Metal, música sinfónica y ska ¿Cómo !#$%& es posible mezclar todo eso? Bueno, los amigos de Atenea nos ayudarán a responder esa pregunta y es que la productora nacional a cargo del show de Cradle Of Filth y 8 Kalacas se suma a la corriente internacional de ir rompiendo las barreras musicales y de garantizar un show más allá de las etiquetas.
Vamos años atrás, donde todo lo que no era Black Sabbath era criticado, porque seamos honestos en el metal es donde está probablemente una de las fanaticadas más puristas. Cada subgénero del metal que fue apareciendo con los años fue duramente criticado por seguidores del que estaba antes. Así fue como durante años se alimentaron rivalidades entre amantes del thrash, del black, del glam o del progresivo.
Pero en la realidad ¿qué tanto sentido tiene esta pelea? Claro, en sus años era una forma de defender a un estilo que era constantemente discriminado por la prensa y los medios, que tenía poca exposición y que debía defenderse con garras y dientes para poder emerger.
Los años han pasado y dicho fanatismo tipo hooligan parece ir en retirada y es que los tiempos modernos no sólo traen mayor apertura, sino que permiten conocer diferentes horizontes, pero más importante transparentarlos.
Un ejemplo de esto son todos estos programas o videos que muestran a los músicos compartiendo sus vinilos o recomendando música. Acá te dejo uno realizado por Revolver junto a Randy Blythe (Lamb Of God) una de las voces más importantes para el metal a finales de los 90's y 2000's, que debía batalla de frente al grunge y que sus influencias van desde el blues hasta el reggae.
Si bien estos datos siempre han estado ahí, los fanáticos por algún motivo deciden mirar al lado y hacer como sólo hay metal y más metal. Los mismos músicos de Celtic Frost lo dijeron hace años "existen más colores oscuros además del negro" y así fue como encontraron influencia para crear los cimientos del black metal en conjuntos como The Cure, Depeche Mode, Sisters Of Mercy o Siouxsie and the Banshees.
Son esas influencias las que ayudaron a forjar cientos de subgéneros nuevos, entonces ¿por qué no convivir con ellos? Probablemente fue algo muy motivado por la rebeldía adolescente y de querer que esto se conservara puro, pero ya en pleno 2023 la idea parece obsoleta.
Años atrás festivales como Lollapalooza en Chicago comenzaban a empujar esta barrera y décadas después los tenemos en Chile con Metallica compartiendo el headline del evento en el país junto The Weeknd, uno de los artistas boom del pop y R&B en el mundo. Por lo tanto, ya no vale tanto la pena resistir y ser tan puristas, quizás debemos abrirnos al exterior.
Pero no, nos seguimos quejando por los carteles en el teclado y agotamos las entradas, algo muy parecido al Metal Fest del año que quieras con la banda que no sea Thrash o Death.
El metal es un subgénero que llama muchísimo la atención, ya sea por su estética o su técnica musical, y no son pocos los que se quieren unir a la fiesta. Quizás con el punk hubo una pequeña rivalidad (y que es media absurda considerando la influencia de este en el estilo, pero cosa de los fans) pero que con los años ya se ha dejado atrás y que tuvo a Wacken 2023 dándole un espacio bien importante, incluso con Dropkick Murphys como uno de los números principales.
Sé que Atenea no es la primera productora en jugársela con un evento que mezcle subgéneros del metal tan diferentes, pero esta gira que está programada por el continente de verdad es una gran instancia para hacer que varios abran más sus horizontes musicales. Sobre todo en el Black y donde mas puristas hay.
Ambos son conjuntos de gran renombre y su cuestionamientos a los límites permitió crear dos discografías sólidas. 8 Kalacas tomó el sonido ska, hardcore y a momentos mariachi para consolidarlo en una apuesta oscura y metalera, mientras que Cradle Of Filth en Inglaterra llevó el black a su apuesta más teatral con el elemento sinfónico.
Hace rato que el metal está buscando nuevos amigos y busca romper con este sectarismo que ha llevado por años. Hoy en día los melómanos se cuestionan menos las etiquetas y sólo disfrutan de un buen espectáculo, lo mismo ocurre con los músicos. Sumémonos a esa corriente y sigamos buscando diversidad y nuevos horizontes para que el metal siga creciendo y tengan que hacer una temporada dos de Metal Evolution para explicar cómo tenemos más raíces en la música que descubrir.
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