Dicen por ahí que siempre el tiempo te da la razón y con Post Malone anoche, comenzando su gira en Latinoamérica, quedó claro que la nueva generación de músicos no sólo tiene algo valioso que aportar, sino que también están cambiando la forma de ver la música.
Tal vez esto puedan ser palabras mayores para algunos lectores, pero lo vivido la noche del 29 de agosto en el Estadio Bicentenario de La Florida es prueba de que los nuevos artistas están permitiendo disfrutar la música como debería ser, sin etiquetas y sin cuestionamientos. Descuida, te voy a explicar esta afirmación, pero para ello tengo que contarte sobre el show de anoche.
Comenzamos cercano a las 20:00 hrs, para que uno de los pioneros del género urbano en el país saliera a demostrar de qué está hecho. Se trata de Pablo Chill E, quien sin muchos detalles en el escenario y acompañado de un coro y su DJ salió a prender a todo el público del lugar.
Al ritmo de "Singapur" o "Vibras", el "Shishiboss" hizo saltar a todo el recinto de La Florida, que ante su derroche de energía se sumaba a cantar cada verso y a saltar en una cancha que no dejaba de moverse. Pablo siempre está conversando y saludando al público - con una honestidad que saca aplausos y carcajadas - siendo una de sus frases célebres de la noche "yo no le teloneo a cualquiera, pero a Post Malone obvio que sí".
Lo que quizás por muchos puede ser un acto de agrandarse, al mismo tiempo es un desafío al público, ahora tiene que demostrarnos que se la puede y la verdad (desde mi criterio) cumplió con creces.
Es tercera vez que veo a Pablo Chill E en vivo y cada vez se supera más y más. Este no era su público al cien por ciento (esto lo explico al final porque será bien importante), pero siempre les agradece el respeto y no duda en dejarlo todo, sacando el mejor arsenal de su discografía con "Hablamos Mañana" y "Big Cut".
"Si así teloneo, espérense al 12" anunciando su próxima fecha para noviembre y que ya a esas alturas tenía al estadio rendido a sus pies. Un músico inagotable y que trajo todo su flow para calentar la noche y que cerró fuerte con "My Blood" y "ShiShi Gang". Un show de telonero, que sabía sus tiempos y su rol, y cumplió con creces ante un público muy distinto y muy variado.
Para que te hagas una imagen de lo que pasaba a esa hora. Yo estaba en la cancha y no te sabría decir que tipo de fanático había. Veías desde poleras de 2Pac, Wu Tang Clan a otras de Sex Pistols, Mötorhead e incluso Carcass. Algo que iba acompañada de la música ambiente del recinto y que saltaba entre country, pop, hip hop, rock y metal (con mención honrosa a Panic! at the Disco y que hizo cantar a la gente con "I Write Sins Not Tragedies").
En esta amalgama de público y generaciones es que a las 21:00 se apagan las luces. Post no viene solo en esta pasada, sino que un cuarteto de cuerdas abre la noche y poco a poco su banda en vivo comienza a tomar posición para que Austin Post salga con la camiseta de la selección y haga a todo el mundo vibrar con "Better Now" y "Wow.".
Nuestro querido Posty ya está en escena y los gritos y muestras de cariño se multiplican por todos los rincones del estadio. Agradece cada vez que puede a su fanaticada y comienza a desplegar todos sus recursos en escena, que van desde los bailes más improvisados hasta el deleitarnos con una voz súper moldeable a sus éxitos como "Psycho", "Goodbyes" ,"Mourning" o "I Like You (A Happier Song)".
La brecha generacional y de estilos se rompe a cada momento y para "Take What You Want" aparece nuestro querido Príncipe de las Tinieblas, Ozzy Osbourne, desatando los gritos del estadio y que llevan a Posty a nuevos horizontes, con una banda sonando heavy y con guturales en su voz en "Rockstar".
