Con una larga carrera a sus espaldas, Marduk vuelve a Chile con un álbum nuevo bajo el brazo, y la expectativa por verlos era no menor, por eso, en Resistance, en una fría tarde de invierano, dirigimos nuestros pasos a la Sala Metrónomo para revisar el concierto de una de las bandas más importantes del Black Metal a nivel mundial, pero no nos adelantemos, que antes habrían sorpresas que no pudimos dejar pasar.
Mayhemic abre con fuerza, si bien es cierto, a varios de nosotros nos llamó la atención lo jóvenes que se veían sus integrantes, ésto contrastaba mucho con el sonido primigenio de su propuesta, mucho más orientada al Thrash Metal que lo que veríamos más adelante, sin embargo un Thrash más primitivio, ese de bandas como Sarcófago o Sepultura de la era del “Morbid Visions”. Comparaciones aparte, la propuesta de Mayhemic no deja de tener una identidad propia, encendiendo a un público que, lamentablemente a esa hora era escaso. Canciones como “Valley of the Tundra” o “Toba” que presentaron en vivo en ésta ocasión y que será el título de su primer elepé nos mostraba una fuerza imparable, incluso con “Eschatological Symphony” un tema instrumental simplemente BRUTAL, iniciando un show memorable en lo alto.
Necranastasis por su parte tenían a sus pies un poco más del doble que sus colegas anteriores, sin embargo aun se consideraría escaso. Con una estética muy cuidada en el maquillaje y vestimentas, Necrastasis descargó su Black Metal salvaje, violento y virulento desde las primeras notas de “Total Holocaust” conectando siempre con el público aunque siempre con una actitud amenazante, muy en el papel de una banda de la segunda ola del Black Metal, con un sonido crudo y sucio en el mejor de los sentidos que éste estilo se merece. “Necroritualistic Summoning” o “Te Nostro Deum Satanam” son muestras de un Black Metal en su escencia más pura, que culminó con “Majestic Supremacy”, donde ya se veía bastante gente en la Sala Metrónomo, terminando su set con un público sediento de Black Metal.
Mientras por pista pasaba un sonido de instrumentos de viento muy graves, casi cinemático, rápidamente Morgan y compañía se posan en el escenario para partir sin mucha parafernalia con “On Darkened Wings”, que seguida de “Viktoria” nos mostraría que, a pesar de tener un álbum recién salido del horno (y qué álbum señores), éste set tendría de todo un poco, por lo que más que un recital promocional de su última placa, éste sería un compendio de una carrera de más de 30 años. “With Satan and Victorious Weapons” nos muestra que, a pesar de que éste popurrí de canciones que repasaba todas sus épocas era consistente entre sí, ya que Marduk ha mantenido una identidad constante durante roda su carrera, cosa que se notó en demasía con “Blood of the Funeral”, la única de su último álbum, que encaja bien en el resto, aún cuando cada canción por si sola, es capaz de tener una identidad propia.
“The Funeral Seemed to be Endless” en vivo golpeó con fuerza con éste Marduk en versión 2023, y es que, si bien es cierto, se podía apreciar cómo tras su guitarra y su maquillaje, los años han pasado por Morgan, su técnica y tacto al tocar son tanto o más precisos con los años, ya que “Of Hell’s Fire” o “Wolves” eran interpretadas a un tempo mayor que sus contrapartes grabadas. Luego de ésta última canción la banda procede a retirarse, señal que nadie del público tomó en cuenta ya que seguían los coros con el nombre de la banda y alguno que otro “olé olé olé”, y claro, la banda vuelve y se deja querer un rato antes de presentar “Panzer Division Marduk” del álbum del mismo nombre y cuando la energía parecía que no se podía elevar más, “Baptism by Fire”, de ese mismo disco, hace estallar a una asistencia que no dejó nunca de participar del tremendo set de los suecos, finalizando en lo alto.
Con una propuesta multi-generacional, se podría decir que lo de anoche fue un momento perfecto para apreciar el metal ligado a lo más obscuro, con esa sensación de peligro que solía evocar hace ya varios años pero también con sangre fresca, y es que Mayhemic demostró que las nuevas generaciones pueden tomar el testigo de las generaciones previas y continuar explorando esos sonidos de antaño sin sonar anticuados o paródicos, Necranastasis por su parte nos golpeó con un Black Metal de alta pureza con una marcada identidad tanto estética como sonora, tomando los tropos de éste estilo sin que parezca exagerado o innecesario y Marduk, contrario a lo que me esperaba, bastante abiertos a recibir el cariño de un público que no dejó hacerse parte de un show inolvidable. Anoche vivimos en carne propia una cofradía obscura, que nos entrego lo mejor del Metal Extremo sin contemplación alguna.
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