A veces dentro de todo el caos que hay a tu alrededor es bueno hacer una pausa, gritar bien fuerte al viento “stop” y darte el tiempo de reagruparse y decir “estamos juntos en esto”, una sabia lección que nos dejó anoche Discharge en su show de debut en Chile, uno marcado por varias cosas y que tiene a dicha frase como uno de los puntos principales.
El debut del conjunto británico en nuestro país no fue sencillo, y es que tras un primer intento fallido la banda iba a llegar al Teatro Coliseo acompañada de dos agrupaciones de la nueva camada del metal. No obstante, la policía peruana (Según lo informado) cometió una serie de errores que nos dejaron sin Havok y Midnight en dicho evento.
Contra viento y marea, Spider Prod, el booking y las bandas restantes se pusieron la capa y dijeron que la cosa iba a ir igual, ofreciendo una serie de regalias y asegurando que los conjuntos restantes iban a ir con todo su arsenal. Una promesa que se cumplió al cien por ciento y que sacó a lucir la parte más potente de este subgénero.
Comenzamos con los nacionales de A.C.C. (Actitud Contra Cultural), quienes puntuales a las 20:00 hrs salieron a ofrecer toda la potencia de su Crossover con su single “Distancia Social”.
Liderados en voz por Carlos Solar, aprovechan cada pausa para dar una pequeña frase de protesta y que luego es reforzado por sus canciones. Es así como instituciones como la prensa, las transnacionales y la política son atacadas a punta de versos y los demoledores riffs de la banda.
Un conjunto que suena cañón y se da el lujo de compartir eso con los fanáticos y sus amigos, invitando al gran Yury Salinas de Matahero para cantar dos temas. La fiesta es en grande y si bien comenzamos con poquito público dentro, el sonido está tan bien balanceado que poco a poco comienzan a llegar más fanáticos y comienzan a repletar el teatro mientras “Depredación Inmobiliaria” se toma los parlantes.
Usan el tiempo sabiamente y logran repasar un gran porcentaje de su última placa Derecho A La Rebelión, para luego dar el golpe final con “Patrones de la Miseria” y cerrar un show redondo que se lleva la ovación de la fanaticada local.
Luego de 10 temas (30 minutos casi exactos), nos queda ir armando la previa a lo que será el debut de los ingleses. en Chile. Lamentablemente, sabemos cómo pasará y sólo queda esperar a que ocurra de la mejor manera posible.
Con sólo 10 minutos antes del inicio, una avalancha ingresó de forma avasalladora y el recinto que estaba al 70% de su capacidad, pasó rápidamente a un 120%. No había donde meter a alguien más y es que esta fiesta (pese a sus dificultades) no se la quería perder nadie. La cancha parecía un 1 de enero, llena de abrazos entre punks que se reencontraban luego de un tiempo y sin dar espacio para muchas palabras o una chelita de por medio, las luces bajan y Discharge entra en acción.
Con “JJ” ya en escena la banda golpea fuerte la mesa con “The Blood Runs Red”, y rápidamente el mosh, crowd surfing y el stage dive se toman el recinto de Nataniel Cox, de ahí todo va en aumento y el setlist viene preparado para ello, usando como segundo single “Fight Back” y con un fan que realiza una voltereta hacia adelante desde el escenario al público.
La cosa viene intensa y no podía ser de otra forma, los esperamos por años y toda esa energía contenida se desató en la cancha del Coliseo, si hasta Chucky andaba por ahí haciendo headbang en el mosh (el que estuvo ahí cachó).
Los formados por “Tezz” y “Rainy” no se guardan ningún clásico, y pese a los 5 segundos de descanso que dejan entre tema y tema, es imposible no sumarse a la euforia de clásicos como “Hear Nothing, See Nothing, Say Nothing”, “The Nightmare Continues” y “A Look At Tomorrow”.
Es una jornada única y al mismo tiempo es una oportunidad de fraternidad, donde la banda sin anuncio ni nada sube a David Sanchez de Havok a cantar “Drunk With Power”, como muestra de que el conjunto intentó llegar al país y que fue imposible por la burocracia e ineptitud (como señaló el comunicado de la producción) de un oficial de policía (igual en este contexto con esta banda, no podía ser de otra forma).
