La escena del Thrash ha tenido un renacimiento desde las cenizas luego de su exitoso nacimiento en los 80 y su debacle en los 90 tras la llegada del Grunge, y no es como que las bandas hayan desaparecido o se hayan disuelto, si no que los medios simplemente dejaron de cubrirlos luego de haber tenido icónicos programas como "Headbangers" en MTV cuando daban música, firmas con grandes compañías disqueras, y estadios repletos alrededor del mundo.
Sin embargo, poco a poco han comenzado a tomarse espacios, con grandes discos en los últimos años, y shows que poco a poco han ido creciendo llamando a público más joven. Este es el caso de Destruction, banda que llegó a Chile a celebrar sus 40 años en plena salud y forma, con un disco fenomenal bajo el brazo como "Diabolical" (2022) y un espectáculo en un recinto más grande que el año anterior, por lo que no podíamos faltar a etsa fiesta del thrash. Así que nos pusimos los pitillos, zapatillas blancas, una promo de balticas, y nos fuimos al Teatro Coliseo gracais a la invitación de Spider.
La noche fue inaugurada por Cianuro, banda nacional oriunda de Concepción con una mezcla entre Thrash, Punk y unos toquecitos de Groove, que hacían muy dinámicos sus temas. Y su entrada la realizaron con La Revolución de la Inconsecuencia, iniciando así su show con una patada directo a la mandíbula, encendiéndo así los ánimos del Teatro Coliseo desde el minuto 1.
Cianuro sabían que tenían pocos minutos para dejar una buena impresión y lo lograron con creces con un show potente, jugando de memoria, y dejando a todo el público encendido. Con invitados como Valentina de Hierra y Seba de Mister O, la banda penquista irrumpió en el coliseo con su thrash de población, remeciendo cada fibra para dejar en alto y muy claro, que la escena nacional está más viva, pesada y vibrante que nunca. Un dominio escénico envidiable siendo solo 3 (y un par de veces 4) lograron llenar cada rincón con su show brutal, Muy buenos los cabros, 6 jumbitos pa ellos.
Luego llegó el turno de que hicieran su aparición los alemanes, quienes hace poco más de un año se habían presentado en el Teatro Cariola, y esta vez nos tenían expectantes de como cubrirían 40 años de carrera en una hora y media. Y así entraron a las 21:00 en punto con Curse the Gods, dejando en claro que este show rendiría homenaje a los viejos clásicos de la banda.
El público no se demoró nada en entrar en calor e iniciar los primeros mosh pits, los que no se detuvieron durante toda la jornada, haciéndose cada vez más y más grandes, abarcando gran parte de la cancha y dándole a la noche un halo de fiesta y brutalidad. Y así se desarrolló la noche con clásicos como Death Trap, Nailed to the Cross y Mad Butcher haciendo de la velocidad y la oscuridad el leitmotiv de esta noche arrolladora.
Muchos podrán decir que Destruction es una banda del recuerdo tras sus constantes restructuraciones y que el único miembro original es Schmier, pero definitivamente es el corazón palpitante de la agrupación, y la alineación actual es una máquina de picar carne que pone cada riff, cada palm mute, y cada doble bombo donde debe estar exáctamente, dándole velocidad y dinamismo al estilo, noqueandote con cada interpretación.
La noche continuó entre clásicos como Antichrist o Thrash Attack, y canciones más nuevas como Diabolical de su álbum más reciente. Yo estaba en extasis thrasher, ya que era el último bastión del thrash alemán que nunca había podido ver en vivo, completando así mi check list, cuando sucedió un incidente que no puedo dejar pasar y quiero dejar plasmado acá. A un par de personas de distancia, hubo un altercado entre dos jóvenes que entre dimes y diretes gritaban con la banda sonando de fondo, y obviamente no tome mucha atención ya que mis 5 sentidos estaban con el show, si me desvié cuando tras un grito de "Argentino culiao" casi se convierte todo esto en una pelea, y si bien la violencia es una gran parte del estilo thrash, hay que dejárselo a la música sobre el escenario y no trenzarse a golpes en el público. El punto es que los ánimos bajaron cuando el papá del chico le comenzó a gritar que vivía hace 30 años acá, y lograron bajar los ánimos un poco, ya que el "chilenito" xenófobo se sacó la polera tras él y los lentes, y golpeando sus puños prometió golpes el resto del show y lo tuvo que calmar su polola. Que terrible que vivamos entre gente xenófoba y racista y si tu estás leyendo esto, eres un idiota.
Tras el altercado, intenté que no opacaran mi noche y volví a centrarme en Destruction quienes llegaron para cerrar la noche con dos clásicos, Total Desaster y Thrash Till Death para finalizar la jornada con broche de oro, con velocidad y riffs a tope, y palm mute a dolor. Destruction es una banda gigante, que toca rápido y oscuro como ha caracterizado a las bandas alemanas del thrash, y saben muy bien como arrollarte con cada canción, haciendo de su show un espectáculo de brutalidad y que te invita a participar en todo momento. Definitivamente un imperdible de la escena del thrash y demuestra con creces, que tras 40 años, siguen en plena forma y tienen más que ganado su título como uno de los 4 grandes del thrash aleman.
Setlist
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