La escena nacional se siente cada día más vibrante, con más unión y más energía, como no se veía hace años. Si bien aún falta mucho camino para tener una escena robusta y hermanada como la que soñamos, cada paso va sumando y la tocada de Sectarian junto a Cries en MiBar era uno de ellos, así que no queríamos quedarnos ausentes de esta velada de guitarras distorsionadas y partimos al barrio italia para presenciar esta brutalidad.
Con un público que fue llegando lentamente pero con consistencia, poco a poco fue llenando el espacio del segundo piso de este bar que se ha vuelto un corazón palpitante de metal nacional. Para cuando saltó Sectarian a iniciar la noche, ya estaban todos con su bebestible en la mano, impacientes por escuchar buen metal, y obviamente este cuarteto no los decepcionaría, golpeando fuerte desde la primera canción.
Sectarian, banda relativamente nueva en la escena nacional, y digo relativamente porque llevan desde el año 2017 tocando de manera itinerante por Santiago, por lo que se paran sobre el escenario como una gran banda consolidada y demuestran que tienen credenciales de sobra para posicionarse donde están, del porque telonearon a Deafheaven, y del porque tienen una fanaticada que los sigue hasta acá.
Con un metal moderno y pesado, a ratos death, a ratos groove, con momentos de tremolo picking y blast beat incesante, Sectarian tiene repertorio y desplante para pararse donde sea. Sus guitarristas se mezclan y entrelazan a la perfección, brillando cuando hay que brillar y acompañándose en los riffs dé breakdown hasta el -10. Un vocalista con un desplante potente que se come el lugar y su voz resuena hasta en el último rincón de MiBar, y su baterista… una máquina brutal con dobles bombos y fills que te golpean como un upper cut directo a la quijada.
Gran Banda con un futuro prometedor y que demuestra que la escena nacional está más vibrante que nunca, subiendo el nivel y calidad de la bandas año a año. Si bien aún se encuentran promocionando su primer EP llamado "The Core" (2021), ya están trabajando en su primer larga duración para este 2024 y sin lugar a dudas lo quiero escuchar, 4 jumbitos para los cabres.
Luego llegó el momento de que Cries se lanzara al escenario con un show de larga duración, de altos riffs, y muy recargado a la brutalidad, como nos tiene acostumbrados. Los oriundos de la quinta región no decepcionan y sus rugidos se harían escuchar en todo el Barrio Italia.
Con una larga carrera a cuestas, dos álbumes a su haber, y giras internacionales, Cries ya conoce de memoria el recorrido para conectar con su público y que ninguno quede sin mover la cabeza y el cuello, con un nivel técnico tanto en la composición como en la ejecución, es una banda que se disfruta ver en vivo. A pesar de los problemas técnicos que tuvieron con el bajo, estás tan sumergido en la brutalidad de la banda, que ni siquiera se notaron sus minutos de ausencia.
Solos vertiginisos, una batería como un metrónomo y los gritos de Rod que pasan del agudo al bajo como si fuera fácil, de verdad que es una banda que tiene su lugar muy merecido y a pie firme siguen avanzando hacia la cima. Líricas creativas que tornan crímenes brutales en el acompañamiento perfecto para melodías sacadas del inframundo.
Repasaron parte de sus dos álbumes, dejando muy poco espacio para errores, y entre muchos agradecimientos entre tema y tema, seguían golpeando sin cesar con su Death Metal, que mezcla lo técnico con lo moderno, dándole una frescura vigorisante al estilo y abriendo la puerta a una camada de muchas bandas nuevas que vienen a reafirmar esta mixtura.
Cries en vivo es un gran bofetón en la cara, que se paran sobre el escenario a dejarlo todo con tanta pasión, que es difícil no conectar y no sumergirte en este espiral de agresividad que vienen a ofrecer. Definitivamente es un imperdible de la nueva escena nacional, y yo que los he visto en varias ocasiones ni si quiera dudo en volver a repetirme el plato.
Escrito por Ramiro Jorquera
Fotografías por Rene Bravo
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