“Hell On Earth” y “Cries Of Pain” siguen la fiesta y acá ocurre el detalle. Al parecer (lo digo porque dada la gran cantidad de gente no podía llegar allá) un fan “cae” durante el show y no queda en buen estado. “JJ” corta el show abruptamente y comienza a manifestar que se ayude al chico y que no seguirá hasta que esté bien, por lo tanto ayúdenlo. “Esta es nuestra anarquía, nuestra organización y nuestra familia. Estamos juntos en esta mierda, entonces levanta a tu hermano y sigamos todos juntos, cuidémosns”, vociferó en una proclama que duró 10 segundos y que dio cuenta de todo lo que es el anarquismo, sin caer en extensas frases de algún pensador de antaño o con citas en APA. Corta y directa, precisa y al hueso como debe ser.
Tras eso y la ovación de la fanaticada el show sigue, casi sin pausas, y el espiral de euforia y violencia crece con él. “Protest and Survive”, “New World Order”, “Hatebomb”, “State Violence /State Control” son sólo algunas de las piezas que siguen la jornada y que hacen surgir bengalas (el punto negativo de la noche), polerones volando por los aires e incluso para algunos bailar (el punky delante mío tenía su propia coreografía de Para-Para en cada canción).
Con eso nos acercamos al final de esta primera parte (lo sabemos porque tenemos la hoja con el setlist), y al “cierre” con “Realities Of War” esa pausa para pedir “otra” no va a existir. Acá en nuestra propia organización esas reglas definidas no se aplican. Por lo tanto, vamos rápido y la inesperada “Accessories By Molotov” marca este “encore” y que sigue con “War Is Hell” y “The Possibilites”.
Obviamente todo debe llegar a su final y entre agradecimientos la banda prepara el cierre con “Decontrol” en una versión extendida que duró como seis minutos y que tuvo a parte de MIdnight tocando junto a ellos (donde destacaba la ausencia de su vocalista). Esto como el broche de oro de una jornada intensa, pero que no podía ser de otra forma.
Quizás son muchas palabras para un show de una hora quince, pero la verdad es que hay harto que decir.
Desde el titular que puede ser un poco confuso, anoche se vivió una jornada que tuvo de todo y que comenzó de temprano con el problema para la salida de Perú de Havok y Midnight. Nuevamente la burocracia del sistema y la ineptitud policial se vuelven un enemigo de la música protesta, no podía ser de otra forma, pero ahí Discharge, A.C.C. y Spider se pusieron la capa para hacer la jornada lo mejor posible (y se logró).
Estamos juntos en esta mierda, la vivimos día a día y si nosotros no damos el ejemplo, entonces ¿cómo lo hacen los fans? Acá también operó el mismo principio, con varios que desde tempranito estaban haciendo la previa, llamando a un amigo pa’ hacer el 2x1 o el apañarse para pasar todos juntos (que sabemos está mal y donde nuevamente vuelve a asomar el fantasma de Doom, que parece nunca nos dejará de penar).
No obstante, si debo detenerme en una situación crítica y fue que la bengala de “New World Order” que luego fue lanzada al escenario y cayó detrás de “Proper Caution” a pies del lienzo de la escenografía. Sabemos que las bengalas son un peligro en sí, pero esta “imbecilidad” no tiene razón de ser. No es grave, es que esto realmente pudo terminar muy mal y debo destacar a los roadies y equipo en escenario que actuaron al instante (al igual que con el fan caído).
Vuelvo a citar a “JJ”, “Estamos juntos en esta mierda” y si queremos que nuestra anarquía opere debemos no sólo respetarnos, sino que también cuidarnos entre nosotros. Quedó claro que día a día luchamos todos y todas contra una serie de problemas que el sistema tiene, pero si al final del día cometemos estos actos, no sólo egoístas, sino que estúpidos, entonces no tenemos opción.
Este fue un concierto de lujo y que gracias a que varios que estaban empeñados en que resultara salió todo bien (producción y bandas). No obstante, si siguen estas actitudes volverán los tiempos del Punk Rock Festival, con la cacería de brujas que se realizó a toda esta escena punk, cerrando puertas y recintos con justos motivos.
Creo que está claro que depende de todos y todas cuidar el que estos shows se sigan realizando, porque el debut de Discharge estoy seguro que fue muchísimo más de lo que todos esperábamos (probablemente de los mejores del año). Fue un concierto de lujo y una clase de anarquía en muy poquitas palabras, pero aún entre la teoría y la práctica hay harta diferencia.
Escrito por: Felipe Pino
Fotos por: Francisco Aguilar (Spider Prod)
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