En una reciente entrevista con Music Radar, Danny Carey, el renombrado baterista de la banda de rock progresivo Tool, arrojó luz sobre la naturaleza desafiante de sus canciones para los bateristas. Si bien se reconoce ampliamente que ninguna de las canciones de Tool es fácil en la batería, Carey señaló algunas pistas en particular como especialmente exigentes cuando se interpretan en vivo.
Según Carey, una de las canciones más físicamente exigentes para él es "The Grudge" del álbum de la banda de 2001, Lateralus. Explicó que el uso intrincado de Tripletes Suizos y técnicas de doble bombo en la canción puede hacer que sus manos se le acalambran, especialmente si la banda no está en plena forma de gira. "The Grudge" requiere resistencia y destreza técnica, convirtiéndola en una pieza formidable para cualquier baterista.
Carey también mencionó dos canciones del álbum de Tool de 2019, Fear Inoculum, como especialmente difíciles de tocar en vivo. Señaló "Invincible" y "7empest" como las canciones más complicadas debido a su falta de familiaridad. Como baterista experimentado, Carey enfatizó que adaptarse a los ritmos y patrones únicos de estas canciones requiere un esfuerzo adicional de su parte.
Para los fanáticos de Tool y los bateristas aspirantes por igual, los conocimientos de Carey brindan una comprensión más profunda de las complejidades involucradas en tocar su música en vivo. El compromiso de la banda de empujar los límites musicales es evidente en las demandas técnicas que se les exige a cada miembro, con Danny Carey mostrando sus habilidades excepcionales y adaptabilidad detrás de la batería.
Mientras Tool continúa cautivando audiencias en todo el mundo con sus cautivadoras actuaciones, queda claro que su música presenta una experiencia emocionante y exigente para toda la banda, reafirmando su estatus como uno de los actos más innovadores y desafiantes en la música rock.
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