Durante los años 80' el thrash vivió su época dorada, tanto en Chile como en el mundo, con la explosión de la Bay Área de California, sumado a la reinvención por parte de los Alemanes, nació el thrash a borbotones llegando incluso a nuestro país, que entre el intercambio de tapes se masificó rápidamente. llegando incluso a tocar Necrosis en Sábado Gigante, junto al cabezón Don Francisco.
Luego con la llegada del grunge y el groove, el thrash quedó relegado a un segundo plano, sin embargo, hoy ha renacido entre las cenizas y no hay mejor prueba de ello que bandas míticas se hayan reunido y restructurado para retomar su camino desde donde lo dejaron, como Massive Power, Exhorder, y Vio-Lence, y es por esto que cuando Chargola nos invitó al Teatro Cariola, no podíamos quedar afuera y sacamos nuestras zapatillas blancas, la chaqueta sin mangas y los jeanes gastados para disfrutar de una olorosa jornada.
La jornada se inició temprano, ya que el cartel era bastante nutrido, y los encargados de abrir fueron Terror Society, una de las bandas que se ha encargado de reavivar esta llama del thrash y lo han logrado con creces. Con una carrera de más de 10 años, son una banda que ya sabe jugar de memoria, y lo demostraron con un gran sonido muy apretado que cuesta mucho oír en vivo a las bandas nacionales, por lo que de entrada te engancha muy rápido.
Tocando un thrash que mezclaba lo mejor de la bay area, con tecnisismos y velocidad, sumado a la oscuridad del thrash teutón, Terror Society es una carta segura de buen metal, tocando temas como "Sins" o "Insane Holocaust" con grandes solos y grandes riffs por parte de los guitarristas, una voz agresiva y desgarradora, una batería que golpea incesantemente a una velocidad demoledora, y un bajo muy pesado, muy gordo, que con su peso trae todo a tierra (muy destacable el trabajo de Keila Olate al domeñar a todas las bestias con sus 5 cuerdas) dándole forma a cada tema. No había tenido la oportunidad de verlos en vivo y de seguro me los repito.
Luego llegó el turno de Oponente, la banda más joven de la noche pero no por eso menos potente, con un thrash mucho más sucio, más callejero y más ruidoso, nos mostraron la pasión que tiene este estilo, y entraron con una patada en la garganta desde su primer riff, muy violento y veloz, a dejarlo todo sobre el escenario del Cariola.
Con una mezcla a ratos muy thrash de la vieja escuela, a ratos black metal, Oponente es una gran banda con un sonido destructor, unas guitarras gemelas que se armonizan de maravilla, una voz que golpea fuerte con cada verso, un bajo cortante, y un baterista que vuela con su doble bombo. Todo envuelto en un aire de DIY que te envolvían en su show casi como estuvieras en su sala de ensayo, haciéndote parte del espectáculo. Cerraron su show con un encapuchado sosteniendo una gran cruz invertida, frente a un público que comenzaba a entrar en calor.
Ya comenzaba a bajar la luz junto con el calor, y se subió al escenario Massive Power, banda que por su trayectoria no necesita mucha presentación, pero por si no los conoces, son una banda de thrash clásico de principios de los 90' que entre demos y EP's ayudaron a cimentar la escena nacional en un país análogo. Con algunos problemas de sonido, la banda se lanzó con todo a calentar los ánimos del público, mostrando lo mejor de la vieja escuela. Con una guitarra jackson llena de logos de bandas, 4 cuerdas y algunas balas, nos recuerdan aquella época dorada del Manuel Plaza y la sala Lautaro, una época más simple en donde te reunías en el paseo las palmas a intercambiar tapes, y nada más era necesario para lanzarse al thrash.
Con temas como "Political class" aprovecharon de repasar la contingencia nacional y la muerte de "San Tatan" como han hecho ver los medios de comunicación al ex presidente, Massive Power dejó la mesa servida para el resto de la noche, y los problemas técnicos no los detuvieron para dejarse llevar por el thrash sobre el escenario.
Ya eran más de las 8 de la tarde cuando comenzó a entrar la gente en masa al Cariola, preparándose para la llegada de Exhorder, que con la aparición de Kyle Thomas sobre el escenario para probar sonido, estalló en aplausos. La banda comenzó a sonar con una intro pesada seguida por Slaughter in the Vatican, agolpando a toda la gente contra la reja y haciendo estallar el Teatro Cariola en un gran Mosh Pit.
Luego de ver tal efervescencia en el público, Kyle se detuvo para saludar, preguntar quienes venían de trabajar para terminar diciendo "No vayan a trabajar, sean irresponsables!", a lo que yo grité "siiii!!! trabajar es pa los weones!!!", pero aquí estoy, ecribiendo escondido en el baño de mi pega, como los weones. Luego tocaron sus dos nuevas canciones que serán parte del disco que lanzaran este año, "Year of the Goat" y la recién estrenada "Forever and Beyond Despair" que según Kyle es una canción de amor, y si bien las metáforas aguantan bastante, tengo mis serias dudas sobre su temática, pero quien es uno para juzgar.
