El tiempo pasa, pero la música perdura. Como el primer disco de Interpol, “Turn on the bright light”, uno de los discos más emblemáticos y revolucionarios de los 2000, que, de seguro, muchos y muchas en su tiempo lo escucharon en CD o en algún reproductor de aquella época.
La historia comienza en noviembre del año 2001, cuando cuatro chicos neoyorquinos no sabían lo próximo que iba a ocurrir y en que se iban a convertir, ya que se encontraban grabando lo que sería su álbum debut.
Pasaron los días, entre constantes encierros, arreglos, producción y más, hasta que lo lograron. Un 19 de agosto de 2002 salió a la luz el material que cambiaría por completo la vida de Daniel Kessler, Paul Banks, Sam Fogarino y Carlos Dengler.
Titulado como “Turn on the bright lights”, una obra que se destaca por varios de sus clásicos, el estilo, muy ligado a lo que ocurría en la escena del 2000, además de los toques neoyorquinos que se presentan.
La primera pieza, ‘Untitled’, entrega ese misterio y la melancolía a través de las líneas de bajo junto a las hipnotizantes guitarras que van desarrollando el clímax. En seguida, ‘Obstacle 1’, es un poco de lo clásico que se vivía en la escena de aquel entonces, tanto por el estilo de la canción, los riffs de guitarra y la intensidad.
En ese momento que te dan una especie de abrazo o abrigo en ‘NYC’ y ‘Hands Away’, las sombrías atmósferas se empoderan de la energía un poco más tranquila. En cambio, ‘Say Hello To The Angels’ entrega energías para bailar, movernos y pasar de un buen momento mediante la sonoridad que entrega.
Podemos decir que la recopilación de esta primera entrega es un sube y baja de emociones, hay temas más intensos como ‘PDA’ y ‘Obstacle 2’ o momentos inquietantes y misteriosos, es el caso de ‘Stella Was a Diver and She Was Always Down’.
‘Roland’ va al grano, sin complejidades. En este tema se puede disfrutar de ese solo de guitarra, que, sin duda, destaca y deja una especie de entrada a ‘The New’, en casi final del disco. Una melodía que expone cierta emotividad, pero termina sorprendiendo por el lado instrumental que se empodera de la canción, hasta volver al clímax con Kressler.
El tiempo pasa, pero “Turn On the Bright Lights” se mantiene firme, como un clásico que da ganas de escuchar en vivo y disfrutar de la satisfacción que Interpol entrega a través de estos once temas.
Este mítico disco junto a “Antics” (2004) podrás disfrutarlos en vivo el próximo jueves 30 de mayo en Teatro Municipal de Viña del Mar y el viernes 31 de mayo en Teatro Caupolicán con entradas agotadas. Produce Lotus.
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