Ante de comenzar con esta review, me es imperioso dar un poco de contexto al título escogido, y es que no estoy hablando ni mucho menos diciendo que Pascu y Rodri sean un símil a grandes poetas como Vicente Huidobro o Gabriela Mistral, sino que estoy yendo miles de años hacía atrás, al origen mismo del género, y es lo que creo que reviven y reversionan, de manera espectacular, este duo español.
La poesía, según su origen etimológico, es una palabra griega para representar el acto de hacer o, más bien, crear algo a través de las palabras. Considerada, por su puesto, en su momento, como la creación artística y cultural más elevada e importante dentro de una polis griega, debido a su inmenso valor representativo y significativo de los valores religiosos y morales de aquella época.
La poesía tocaba diversos temas, por lo que los estudiosos de la materia han dividido su género en tres: épica, lírica y tragedia. Para no hacer un repaso innecesario y aburrido, quiero decir que Destripando la Historia, claramente, cae dentro de la épica, que es la que relata historias sobre aventuras, peripecias y batallas épicas de héroes y/o deidades del panteón griego.
Dado este contexto, vamos directamente a lo ocurrido anoche en el Teatro Caupolicán.
La jornada, hay que decirlo de una vez, y con el respeto de todos, no era algo infantil ni para niños, niñas o adolescentes, sino que era para todo espectador y creo que es importante dejarlo en claro desde el inicio, pues el show se promociona, de manera un tanto errónea, como un concierto infantil, pero no es así, sobre todo si tenemos en cuenta y prestamos suficiente atención a las letras y a los temas relatados en las canciones de Destripando La Historia, e incluso a las declaraciones de sus miembros.
¿Por qué digo esto? porque creo que, si bien la banda nacional Sinergia Kids (a quienes no había tenido el placer de ver en su versión infantil), logró prender al público, los hizo saltar, bailar y corear todas sus canciones, creo yo, y desde donde lo pude ver, los asistentes se sabían todas las canciones que Sinergia (en su versión “adulta”) tocó, es más, cuando tocaron “Hágalo Bien” en su versión “Lávese Bien” mucha gente cantó la letra original, con las chuchadas incluidas, que, para mi, son mucho menos fuerte que escuchar que hay un Dios que anda por Grecia teniendo hijos y es un golfo (sutro en buen chilensis).
Pero, fuera de mi comentario personal, la banda Sinergía ha hecho un excelente trabajo con su versión infantil, las dinámicas con el público hacen de esta presentación lo que a muchos nos hubiera gustado tener en un cumpleaños hace 22 años atrás, donde el cassette que se escuchará, una y otra vez, fuera una fuerte dosis de rock/metal nacional. Esto posiciona a Sinergia Kids como uno de los más importantes shows nacionales infantiles, a la altura, creo yo, de lo que proponen Hevisaurus en Finlandia.
El Teatro Caupolicán poco a poco comienza a ponerse a tono para el “Loki Tour”, llenándose de gente variopinta, con merch, peluches, carteles e incluso algunos más osados personificando y haciendo cosplay de sus dioses/personajes favoritos de Panteón de Destripando la Historia, cuando Pascu y Rodri salen al escenario con toda la energía que siempre transmitieron en sus vídeos, con un gran acompañamiento de luces, con un increíble juego de pantallas expandidas que hacen notable la experiencia visual. Punto aparte la musicalización, no solo por la inclusión de una sección de cuerdas y bronces para los shows en vivo, sino que los arreglos en vivo para poder unir todas las canciones sin hacer demasiadas pausas, manteniendo una continuidad musical.
Ahora, más que describir las 20 canciones, una a una, como es habitual, voy a tratar de darle una vuelta a lo que significa este proyecto. Destripando la Historia se ha caracterizado, desde sus inicios, no solo por sus grandes arreglos musicales, que muchas veces recogen inspiración o “parodian” si se quiere usar esa palabra, de grandes bandas y temas clásicos variadisimos como Abba, Kathy Perry, Bon Jovi, Imagine Dragons, Aqua, Rick Astley, o, incluso Rhapsody, sino que además el rigor y lo estudioso que son para crear las letras.
Sí, una canción se compone de letra y música, y, claro, sin un ritmo pegadizo tal vez no se logre mucho, pero hay que darle gran atención también al estudio y, por supuesto, las rimas, lo que no siempre es sencillo. ¿Por qué destaco esto? porque desde el día 0 las canciones de Pascu y Rodri han tenido una sola línea, contar, de una manera rápida, sencilla, y ojala para todo público, las verdaderas historias detrás de grandes historias y ahora de las deidades, siendo un gran golpe efectivo contra el Ratón Monopólico que tergiversa un poco las historias para hacerlas calzar con sus producciones.
Todo lo que cuentan de los diversos dioses, que es muy apegado a la mitología real y tal como se encuentra transmitida, no escatima en demostrar lo humano que eran construidos los dioses, con, obviamente, uno que otros sentimientos y pasiones exageradas, pero básicamente son deidades con sentimientos mucho más humanos de lo que nos cuenta: odio, lujuria, alegría, pasión, celos, venganza, y el iniciar guerras sin el más mínimo sentido, ¿hay algo más humano que eso? y vaya que es complejo poder condensar en 2 a 3 minutos el sinnúmero de pasajes que puede tener un mito.
A eso hay que sumarle la gran dificultad de que debes hacer que tus letras, no solo sean aptas para todo público, piensen que se deben adaptar pasajes de guerras y mucha lujuria por parte de los dioses, sino que también pegadizas, es cosa de ver la recepción del público ayer con canciones como Zeus, Hércules, Hera o Afrodita, que fueron cantadas a todo pulmón, sino que los momentos más emotivos con las baladas Demeter o Baldúr, que fueron acompañadas por las luces de los celulares.
Seré majadero, es increíble, imaginen tener que contar historias como las de Thor, al ritmo de un potente power metal, o la de Loki, llenas de muerte, sangre, traición, peleas con serpientes gigantes, relaciones sexuales con un caballo, locura, o castigos como atarte a una piedra con las tripas de tu propio hijo, lo que desata la gran guerra del fin del mundo, Ragnarök, todo eso en tres canciones que cantas a todo pulmón con ritmos pegadizos, simplemente genial.
Por eso es que, sostengo que Destripando la Historia vino a re-significar la Poesía, antes el poeta sólo escribía y esperaba que sus historias fueran interpretadas en el teatro griego o, como dijo la madre de Kvothe, en el libro En El Nombre del Viento: “Un poeta es un músico que no sabe cantar. Las palabras tienen que encontrar la mente de un hombre si pretenden llegar a su corazón, y la mente de algunos hombres es lamentablemente pequeña. La música llega al corazón por pequeña o acérrima que sea la mente de quien la escucha.”
Destripando La Historia, el gran hijo de Pascu y Rodri, además de su Pizza con Piña, logra una notable mezcla de ambas cosas, música que llega al corazón y la mente de todas las personas, de manera que podamos conocer un poco más de la mitología de las civilizaciones antiguas, esperemos que sigan expandiendo el Panteón y podamos disfrutar, muchos años más, del gran proyecto épico de este dúo español que volvió Lokis a todo el Teatro Caupolicán.
Fotografías: Felipe Pino
Review: Gonzalo Ruiz
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