Alegría, euforia, juegos de luces y canciones coreadas, eso es un poco de lo que se vivió en el regreso de Interpol a Chile, en la segunda noche, donde se presentaron en Teatro Caupolicán tras una interesante presentación en Viña del Mar.
Cerca de las veinte horas, Chini.png abrió la noche,
deslumbró entre las luces rojas, mientras tocaba un par de sus canciones. El
público aplaudía y observaba a la artista nacional, que, sin duda, fue una muy
buena elección, ya que tiene un gran talento e interesante repertorio musical
del disco “El día libre de Polux” junto a otros temas.
A las nueve, puntual, el clima cambia, ya que están por
aterrizar en el Caupolicán la tan anhelada banda, Interpol. El sonido,
intrigante, acompañado por una especie de neblina que causó ese misterio. La
ansiedad se hacía presente al notar que Paul Banks, Daniel Kessler y Sam
Fogarino subían al escenario.
Con de ‘Specialist’ del disco “Turn On The Bright Lights”
(2002) dieron pie a lo que fue una gran noche de celebración. En
comparación al espectáculo de la Quinta Región, decidieron dar vuelta su setlist y empezar
con este álbum.
Las luces, un pilar fundamental en el show de la banda,
cumplieron con ser un factor que le entregó belleza y estilo. Por ejemplo, para
ambientar la energía de ‘Obstacle 1’ y ‘Stella Was a Diver and She Was Always
Down’ que acompañó al canto de Banks y el karaoke que realizaba el público,
mientras el escenario se tornaba en rojo.
Luego de transformó toda la energía en un caos entre el
público, los riffs de guitarra y la potencia, formó una interesante energía en el lugar al sonar ‘Say Hello to the Angels’ y ‘Hands away’, una
locura total.
En un momento, en ‘NYC’, las linternas de los teléfonos se
prendían en un Caupolicán por completo, mientras una tierna melodía se hacía
cargo de envolver al lugar.
El show y el profesionalismo que presenta el grupo se hizo
notar. En un par de ocasiones, Paul Banks hablando español con un acento
casi natural, ya que vivió un par de años en México. Por otra parte, el
guitarrista Daniel Kessler invitaba a la gente a aplaudir. Entregaron
cercanía y amabilidad.
‘PDA’ dio paso al cierre de la primera parte del show. Con
un público lleno de energía que quería más, Banks anunció que harían una pausa
y seguirían con “Antics” (2004) en su totalidad.
Pasadas las diez de la noche, empieza la segunda parte con
este disco que también es parte fundamental en su discografía y no cabe duda,
ya que lo volvieron a dejar en claro. ‘Next exit’ fue la pieza que dio pie a esta siguiente
parte de euforia.
Temas que se vuelven clásicos y son puntos altos, difíciles
de olvidar como ‘Evil’ además de ‘Narc’,
‘Slow hands’ fue un buen momento de karaoke, donde las
guitarras tomaron fuerza, mientras todo se tornaba amarillo. Esa euforia y
alegría que se transmitía en el sitio fue una euforia total.
‘Time to Be So Small' junto a ‘Untitled’, broches que
cerraron esta velada llena de clásicos, euforia, recuerdos y un buen show que
permanecerá en la mente de muchos. Interpol dejó en claro que tienen una gran
trayectoria, además de una variedad de temas que están marcados en la historia
de la escena de neoyorquina de los 2000s.
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