Uno de los shows más esperados de este año (al menos para mi) era "The Mega Monsters Tour", principalmente porque venía una de mis bandas favoritas Mastodon, y que no veía desde aquel lejano 2012, año en que se presentaron en el extinto maquinaria y venían con la gira del álbum "The Hunter" (2011), y nos volveríamos a encontrar 4 álbumes más tarde (o 5 para los más puristas). La segunda razón era que abriría la jornada la banda Mapuche Mawiza, unos de mis favoritos del circuito nacional, y a quienes les tenemos especial cariño porque los hemos visto crecer desde el "Kollong" (2019" en adelante. Y bueno, si si si... también se presentaban unos franceces que se llaman Gojira, y no se si han escuchado hablar de ellos. Así que pescamos las llaves, nos pusimos bloqueador, y luego de varias carreteras, autopistas y túneles, logramos llegar hasta la ciudad empresarial, en donde Lotus nos tenía preparada una gran jornada de rock pesado.
Para mi sorpresa, el show comenzó de manera muy puntual a las 18:49, algo que se agradece mucho en un espectáculo de esta envergadura, con la banda Mapuche Mawiza, quienes entraron a por todo iniciando su show con Ancestral, mostrando su potencia, tecnicismo y versatilidad, todo reunido en poco más de 7 minutos, apuesta importante para abrir un show y más como telonero, pero el público lo agradeció de inmediato, completamente entregados al "Mapuche Ül Metal".
Qué más podríamos decir de Mawiza que no hayamos dicho y repetido en nuestras notas anteriores? Poco la verdad, pero los elogios nunca son suficientes para una banda como esta que trae una propuesta completamente nueva y fresca a la escena nacional. Venían con un setlist muy apretado, al que Karu, guitarrista de la banda, se referiría más tarde como "Un combo en el hocico" y así se sintió, golpeando rápido y potente con Kütxal y Kumbagüe, hasta que llegó el momento de una nueva apuesta, en donde invitaron al escenario a MC Millaray, para presentar su más reciente tema Txükür, el cual es una mezcla de estilos en donde fusionan el Rap y el Metal, y el público ya entregado a este ritual ancestral, lo baciló con todo.
Finalizaron su espectáculo con Mawiza Ñi Piwke para pasar a lanzar un montón de regalos al público, momento en el que logré agarrar una baqueta de Txalkan, y varios asistentes lograron llevarse un recuerde de esta tarde tan soleada. 5 minutos después los encontrabamos abajo del escenario, muy humildes como si nada hubiese sucedido sacándose fotos con los fanáticos, todos con sonrisas de poder compartir con la gente y pudimos entrevistarlos, video que pueden encontrar en nuestro instagram, pero en resumen, todos estaban muy contentos del show, del recibimiento del público, y todo el newen entregado tanto arriba como abajo del escenario. Esperamos poder escuchar pronto el nuevo álbum de esta gran banda.
Luego llegó el turno de Mastodon, quienes no pisaban nuestro país desde el año 2015, por lo que tenían una gran deuda con su fanaticada y venían con ganas de pagarla y con creces. Iniciaron su show con Gobblers of Dregs, parte de su último trabajo, para luego dar paso inmediatamente a clásicos como Crystal Skull y Megalodon, dando cuentas de que traían preparado un show bastante pesado y potente para estar a la altura de la jornada.
El tecnicismo de Mastodon en sus canciones es genial, con riffs memorables y líneas de guitarra intrincadas que oirlas en vivo es desafiante y todos están en una posición de "Y podrán tocar esto?", algo que logran con creces. Todas estas guitarras acompañadas por una batería que jamas se cansa de lanzar fill tras fill, y como si fuera poco Brann Dailor hace todo esto mientras canta con una voz aguda y melodiosa como un castrati. Troy cierra el trato con un bajo pesadísimo y distorsionado que le da un poder inigualable a la banda, y rellenamos todo con sintetizadores y teclados que dan una atmósfera envolvente y cierran una amalgama de sonidos.
La tónica del show siguió entre momentos introspectivos de solos atmosféricos como Divinations y patadas al mentón como Bladecatcher en donde Brent grita "Mantengan las manos arriba chuchaesumadre" (en inglés obviamente), intentando abarcar todo lo que significa Mastodon dentro de su larga y prolífica carrera. De pronto se sintieron unos pequeños cortes del audio, pero de micro segundos que no alcanzaron a empañar una presentación impecable y potente. Si se puede mencionar algún punto bajo fue la conexión de Brent Hinds, quien se sentía un poco distante comparado con el resto de la banda, pero que se le puede criticar a alguien que toca una guitarra como un banjo y lanza cientos de notas por segundo.
