En la competitiva escena musical de Los Ángeles a finales de los años 90, Shavo Odadjian enfrentaba un dilema familiar para muchos músicos aspirantes: destacar entre una multitud de talentosos guitarristas. Sin embargo, su viaje tomó un giro inesperado cuando tomó la audaz decisión de cambiar su guitarra de seis cuerdas por un bajo, convirtiéndose en un pilar fundamental en la icónica banda System Of A Down.
Antes de que System Of A Down alcanzara la fama con su innovador álbum debut en 1998, Odadjian navegaba por el bullicioso circuito musical de LA como guitarrista. Sin embargo, la saturación de guitarristas lo dejó buscando una forma de abrirse camino propio. En una entrevista con Bass Player, Odadjian recordó: "Los guitarristas en LA eran una moneda de diez centavos... No había un punto medio para los tipos que simplemente seguían el ritmo, donde se supone que debería estar el bajo".
Ante la urgente necesidad de la banda de un bajista y la escasez de candidatos adecuados, Odadjian propuso una solución radical: él mismo asumiría el rol. "Un día simplemente dije, '¿Qué tal si toco el bajo mientras buscamos un bajista?' Y así me metí de lleno en el bajo", explicó.
Aceptando el bajo con notable facilidad, la decisión de Odadjian resultó fundamental para el sonido distintivo de System Of A Down. A pesar de algunos arrepentimientos iniciales por separarse de su preciado equipo de guitarra, sus líneas de bajo se convirtieron en un elemento integral, fusionando sin problemas influencias de jazz, progresivas y de metal.
Hoy, la transición de Shavo Odadjian de guitarrista a bajista es un testimonio de la importancia de encontrar el ritmo adecuado en la música, un viaje que ha transformado el panorama del rock moderno.
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