Siguió la banda sonando como una máquina muy bien aceitada, pese a no venir con su guitarrista nuevo Pat O'Brien debido a un pequeño problema legal que lo dejó con arraigo nacional, y en su reemplazo venía Waldemar Sorychta, quien parecía que hubiese tocado toda la vida con Exhorder. El único error fue al tocar Death in Vain, que tuvo una partida falsa por parte del baterista Sasha Horn, a lo que Kyle le gritó "estás despedido!" para luego partir bien y demoler el lugar con ese temazo de su primer álbum, para terminar en una línea de bajo sabrosona por parte de Jason VieBrooks que dió pie para un pequeño duelo de solos de guitarra en donde el sweep picking fue el protagonista del lugar.
De pronto se vino una de las sorpresas de la noche, cuando la banda tocó "Into the Void" de Black Sabbath, momento para dejar el mosh de lado y cabezear bien duro hasta el -1, para luego cerrar la noche con Exhorder y Desecrator, haciendo un show más que redondo y apretado, demostrando que se mantienen en plena forma y generando altas expectativas para este nuevo disco que se viene, titulado "Defectum Omnium". Esperamos verlos en una nueva gira con su trabajo bajo el brazo.
Ya eran pasadas las 10 de la noche cuando Phil Demmel aparecía con una capucha sobre el escenario para probar el sonido de su guitarra, provocando los vítores de la gente que estaba ahí para despedirlo, ya que este fin de semana realiza sus últimos shows con Vio-Lence, para concentrarse en su nuevo trabajo junto a Kerry King, por lo que se esperaba un show memorable, y no decepcionaron.
Entraron tocando Eternal Nightmare con un Sean Killian en escena que es un espectáculo por si solo, y provocaron la locura del público que esperaban su llegada para moshear como dios manda. Siguieron con Serial Killer, siguiendo la misma estructura de su único larga duración "Eternal Nightmare" (1987), haciendo que el círculo de gente al centro del Cariola no se detuviera, agolpando a la marea de gente contra la reja (si, misma reja donde estaba yo luchando por mantenerme con vida), junto a Sean que se apoyaba contra la barrera para cantar sobre la gente, poniéndome la punta de su bototo en la cara, causando la histeria colectiva.
El espectáculo de Vio-Lence no tiene pausas, y te asfixia durante todo el show, en donde te dejas atrapar por los riffs durísimos que te golpean, y ves a Sean sobre ti diciendo "te voy a ahorcar conchetumare" mientras sigue cantando, haciendole honor al nombre de su banda haciendo de toda esta puesta en escena un show casi irreal. Te introduces en un espiral de velocidad y agresividad que se disfruta minuto a minuto. Siguieron tocando parte de su recordado álbum con Phobophobia y Kill on Command, y que pese a no tener una extensa carrera, cada tema que tocan es una joya del thrash muy bien ejecutado.
La banda entera se entrega al su show, con un Phil Demmel que se va sacando la ropa de a poco debido al calor de su performance, su bajista Christian Olde que recorre el escenario completo para cabezear por doquier y acercarse al público a gritar con furia, Adrian Aguilar en batería que no se detiene, no parpadea, ni respira por tocar cada vez más rápido, y Sean que probablemente sea uno de los mejores vocalista del estilo, con una impronta, una agresividad, y un desplante de frontman que no te deja más opción que entregarte al thrash.
Casi al terminar su show, Sean confesó ser un gran fanático del Punk Rock, y que si no hubiese sido por Vio-Lence, hubiese cantado en una banda punk, por lo que invitaron al escenario a Kyle de Exhorder para tocar California Über Alles, cover de Dead Kennedys que ya habían lanzado como single por ahí por el ya lejano 2020. Cerraron la noche con World in a World, un infaltable en los shows de Vio-Lence para ponerle un broche de furia al agitado espectáculo.
Cuando comencé esta reseña hablé de como ha resurgido el thrash metal, y el público de anoche es una prueba viva de aquello, ya que si miraba alrededor, eramos pocos los viejos treintones y cuarentones (que era lo que esperaba ver entre el público), y había mucho veinteañero sin polera, con bastante olor a thrasher dándolo todo en medio del Cariola, lo que revitaliza la escena nacional. Mención honrosa tiene un niño de uno 6 u 8 años que se encontraba en el palco derecho, el que se llevó el reconocimiento de Exhorder y de Vio-Lence, con uñetas y baquetas que sellarán un recuerdo imborrable en su cabeza, o al menos en la de su papá que probablemente se lo recordará siempre. El thrash está más vivo que nunca, y eso me encanta.
Set List
Vio-Lence
Eternal Nightmare
Serial Killer
Phobophobia
Kill On Command
I Profit
Let the World Burn
T.D.S. (Take it as You Will)
Calling in the Coroner
Officer Nice
Upon Their Cross
California Über Alles
World in a World
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