Sonaban un par de canciones y Bill Kelliher intentaba comunicarse con la gente hablando español con frases como "Nos dijeron que estan locos" y una frase más larga que no entendí porque no alcancé a leerle los subtítulos, pero se valora el esfuerzo de intentar conectar con el público. La guinda de la torta la puso Troy anunciando que proximamente tendremos un nuevo álbum de la banda, que no volverán a esperar 8 años para volver al país, para terminar presentando Blood and Thunder, cerrando un show muy redondo y que en lo personal fue mi favorito, tanto por el espacio que sorprendió, el sonido que estuvo 9,9 de 10, las gráficas psicodélicas que te llevaban a un viaje y el setlist que cubrió gran parte de su carrera. Ojalá verlos muy muy muy pronto y con un nuevo disco bajo el brazo, me encantaría.
Finalmente llegó el cierre de la noche junto a Gojira, quienes aparecieron ya entrada la noche con un Mario Duplantier dando el inicio con su batería para dar paso a Ocean Planet, encendiendo los ánimos de los asistentes desde el minuto uno. Los franceses siguieron con Blackbone, que a esta altura ya es casi un clásico, y desató la locura en ciudad empresarial, apareciendo los moshpits gigantes, bengalas, saltos enérgicos, gritos al aire y bailes, que reflejaban la emoción del público por volver a ver a Gojira en nuestro país.
A pesar de que la banda liderada por los hermanos Duplantier se presentó en nuestro país hace poco más de un año, la gente estaba ávido por volver a verlos, y lo demostró repletando la ciudad empresarial, y dejándolo todo en la cancha disfrutando los temazos que traía Gojira preparados. Al momento de tocar Flying Whales, comenzaron a aparecer las ballenas inflables entre el público y comenzaron a volar sobre la gente, haciendo la intro un poco más épica, para luego dar paso a un mosh furibundo en la cancha, en el sector que felipe dijo "quedemonos acá, esta es la zona mosh free" para que 3 doritos después nos pasara una orda de gente por encima disfrutando cada tema de los ballenatos de lumaco.
Acá pondré el acelerador porque podría escribir muchos párrafos sobre lo vivido anoche, así que me trasladaré hasta el solo de batería de Mario Duplantier, el que al parecer fue un poco más rápido por cosas de horario, pero no por eso menos técnico y furibundo, llamando al público a gritar junto a él y mostrando sus clásicos cartelitos, en donde primero decía "Vamos con más ganas" para desatar una ola de gritos y aplausos, que derivaron en un segundo cartel de Mario que decía "Puta los quiero caleta", frase que descubriríamos al terminar que no era solo de buena crianza.
Siguieron cayendo temones y Joe Duplantier anunciaba Another World explicando que la canción es una fantasía, puesto que "no queremos dejar la tierra, con todos estos bellos especímenes" mientras señalaba al público, y hay que decirlo que había una gran variedad de especímenes (mención honrosa al fanático que nos preguntó si "le daban color" si orinaba en una esquina). Clásicos prosiguieron como L'enfant Sauvage (Canción con la que descubrí a Gojira en el Gets Louder del 2015 y tiene un valor sentimental) y The Heaviest Matter of the Universe, momento en el que volvimos a ver las bengalas entre el público, para cerrar su show con The Gift of Guilt, entre vítores y aplausos que no cesaban, y Joe luego de despedirse y ver que nadie se movía dijo "Váyanse a casa, mañana tienen que trabajar", pero no contaba con la cantidad de público cesante que está buscando chamba.
Luego de algunos minutos de espera apareció Mario dentro del foso que separaba al público del escenario, con la camiseta de Chile y una cámara en la mano, para grabar al público y abalanzarse sobre este, para abrazarlos y saludar a su fanaticada, regalándoles fotos, baquetas, y recuerdos imborrables para todos los que estábamos en esa reja y pudimos disfrutar de la cercanía del percusionista y el amor que tiene por su fanaticada chilena, dándole un premio a todos los que nos quedamos un poco más pese a la lejanía del lugar y hoy estamos cagados de sueño en la pega, con más cansancio que ganas de vivir, pero con el corazón lleno de los cantos de ballenas. A partir de hoy pueden volver a preguntar "¿Cuándo viene Gojira?" y esperamos poder decir que muy pronto podremos reencontrarnos con los favoritos de Resistance (Sé que fue mucho texto, pero fue mucho show).
Setlist
Mawiza
Ancestral
Kütxal
Kumbagüe
Txükür
Mawiza Ñi Piwke
Mastodon
Gobblers of Dregs
Crystal Skull
Megalodon
Divinations
Sultan's Curse
Bladecatcher
Black Tongue
The Czar
High Road
More Than I Could Chew
Mother Puncher
Steambreather
Blood and Thunder
Gojira
Ocean Planet
Backbone
Stranded
Flying Whales
The Cell
The Art of Dying
Drum Solo
Grind
Another World
Oroborus
Silvera
The Chant
L'enfant Sauvage
The Heaviest Matter of the Universe
Amazonia
The Gift of Guilt
Escrito por Ramiro Jorquera
Fotografías por Diego "Tío R" Pino
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