#LiveReview: Amenra (Hexis + Déjalo Sangrar) - Arqueología Emocional


 

Si bien es cierto la jornada de ayer era compleja por la fecha, habían ganas de volver a ver a Amenra en vivo, quienes junto con Hexis y Déjalo Sangrar, nos traerían una noche inolvidable, más allá de lo picante del aire debido a las lacrimógenas, el ambiente dentro de la Sala Metrónomo era de una expectativa tangible, por lo que en Resisance dirigimos nuestros pasos al recinto de Bellavista para ser testigos del retorno de una de las bandas que ha dado que hablar en el submundo del Doom. no sin antes ver a quienes acompañarían ésta movida noche dentro y fuera del recinto.


Dejalo Sangrar abre con un tono drone su presentación bombástica,  con un acople que se elevaba hasta lo máximo antes de explotar y dar forma a su canción "#25", que, en su afán de hacer que la música hable por ellos, lo títulos de sus canciones son sólo numeradas, presentando en ellas diferentes texturas de sonido, incluso alargando notas para apreciar al máximo su simpleza y complejidad, algo así como lo que haría Sunn O))), pero contando con una sección rítmica, y qué ritmo, ya que su baterista en canciones como "#10" lograba sentar una base notable, abriendo un show inolvidable con un ímpetu y personalidad a prueba de balas. Tal como su música


Hexis por su parte es una banda interesante, se podría definir su sonido como Black Metal con elementos Hardcore, pero eso sólo es mirar de forma superficial, ya que hay mucho Death Metal entremedio y secciones que coquetean con varios géneros, como el Sludge, pero más allá de las etiquetas, METAL EXTREMO es lo que podría englobar el sonido de los daneses, sucio y agresivo, música pesada en todo su esplendor. Con el core muy en su ADN, que se podía apreciar desde los gestos y ademanes de su vocalista, la batería maníaca, los pasos de su bajista, hasta la práctica indiferencia de su guitarrista, todo muy impregnado con esa actitud hardcore, en el mejor de los sentidos. Converge y Anaal Nathrakh son de mis bandas favoritas y Hexis es prácticamente la mezcla perfecta de ambos sonidos, y es que en canciones como “Memento” o “Letum” tienen una energía desbordante, al punto de parecer incontrolable, con el vocal incluso lanzándose al público mientras cantaba de forma feral, un show memorable.


Amenra vuelve a los escenarios locales con las expectativas muy altas por parte de quienes fueron afortunados de verlos en 2020, y apenas se prende el proyector y la banda ingresa para abrir inmediatamente con “The Pain. It Is Shapeless” fue donde tuve que hacer un gran esfuerzo para seguir en mi tarea de Prensa y no ser simple espectador del sonido denso e hipnótico de los oriundos de Bélgica. Cada nota, cada golpe de batería, cada alarido proveniente del escenario eran motivos de recogimiento, una misa, por mucho que se repita ésta palabra con Amenra, pero una misa polifacética, ya que podía a ver gente en tono introspectivo, y por contraparte otros que se dejaban la garganta en la Metrónomo para cantar al ritmo de Colin. “Razoreater” se dejó caer con fuerza en y esa mezcla de hipnosis extasiada por parte de un público que se entregó a la experiencia de la música sin límites, llena de contrastes, pero con un contenido que te llega en lo profundo.


Contrario a lo que me esperaba, “De Evenmens” fue la única de su último álbum “De Doorn” (2021), pero ese ritmo pesaroso no dejó indiferente a nadie, un mantra eléctrico que erizaba la piel, sobre todo en la sección a palabra hablada. “Nowena 9.10” es el tema dueño de una de mis secciones instrumentales favoritas no sólo de Amenra, sino de la música en general, y es que esa sección final donde las guitarras y el bajo van por carriles distintos hace que el contraste de notas altas y bajas pegue, y pegue fuerte, y así pegó en vivo, para mí fue un charchazo sónico que me dejó turuleco, estupefacto e incapaz de moverme, una parálisis del sueño, pero en plena lucidez. Ya finalizando “A Solitary Reign” nos retrae un poco con su melodía oscura y melancólica y explotar sin cambiar la esencia, para dar paso a “Diaken” que cierra el set de Amenra en lo alto con la emocionalidad viva, tanto a flor de piel como recorriendo las venas e internarse hasta la médula.


Pese a que muchos aún esperábamos algo más de los belgas, la sensación general era que no habría encore, y poco nos demoramos en darnos cuenta de ello, sin embargo decir que quedamos con gusto a poco sería injusto, por lo que no hubo sensación de vacío al final, todo lo contrario. Lo de anoche fue una experiencia más que sublime, una velada donde pudimos ver a Déjalo Sangrar y su acercamiento más honesto y directo a la música como algo que genera emociones sin necesidad de narrar algo a través de letras con su música, Hexis pasando como una aplanadora por el escenario y Amenra explorando las texturas sonoras como un arqueólogo en busca de un artilugio perdido, pero éste tesoro es la propia emoción humana, el propio ser, el Yo, una suerte de arqueología emocional donde lo que se encuentra siempre estuvo dentro.


Escrito por Pablo Madrid

Fotos por Antonia Bisso


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