Con muy altas expectativas para el ver el debut de una de las bandas íconos del Black Metal noruego, en Resistance fuimos a la sala RBX a ver cómo sería una fecha que ya prometía ser inolvidable desde antes de entrar al recinto, con un mar de gente de negro ingresando desde temprano al recinto, nos dispusimos a dejarnos sorprender por el trío de Oslo, y vaya que hubo sorpresas, pero no nos adelantemos que lo de anoche comenzó con fuerza desde el vamos.
Los locales de Gangrena comienzan la velada oscura con una potencia increíble, con un Death Metal crudo y callejero dejándose poco y nada para sí. Con un público que si bien, no llenaba el RBX aún, el recinto estaba bastante poblado, por lo que muchos fuimos los que disfrutamos de ese Death Metal virulento, con canciones como “Gritos en la Oscuridad” o “Un Acto Perverso” donde su guitarrista líder tuvo un inconveniente con su guitarra que obligó a la banda a parar un momento para solucionar el problema, ya que la guitarra se encontraba completamente silenciada. Cosas que pasan, como dice mi taita, “lo importante no es no tener problemas, sino cómo salir bien de éstos” y los Gangrena con paciencia y siempre leyendo al público solucionaron rápido su impase para seguir con más Metal corrosivo. “Adicto al Fuego”, “Nadie Sabe Nada” y “Vomitando Insectos” logró menear cabezas de una audiencia muy participativa y respetuosa de la propuesta local. Gangrena pudo ganarse el público aún ante la adversidad lo que me parece algo más que admirable.
Tras una pausa bastante breve las luces del recinto se apagan para que Tsjuder entre en escena con una música de fondo y sin mediar palabra alguna “The Daemon Gate” abre la presentación de los noruegos, si bien es cierto estoy acostumbrado a que la escena blackera más true, sea poco comunicativa con el público y nos dirijan pocas palabras (o muchas veces ninguna), sin embargo Tsjuder se dejó querer desde el principio, con los infaltables “olé olé olé” y la gente coreando el nombre de la banda. “Iron Beast” de su último trabajo genera la misma efervescencia que sus temas clásicos, y es que el estilo de Tsjuder ha sido constante y habla por si solo, logrando tener una larga carrera sin repetir ni equivocarse. La batería solitaria que da el pie para “Slakt” remeció al RBX que ya se entregó completamente a una banda que no dejaba de moverse por el escenario. El trío nunca se permitió quedar estático, con Nag y Draugluin usando los micrófonos de ambos costados del escenario indistintamente. “Mouth of Madness” tiene esa onda media Black n’ Roll, que hace que el público no deje que gritar “eh eh eh” al rimo de la canción, sin embargo un fallo hubo en el bajo que hizo que Nag se retirara un momento a ver qué pasaba con su instrumento tras bambalinas mientras que su compañero toma el rol principal en la guitarra y la voz.
Tal como dije con anterioridad, el contraste de canciones de diversas etapas es bastante sutil, aunque sin sonar repetitivo ni formulaico, y eso quedó demostrado con la triada de “Sodomizing the Lamb”, “Antiliv” y “Prestehammeren”, siendo las tres de períodos distintos de su carrera pero sonando con una coherencia tanto sónica como narrativa, sin embargo ésta última tuvo un problema de audio con el baterista Jon Rice, sin embargo, sea cual sea el problema (según yo algo relacionado con el monitor del músico ya que antes de las señas del batero hacia la mesa de sonido no noté problema alguno) fue solucionado con rapidez mientras el baterista seguía con el bombo los cánticos de la audiencia. Con el problema de audio atrás por completo, vendría una de las sorpresas de la noche “Sacrifice”, cover de Bathory generó una locura total en el recinto, misma locura que generó “Troops of Doom”, cover de Sepultura, donde Nag incluso hizo el clásico “uno, dos, un dos tres cuatro” que solía hacer Max Cavalera luego de la intro. Sin embargo, por muchas sorpresas que habían, todo llega a su fin y Nag nos dice que la siguiente era la última de la noche, con cerrando su set con “Kaos” y Nag diciendo "gracias Chile, salud" dejando al público en lo alto y con ganas de más, y aunque muchos nos quedamos varios minutos esperando un encore, éste no llegó y cuando todas las luces del recinto se encendieron, fue la indicación que era momento de retirarnos, sin embargo decir que quedamos con gusto a poco sería mentir, ya que el si bien es cierto uno siempre quiere o espera más, lo de Tsjuder fue más que contundente.
No quiero cerrar ésta review con algo negativo respecto a los problemas de sonido, sino que todo lo contrario, creo que es una oportunidad para congratular a la producción, ya que en vivo hay cosas que no siempre salen como se planea y es en éste tipo de momentos donde se ve realmente de qué están hechos los músicos, como la producción en general, ya que atender a los imprevistos con celeridad muestra lo capaz que puede ser un equipo de trabajo, por otro lado, tanto Gangrena como Tsjuder supieron salir de sus respectivas incidencias de buena manera y entregar un espectáculo categórico, tal como dice Tsjuder en una canción de su último álbum fueron unas verdaderas bestias de hierro y ese hierro fue impenetrable.
SETLIST:
01 - The Daemon Gate
02 - Helvete
03 - Iron Beast
04 - Slakt
05 - Ghoul
06 - Mouth of Madness
07 - Gods of Black Blood
08 - Kill for Satan
09 - Sodomizing the Lamb
10 - Antiliv
11 - Prestehammeren
12 - Sacrifice (Cover de Bathory)
13 - Eriphion Epistates
14 - Troops of Doom (Cover de Sepultura)
15 - Kaos
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