Este lunes 11 de septiembre de 2023 se cumplieron 50 años de uno de los días más negros de la historia de Chile: el Golpe Cívico-Militar de Augusto Pinochet que derrocó al gobierno de la Unidad Popular del Presidente Salvador Allende.
En conmemoración a los 50 años del golpe, Resistance conversó con Emilio Fabar, vocalista de la banda de rock de combate Asamblea Internacional del Fuego, quien entregó su visión acerca de esta efeméride, donde abordó temas como el negacionismo, las derrotas populares post octubre de 2019 y más temas sociales.
En primera instancia, el frontman de la agrupación declaró: "El negacionismo siempre va a estar, porque de alguna manera siempre para los sectores que sustentan el poder va a ser importante diluir lo que ha ocurrido. Siempre va a ser necesario para ellos atenuar toda la historia y el peso de esta. Ahora quizás lo vemos porque el fascismo o los sectores más reaccionarios han perdido ciertos pudores,vemos a gente incluso generacionalmente cercana a uno mostrándose sin ninguna vergüenza del lado de la reacción. Pero eso siempre ha existido. El poder siempre ha sustentado discursos".
En esa línea, Emilio se posicionó de forma clara: "Para nosotros es super importante ganar algunos relatos porque es nuestro acto primordial como partícipes de una historia. Yo no me quiero leer en la neutralidad. Me resisto a la neutralidad, me es fundamental no ser neutral. Es super necesario que cada cual desde su trinchera y desde lo que haga tenga alguna discursiva, entienda y diga lo que le parecen las cosas. Yo no creo ser nadie para hablar a nombre de nadie. Yo hablo desde mi realidad, de la que optamos en algún momento por tener. Pero nos negamos a 'no estar ni ahí', yo sí tengo un discurso, una opinión y una posición. Por eso me parece super importante desde ahí ganar el relatos. Me parece importantísimo porque soy hijo de gente de clase trabajadora; hijo de obreros, entonces no me puedo leer en ninguna otra lógica".
Asamblea Internacional del Fuego se ha caracterizado a través de su carrera por su potente lírica contestataria, retratando los horrores ocurridos tanto en la dictadura de Pinochet como otros hechos históricos que han enlutado a la clase trabajadora tanto en Chile como en el mundo.
Respecto de su discurso, fue consultado sobre si existen temores a posibles represalias. La pregunta fue enfocada en el asesinato a Víctor Jara, quien, sin dar dobles lecturas, fue brutalmente torturado y asesinado por cantar y expresar (al igual que AIDF) lo que pensaba: ": "Creo que cada persona que tenga un discurso siempre va a correr ciertos riesgos, pero no podemos pensar en los riesgos siempre y en pos de pensar en los riesgos negarnos a decir lo que pensamos, porque es fundamental que digamos lo que pensamos".
Sobre las influencias de la banda, Emilio Fabar dijo: "Desde chico escuché esa música (Víctor Jara, Quilapayún, Inti Illimani) y son super cercanas para mí. El Folklore es fundamental. Desde ahí si hay una cosa que nosotros nos dimos cuenta después de haber viajado y después de haber visto algunas cosas, era que de alguna manera la música que nosotros hacíamos era muy permeada por una hueá gringa que con nosotros tenía muy poco que ver estéticamente".
Sobre ese mismo tema, añadió: "Yo no vivo en California, yo vivo en una población; en un tierral culiao'. Estéticamente no puedo hacerme parte de una hueá porque no vivo en Nueva York. Para mí tiene más sentido hablar de otras cosas y plantearme desde otra estética. Uno lo hace por estar mirando hacia allá, porque la sonoridad que uno hace viene de allá, pero en algún momento nos dimos cuenta que era bien ridículo cuando tratábamos de imitar una hueá que no tenía nada que ver con nosotros. Entonces para mí me hace más sentido sonoridades de acá, sea cual sea, ya sea Víctor Jara, los Quila, el Quelentaro, había cosas que no me hacían sentido y tenía que ver con lo que yo quería decir".
Posteriormente, se dio el tiempo de dar su opinión sobre los homenajes realizados por el gobierno de Gabriel Boric a las víctimas de violaciones a los derechos humanos: "Hay una movida con la que hay que tener mucho cuidado. Uno puede estar no de acuerdo con el gobierno. A mí el gobierno de Boric me da lo mismo. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con una hueá: uno no puede quitarle el derecho al homenaje a nadie. Porque uno no es quien para administrar el patrimonio de la sangre derramada, porque caímos en una hueá moral que es terrible peligrosa. Te puede parecer que son unos rastreros o unos amarillistas. Sin embargo, hay que tener cuidado cuando uno se adjudica por derecho propio la autoridad moral, la autoridad moral es siempre una mierda y nadie se la puede arrojar a uno mismo, no se puede adjudicar".
Durante los últimos años se ha visto como el fascismo y los grupos de extrema derecha han ido ganando cada vez más adeptos. Personajes como Pancho Malo, Axel Káiser, Sebastián Izquierdo y el mismo José Antonio Kast han ido sumando cada vez más adhesión de sectores populares. Sobre este tema, Fabar respondió que: "Es el avance de la reacción justo después de un proceso donde veíamos muy cercanas algunas conquistas. Tiene que ver con un proceso de contracción de las masas populares. Eso siempre ha pasado. En medida que tú retrocedes los hueones avanzan y eso siempre ha pasado. Estamos en un momento histórico donde estos hueones han perdido pudores, donde un montón de gente de origen humilde sale en defensa de ideas super reaccionarias tanto en la prensa, TV o medios más mainstream les están diciendo 'llegó el inmigrante', 'te van a robar tus cosas', ' te van a quitar la casa' pero eso no es nuevo, amigo".
En esa línea, añadió: "El problema es que nosotros, la gente de izquierda se vació un poco, nos vaciamos. La derrota del proceso de octubre de 2019 es muy significativa, fue una derrota total donde todos salimos derrotados: los que querían votar, los que no; todos fueron derrotados. Cualquier discurso que pretendiera la transformación social fue derrotado y hay que entederlo así; fuimos derrotados. Y ese el problema, que después de las derrotas cuesta levantarse... y eso es lo triste de toda esta hueá..."
Finalmente, recalcó la complejidad que surge al entregar un mensaje a 50 años de un hecho histórico que cambió la realidad del país para millones de personas: "Me resulta muy difícil hacer una reflexión sin que suene superficial. Sí creo que me es importante recalcar que rehuimos de la neutralidad, que sí nos hacemos parte de la gente que sigue levantando las banderas de la memoria, que sí nos sentimos parte de la gente que sigue pidiendo por justicia, y que sí hacemos nuestro el discurso de que no hay perdón ni hay olvido hasta que no aparezcan todas las víctimas de las violaciones a los derechos humanos".
Entrevista por: Bastián Gómez
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