#DeCulto: Discharge - Fundamentales para entender la música extrema

 

    A lo largo de la historia han habido un número selecto de artistas que han logrado marcar un antes y un después en la música, es imposible hablar de esto sin mencionar a la British Invasion y bandas de la talla de The Beatles o Black Sabbath, agrupaciones que marcaron un hito y cambiaron el paradigma musical desde que se lanzaron sus trabajos en adelante, sin embargo, la otra cara de la moneda es cuando hay artistas que están adelantados a su época, bandas que se arman y se disuelven sin ver el éxito de su creación mientras están activas y, por otro lado, grupos que se mantienen firme a pesar del esquivo éxito, como es el caso de Meshuggah, quienes les tomó más de diez años para que se popularizara lo que hoy conocemos como Djent y tuvieran el reconocimiento global, o la banda que nos trae éste #DeCulto: Discharge.


    Formados a fines de los 70 en lo que se conoce como la segunda ola del Punk Británico, Discharge comenzaría a desarrollar un Punk mucho más abrasivo y agresivo, distinto al de sus compatriotas como los Sex Pistols o The Clash, tomando la rabia perenne del Punk y musicalizándola con una agresividad hasta entonces poco vista en el estilo, llegando a su punto cúlmine con la grabación de su primer elepé “Hear Nothing See Nothing Say Nothing” (1982), en donde canciones como el que titula el álbum, “I Wont Subscrube” o “Never Again” nos presenta un tipo de Punk mucho más violento en su forma de tocar y expresar sus ideas, con una voz ya lejos de lo melódico y más rasposa, haciendo que su sonido sea completamente auténtico y, como veremos, ampliamente imitado.

 


    Tomando elementos del Hardcore Punk, Anracopunk, el Oi, y el Street Punk, Discharge desarrollaría un estilo único, directo y al hueso, sin medias tintas, y aunque hoy sabemos que bandas como Amoebix o Antisect dieron los primeros pasos para lo que hoy conocemos como Crust Punk, fue el estilo único de Discharge lo que los llevó a lo alto de un movimiento nacido desde el Underground y para el Underground, sentando las bases de lo que hoy conocemos como D-Beat, una batería constantemente upbeat, guitarras afiladas, con mucha distorsión, y un mensaje altamente político.

    Tomando los elementos fundamentales de Discharge, muchas bandas comenzarían a sacar sus propias versiones de éste sonido, como Disclose en Japón, o Disfear y Wolfbrigade en Suecia, sin embargo, tal como pasa con Black Sabbath y el Doom Metal, la historia no se queda sólo en bandas clónicas, sino que en muchas otras agrupaciones de diversos estilos que tomaron la crudeza de Discharge y la llevaron a sus terrenos como los mismos MetallicaDischarge también son apuntados como los que allanarían el camino para el Grindcore de bandas como Napalm Death o Repulsion, y así, como un efecto mariposa hoy nos encontramos con artistas de la talla de NeurosisHigh On Fire o incluso Nihilist citando a Discharge como sus influencias en mayor o menor grado.


    Entiendo que podría estar simplificando mucho en ésta nota, pero es sólo una muestra que representa en gran medida lo importante de una banda que ha sabido mantenerse vigente por más de 40 años y aún a día de hoy seguir sonando frescos, y es que la batería acelerada y la crudeza de la interpretación puede localizarse hoy en estilos como el Thrash, el Black, el Death Metal, lo que hace que a Día de hoy Discharge sea una banda fundamental para entender la música extrema.

Los tickets están disponibles a través de Puntoticket  con valor de $33.000 en preventa y $37.000 la entrada general (cancha y platea baja al mismo precio), más cargos por servicio. Y como esto es “Road to CL.Rock”, si compraste entradas para el festival de noviembre, ¡tendrás un 20% de descuento en tu compra!


Publicar un comentario

0 Comentarios