La entrega es única y sus seguidores no pueden más de la alegría, lo llenan de gritos de "i love you", de girasoles e incluso una polera de Colo Colo (que vistió durante casi todo el show). Sin embargo, la humildad de Austin es algo que se ha destacado en todo el mundo y Chile no fue la excepción, donde subió a un fanático (Juan) para poder abrazarlo. El chico sin tener idea de inglés nos hace reír a todos y Posty logra que nos ayude para interpretar "Stay" en un momento realmente precioso y que terminó con el cantante regalándole su guitarra acústica. Espero de corazón que Juan se haya recuperado del impacto que le causo la noticia y que nos sacó risas a todos.
Post Malone es tan cercano que es difícil no sentir cada emoción que hay tras sus canciones, llenando de luces el recinto para "Overdrive" o haciendo cantar a todos los corazones rotos con "I Fall Apart". Es intenso en cómo vive cada canción y le pone pasión a cada nota, grito o paso de baile. Todo en una performance con su banda súper fluida y que toma pocos descansos para pasar por singles como "Wrapped Around Your Finger" y "Circles".
Ya para la parte final, Posty nos hace viajar en extendido a su debut con Stoney y que fue coreado por todo el recinto con éxitos del calibre de "Too Young", "White Iverson" y "Congratulations" (con fan action de globos volando por la cancha). Un show breve pero lleno de emoción y que sólo deja caras de felicidad en los asistentes.
Pero seamos claros, esto no era suficiente y el público clama nuevamente por Posty para una última canción, donde "Sunflower" y "Chemical" hacen cantar y bailar a todo el recinto en una despedida emotiva - que termina con Austin saludando a los fans luego del show en la barricada - y con un recinto que llena de cariño al norteamericano.
Lo dije al principio, es importante destacar la gran variedad que había en el público. Pablo Chill E lo anunciaba al principio de su presentación, "yo sé que acá hay un público muy variado que escucha de todo, pero gracias por el respeto y por disfrutar mi música". Acá no había caras raras por cómo estuvieras vestido, todo lo contrario, acá todos disfrutaban la variedad musical.
Son los aplausos que recibieron cada uno de los artistas o el griterío que se produce cuando aparece Ozzy o Post hace guturales. No se trata de ser "trv", se trata de aceptar el talento del otro y disfrutar la música en todas sus formas, con el género que sea (y que quedó en claro con la música que habla en el recinto durante la espera) y bailando siempre como lo sientas. Una fiesta que invitó a todo el mundo como dijo Posty y cumplió con su promesa, incluso con Ateez (banda de K-Pop) de público en la cancha del recinto.
De verdad, Post Malone logró convocar una cantidad de fanáticos impresionante para el poco tiempo que tuvo el show, no fue un sold out, pero si fue una alta convocatoria. Un detalle no menor considerando que para su paso por Lollapalooza mucha de la prensa no tenía idea quién era (donde muchos de los medios ni siquiera lo mencionaban y que habla de lo desactualizados que son algunos), pero que ahora les demostró que estaba por buen camino y destinado al éxito que vive hoy.
Regresó en gloria y majestad con una discografía impecable, pero también con
un Pablo Chill E que se sigue creciendo y demuestra toda su calidad en escena
en cada espectáculo. Pero sin duda alguna, lo que más cautiva de estos artistas
no sólo es el talento, sino que su humildad, que es palpable en todo momento y que hacen más satifatorio este show luego de haber sido cuestionados e ignorados por varios en el pasado (pese a que venían haciendo las cosas bien).
Hoy en día ambos músicos tienen su éxito más que merecido, pero no sólo eso, sino que llevan a varios fanáticos a expandir sus horizontes musicales y nos recuerdan que no importan las diferencias, la música es para disfrutarla, para pasarlo bien y entre todos mucho mejor.
Por Felipe Pino Guerrero
Fotografías de Andie Borie cortesía de DG Medios
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