Puede que el título de esta reseña parezca un poco cursi, pero lo cierto es que, con la ola de frío que estamos experimentando en Santiago, el clima está calando hasta los huesos. Los resfriados están a la orden del día y, ante el aumento de la automedicación con medicamentos como Tapsin, Nastizol y muchas otras pastillas para aliviar los malestares, un espectáculo tan íntimo y emotivo como el que presenciamos anoche sirve para sobrellevar un poco este gélido martes.
La jornada comenzó a cargo de la agrupación nacional Kiepja, un trío de mujeres músicas que se ha encargado de revivir y mantener viva la llama de nuestras raíces indígenas. No es casualidad que lleven el nombre de Lola Kiepja, en honor a la última chamana Selk'nam.
La presentación de Kiepja, quienes están presentando su último lanzamiento de estudio titulado "Maga", con canciones como "La Luz del Universo", fue impactante. Lograron teñir el Club Blondie con un aura mágica y mística gracias a su sonido ancestral, el cual remueve las fibras más profundas de nuestros antepasados. No es solo el retumbar de la batería y el bajo, es nuestro propio origen el que se manifiesta. Es nuestra condición, nuestra historia de sincretismo cultural, ocultada por el eurocentrismo de la sociedad occidental, pero que se encuentra latente ante estos sonidos. Fue un verdadero ritual de reencuentro, de volver a sentir, de resignificar y de desplazar y reconstruir el significado de nuestra herencia.
Con un Club Blondie totalmente abarrotado y agotado por completo, comienzan a aparecer los músicos de Haggard, ocupando todo el escenario. Después de algunos pequeños problemas con el sonido, dan inicio a una noche extenuante, emotiva e íntima.
¿Por qué? Haggard no se había presentado en Chile en los últimos 14 años. Si bien es cierto que la banda no ha lanzado nuevo material desde entonces, era imperativo un regreso para repasar toda su historia, y así lo esperaban sus fanáticos, quienes agotaron todas las entradas.
La banda no escatimó en tiempo, ya que lo más importante son sus seguidores y fanáticos, muchos de los cuales los han seguido durante más de 20 años (según cuentan algunos, no puedo confirmarlo, solo queda creerles). Por lo tanto, 18 canciones en más de dos horas y media era necesario en estas circunstancias.
El frío golpeaba fuertemente en el exterior, pero en el sótano de la Blondie, el calor se sentía con fuerza gracias a clásicos como "In Fullmoon Procession", "The Sleeping Child" o "The Final Victory". Con estas canciones, los alemanes nos llevaron en un gran recorrido no solo por su discografía, sino también por esa especial mezcla entre música docta (no diga más clásica), toques propios de una feria medieval (pero sin las puñaladas) y metal, elementos que encajan muy bien en su estilo, etiquetado muchas veces (a pesar de que detesto las etiquetas) como Symphonic Metal. Ellos son uno de los grandes estandartes de este movimiento.
Ahora bien, no pretendo destacar la majestuosidad, virtuosismo o ejecución de los músicos, ni usar un sinfín de adjetivos que se pueden encontrar en otras reseñas. Repetir y enfatizar lo mismo me parece realmente innecesario. ¿Mis razones? Son muchos y variados integrantes en la banda, lo cual hace que resaltar la perfección musical sea algo obvio considerando su historia. Prefiero destacar otros aspectos que parecen más relevantes para aquellos que estuvimos allí.
Dicho esto, lo interesante de Haggard, y de esta presentación en particular, no es solo la mezcla musical que logran fusionar, junto con sus letras históricamente interesantes, como el recuerdo del gran Galileo Galilei en "The Observer", sino también los sentimientos que logran transmitir y la conexión con los asistentes que fue evidente durante todo el espectáculo. Los fans vitorearon en todo momento e incluso le cantaron "Cumpleaños Feliz" al guitarrista Claudio Quarta en español e inglés.
Dentro de todo esto, destaca la figura importante de su fundador, artífice, líder y vocalista, Asis Nasseri, quien, de manera muy humilde, durante todo el show, se encargó de crear un ambiente mucho más cercano con la audiencia, agradeciendo en todo momento a quienes los acompañaron tanto en esta ocasión como en 2009. Su cercanía fue tal que incluso bajó a la pista de Blondie, marcando uno de los momentos más destacados de la noche.
Pero eso no fue todo, también es importante destacar la sorpresa y la intención que tenían para sus fans en Chile. Después de dar un discurso de "todos son bienvenidos, nunca hemos querido hacer de esto algo político", procedieron a interpretar el himno de Chile, que fue cantado por todos. Esto solo me hizo recordar una de las muchas formaciones en el colegio a las 8 de la mañana, un trauma personal, lo siento.
Para concluir esta fiesta y el concierto, Haggard tenía una última sorpresa preparada con una invitada especial, Lulyta Garza, quien se subió al escenario del club para interpretar la canción en español "Hijo de la Luna", original del grupo español de pop Mecano. Esto puso el broche final de emoción a esta noche invernal.
Como una pequeña anécdota y parte de la reflexión final, al momento de tomar la foto de despedida con los asistentes, hubo una falta de coordinación con una persona, pero mientras se estaban despidiendo, comenzó a sonar música, lo que hizo que la emotividad se perdiera por un momento.
Fue el mismo Nasseri quien tuvo que llamar la atención al sonidista y luego nos recordó que aquellos que hacen posible los shows no son solo los músicos, sino también aquellos que asisten a verlos y les brindan su apoyo durante años. El show estuvo lleno de emociones y sentimientos, primero de re-encuetro y re-significado con nuestras raíces ancestrales, pero también con el fanatismo y cercanía. Todo esto ayudó y ayuda a dar un poco de calor en medio de esta ola polar que estamos viviendo, no solo a nivel climático, sino también como individuos cada vez más encerrados en nuestra propia individualidad y egoísmo.
Offtopic: Esto último fue pensando mientras me dirigía a descansar, escuchando un especial mix de cumbias y salsas extremadamente corta venas, cebolleras y depresivas, solo espero que el sujeto que ejerce de transportista menor de pasajeros supere sus penas de amor prontamente.
Para quien le interese, les dejo el setlist de Haggard:
- In a Fullmoon Procession
- Per aspera ad astra
- Of a Might Divine
- The Sleeping Child
- La Terra Santa
- The Hidden Sign
- Prophecy Fulfilled
- In a Pale Moon's Shadow
- Heavenly Damnation / The Final Victory
- Tales of Ithiria
- The Observer
- Awaking the Centuries
- Seven From Afar
- Herr Mannelig
- Upon Fallen Autumn Leaves
- Chile's National Anthem
- Eppur si muove
- Hijo de la Luna
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