El compromiso de Metallica con su fundación "All Within My Hands" es incontrarrestable, al punto que las cifras, dejadas por la primera parte de la gira M72, son increíbles, con cifras que, por cuidad, ronda los 30.000 euros.
Pero esto, para James Hetfield genera una gran dicotomía, recordando sus episodios de mayor pobreza fraciscana por la que pasó la banda. Esto bien lo recuerda en el podcast "The Metallica Report", donde primero habló de la relevancia de su fundación: "Creo que primero se nos ocurrió el nombre, por la canción "All Within My Hands". Y lo más obvio fue: "Pongamos una mano ahí". Y entonces, sí, tracé mi mano, esa es mi mano (risas), guste o no. Y luego, de alguna manera, tenemos una llave, un ojo de una cerradura en la mano, como algo que tiene que inspirar para dar paso a la ayuda. Así que tenemos esa llave entrando en la cerradura y abriendo ese entendimiento de que es mejor dar que recibir".
Hetfield no olvida sus momentos de premuras económicas, recordando que: "Aunque suene cursi, no hay mejor sensación en este mundo que ayudar a otra persona y hacerlo sin tener que contarlo. Hay algo fantástico en ello. Va en contra de todo lo que somos los humanos: "Necesito esto. Dame eso. Necesito llevarme esto". Especialmente cuando hemos crecido en una banda que luchaba por conseguir la única toalla del motel, o lo que fuera, o "ahí hay una lata de comida, será mejor que consiga la mía", o lo que sea. Sólo esa mentalidad de escasez y tener esa llave te abre a ser completamente lo contrario. De todo lo que uno ha aprendido, a pesar de todo lo que yo he aprendido, el dicho más cursi de "es mejor dar que recibir" es muy cierto".
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