, corte con tintes de un grunge noventero y un hard rock de la misma época, recordando a grandes bandas de aquellos tiempos que -creo- no es necesario mencionar. 


    Ro Viper demostró una gran calidad vocal, poniendo fin a su presentación con 'Last Drop' y 'Tattoed'. De momento, Velvet Chains posee "Icarus" como su único larga duración. Pero ojo, porque están pisando fuerte en su escena y, aún así, demostraron una gran humildad sobre el escenario, factor que siempre será bienvenido en un mundo en donde abundan el chaqueteo y la mala onda. Bien por Velvet Chains, telonero más que adecuado que merece estar junto a los grandes de The Winery Dogs y, porqué no, estar pronto presentándose en solitario en Chile junto a un nuevo trabajo discográfico que, personalmente, quiero escuchar lo antes posible. 

    Uno personalmente podría detenerse a pensar que The Winery Dogs sería solo un show más entre el enorme montón de eventos que hay en estos días, y que además, difícilmente sería la prioridad sabiendo que hubo Metal Fest hace solo dos días, y en 5 más habrá un Masters of Rock junto a otros "mostros" de la música del diaulo. No fue así, ya que cerca de las 20:30 y con Velvet Chains aún en escena, el Teatro Coliseo ya daba luces de un sold out y porqué no, casi un show sobrevendido. 


    Era tanta la cantidad de público, que quien les escribe tuvo que buscar un lugar más cómodo en los palcos. Porque claro, con una lesión en el brazo entre tanta gente, se volvió algo complicado estar junto a la loca fanaticada chilena en una cancha. Tampoco fue fácil situarse en los palcos, incluso  hubo discusiones entre los fans por buscar un lugar más cómodo. 

    Con 'American Band' de Grand Funk de fondo, los "caninos" se aprontaban a salir al escenario, desatando toda su energía con 'Gaslight' en el primer corte escogido para deleitar a la fanaticada local, y que ha sido su tema de apertura en toda esta gira que los ha traído nuevamente por Sudamérica. 

    De entrada con 'Xanadu' y 'Captain Love', el trío de músicos que parece que algo saben no necesitaba mostrar sus credenciales para echarse al público al bolsillo. Siguieron 'Hot Streak' y 'Desire' para seguir encendiendo esa caldera en la que se transformó el Teatro Coliseo.



    Ver a Billy Sheehan en las cuatro cuerdas fue un verdadero placer para mí personalmente, ya que disfruto mucho cuando el bajo toma un protagonismo mayor que el resto de los instrumentos. Aunque acá de opacar al resto, nada. Imposible, teniendo en cuenta que Mike Portnoy y Richie Kotzen son quienes terminan de componer aquella poderosa agrupación. 

    Sin muchas intervenciones y sonando -muy- fuerte, The Winery Dogs continuó con 'Breakthrough', 'Time Machine' y 'Stars'. Mientras tanto en los palcos, los fans continuaban con sus "Oye, hueón, córrete de ahí que no veo nada", aunque era solo un pequeño piño. El resto sabe que ESTÁS EN UN CONCIERTO y a veces es normal que alguien te estorbe la vista. En fin, 

    'Damaged', 'Mad World' y 'The Otherside' encendieron más aún a un público que parece que sigue prendido desde el domingo 23. ¿Es posible eso? claro que sí. Con esos "mostros" en el escenario ¿Quién no se prendería?

    Tiempo para una pequeña pausa, donde Billy Sheehan dejó en claro porqué es uno de los más grandes y respetados bajistas de la actualidad, mostrando un impecable solo que dejó boquiabiertos a quienes nunca tuvimos la dicha de verlo en vivo, para luego seguir con 'The Red Wine', 'I´m no Angel' y el punto más fuerte de la noche -personalmente hablando- con 'Oblivion', donde el talentosísimo Portnoy desplegó toda su energía en los tarros. 


    Breve pausa nuevamente para finalizar el show con 'Regret' y 'Elevate', cortes que pusieron fin a una jornada redonda y llena de rock del bueno, pese a que solo un par de kilómetros más abajo se presentaba Stone Temple Pilots en el Teatro Caupolicán, demostrando que The Winery Dogs está a la altura de cualquier banda de gran renombre e incluso de algunas que en su tiempo fueron muy moda (sin afán de ofender ni de criticar las modas). 

    Con toda esta semana agitada y llena de shows, podríamos decir que el trío de virtuosos músicos vino a engrandecer más aún la enorme cantidad de bandas que han pisado suelo nacional en los últimos ocho días. Punto aparte la calidad sonora del recinto que, en muchas ocasiones y por más bueno que sea el artista, no acompaña mucho, porque pese a ello, The Winery Dogs demostró que está apto para pararse en cualquier recinto emblemático del gran Santiago. 


Escrito por Bastián Gómez 
Fotografías por Mario Miranda







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