¿Cuántas veces te diagnosticaron depresión? quizás ese es un buen pie de inicio para una nota que es bien personal y al mismo tiempo tan ajena, debido a que hablar de Disintegration de The Cure no es algo sencillo. Es un viaje a lo personal, a todos esos malos momentos pero desde la mirada del hoy, desde una crisis que nos da la posibilidad de mirar una vez más y encontrar la luz a los problemas del pasado.
Te respondo la pregunta del principio, tres veces tuve dicho diagnóstico en mi vida y es brígido, porque a tu sentir en ese momento aparece una sentencia médica que te azota con la realidad y demuestra que eso que sientes que está mal a tu alrededor efectivamente lo es.
La tristeza tiene muchísimas caras y salir de esta es un duro camino muchas veces, pero cuando logras encontrar la cuerda de huida (como el objeto del pokémon) sales de esa cueva y encuentras la luz. Ahí todo toma un color diferente y Robert Smith logra materializarlo de la mejor manera en este disco.
Es irónico, porque uno de sus trabajos más tristes y lúgubres es al mismo tiempo escrito en uno de los mejores momentos de su vida. The Cure tiene un éxito rotundo en el mundo, tienen millones de copias vendidas y se casó con el amor de su vida, ¿por qué quiere hacer un disco triste? Muchos catalogaron esta movida - incluso la banda - como un suicidio comercial y si bien lo es, no hay nada que te haga sentir más inmortal que esa sensación de ganarle a la depresión y la adicción, que era lo que estaba viviendo Smith cuando compuso el trabajo.
Disintegration es una crisis muy personal de una hora con doce minutos. Es
la depresión, la adicción y la crisis de la mediana edad hablando. Es dicho -
vulgarmente - ese momento en el que "se te va el tren", que pasas a una
nueva etapa y todo a tu alrededor te dice que debes ir a otra marcha. Sin
embargo, esta oscuridad se siente tan bien, tan cómoda que te quedas en lo
pegajozo de sus melodías como en "Lullaby" sin importar que sea una
metáfora de las adicciones en las que varios hemos caído y son un placebo para lo que ocurre alrededor.
Es sentir cómo el paso del tiempo va cambiando esos recuerdos, les quita un sabor dulce y los torna en otra cosa (nostalgia muchas veces), es la depresión hablando en singles como "Disintegration". No quiero que pase el tiempo, quiero quedarme con lo bueno, pero a medida que creces todo va cambiando y te hace cuestionarte de forma constante qué está bien y que está mal como en "Closedown".
Este LP son constantes conversaciones de una mente caótica y que Robert Smith manejó a la perfección desde una mirada saludable. ¿Cómo? ¿me estás diciendo que este disco es lo más depresivo que hay y es al mismo tiempo es saludable? Sí, así tal cual.
The Cure está en su peak creativo, es probablemente el mejor momento de la banda y todas esas melodías caóticas que escuchamos en Pornography son procesadas con los ojos de su momento más popero en Kiss Me, Kiss Me, Kiss Me y son técnicamente manejados. ¿No te diste cuenta de que estamos hablando del pasado? Así es, te atrapé, por eso hablé de diagnósticos pasados en el comienzo de la nota y es que es tal el dominio de la banda en lo musical, y en lo vivido por Smith, que el uso de recursos como el reverb y el echo son referencias a situaciones que ya ocurrieron.
Hoy en día puedo ser transparente conmigo y el resto, hablar de lo que viví y sufrí años atrás y cómo gracias a la terapia salí de ahí (por lo que siempre es bueno recordar que cuides tu salud mental) y Smith hace eso en una de sus obras más brillantes desde lo musical. Es ver todos esos momentos, es bañarlos de oscuridad y aun así verles la luz y sacar una moraleja de cómo fue.
Es agobiante ver cómo las cosas cambian, cómo el tiempo corre y cómo las crisis te siguen atacando. Sin embargo, cuando estas pasan te fortaleces, puedes narrar y hablar de lo vivido e incluso, puedes hacer un disco para hablar de ello. Es valorar los momentos, incluso aquellos malos y que te tuvieron en el suelo, pero también aprender a celebrar lo bello y las personas.
Baladas como "Pictures of You" o "Lovesong" (regalo de bodas para su eterna enamorada Mary Poole) muestran eso, son la luz dentro de la oscuridad, son esa persona que pese a los malos momentos (en este caso la adicción) se quedan al pie del cañón contigo aguantando y demostrando que el amor va más allá de los besos como en su disco anterior. Es el desafío y la aventura de querer vivir el camino con la otra persona, sabiendo que las crisis podrán venir, pero que siempre son más fácil cuando esta sensacion está de por medio (y es que no sólo aplica al amor de pareja, sino que también puede ser familiar, amistad, el de tu mascota o incluso el propio).
Es poco a poco comprender que las etapas tienen un inicio y un final, asimilar que la juventud no es eterna, pero valorarla y abrazarla con nostalgia en un último baile de agradecimiento como es "Last Dance".
Sin embargo, una de las mayores reflexiones de este disco es que más allá de la oscuridad, más allá de los malos momentos y de la crisis de la mediana edad que se avecina es que está el deseo de vivirlo.
"Prayers For Rain" es la canción más caótica del disco y es que va de eso mismo, del futuro y volver a vivir las emociones. No necesariamente de caer en tu punto más bajo, es sino vivir lo nuevo que viene, enfrentar estas crisis y el paso del tiempo con el aprendizaje que lograste, con la superación que ya es parte de tu vida.
Disintegration no es solamente uno de los discos que definen a The Cure, uno de los lanzamientos obligatorios para todo amante del rock, sino que es un disco al corazón y escrito desde la felicidad de saber que hoy estás acá luego de vivir todo lo que ya pasó.
Es un juego con el tiempo, de contemplar al pasado con los ojos del presente para anhelar lo que el futuro tiene para ofrecer (me fui en la volada) pero es parte del juego considerando el aspecto psicodélico del LP. Es saber que hay luz dentro de la oscuridad y que toma un tiempo poder apreciarla, es ver que no todas las tinieblas son malas, es saber que detrás de cada lágrima de tristeza puede haber una de felicidad y comprender que a veces lo que vemos y escuchamos no es lo aparenta.
Espero que esa desintegración - de la que habla The Cure - que produce el
paso del tiempo no sea cruel contigo, que te permita crecer y madurar. Mirar hacia
atrás con la suficiente fortaleza para ver esa luz en la oscuridad y quizás
sacar las mejores canciones que tu corazón tenga para cantar. De no ser así, puedes cantar y bailar estas que Robert Smith compartió con todos nosotros.
Recuerda que The Cure se estará presentando en Chile con Just Mustard y The Twilight Sad el próximo 30 de noviembre en el Estadio Monumental. Las entradas están disponibles a través del sistema Ticketmaster.
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