Las primeras veces siempre son algo complejo cuando se trata de la música. El primer acercamiento, el primer álbum, y así hasta la primera presentación en vivo. Hay muchas expectativas y ganas de que el evento resulte en algo difícil de superar, que penetre la retina de los asistentes y llene la memoria de recuerdos inolvidables con un soundtrack de ensueño por parte de nuestras bandas favoritas. Esta sensación es aún más intensa cuando la banda cuenta con una vasta trayectoria y ha demorado en salir al encuentro con parte de su público; que es exactamente lo que ha pasado este fin de semana con el debut de Clutch en nuestro país.
El pasado día domingo, el público santiaguino tuvo la oportunidad de ecnontrarse por fin con el cuarteto de Maryland en un espectáculo que prometía bastante. Puntuales, sin teloneros ni necesidad de una gran introducción, la banda subió al escenario a las 21:00 hrs, arrancando el concierto con "X ray Visions" un corte de energía demoledora que sirvió como un chispazo para prender al público asistente hasta el borde de la euforia. Desde el primer acorde, quedó claro que la noche sería una celebración del legado de una de las bandas más creativas del rock de las últimas décadas.
El carisma inmenso de Neil Fallon fue lejos el componente más destacado de la noche. Con una performance excéntrica y una gran habilidad para animar a la multitud, el vocalista dejó en constancia lo importante que es tener un frontman con presencia escénica. Logró capturar la atención del público durante la hora y media de concierto sin soltar el acelerador en ningún momento. Su actitud, perfectamente alineada con la dinamismo de las letras y la pesadez del sonido de Clutch, fue uno de los puntos álgidos de la jornada, pues logró patentar una conexión genuinamente poderosa con el público chileno.
Así también el trío de músicos que lo acompañaban, compuesto por Tim Sult, Dan Maines y Jean Paul Gaster, demostró una altura similar tras el virtuosismo de cada uno en sus respectivos instrumentos, dejando constancia de que Clutch es una banda que destaca por su sonido antes que nada. Ritmos precisos y contundentes, riffs gruesos y pesados, y una base impecable desde las cuatro cuerdas, fueron la carta de presentación del talento de los músicos. Sin embargo, no se trata solo de habilidades musicales: el grupo combinó elementos escénicos y sonoros para montar un espectáculo dinámico, donde cada miembro tenía su momento para brillar al son de sus propias habilidades.
Con más de 30 años de carrera y una propuesta ecléctica que abarca desde el hard rock hasta el stoner y el rock progresivo, Clutch logró maravillar a los asistentes que llegaron al clásico local de la Alameda. Su repertorio, que mezcló clásicos de sus mejores discos -como "The Mob Goes Wild"- y otros temas más nuevos -como "Slaughter Beach", sencillo de su último disco de estudio- ofreció una versión completísima de la evolución de la banda a lo largo de las últimas décadas. El público, emocionado por esta primera vez y sin poner mucha resistencia, se dejó seducir por las distintas épocas de la banda y se comportó como corresponde. En el centro de la multitud se formaron algunos pogos entre los fanáticos más apasionados, mostrando la devoción sugerida para un debut como este. Energía contagiosa que bien se extendió por todo el recinto, creando una atmósfera exquisita para los amantes del rock and roll en todas sus categorías.
Los efectos y la improvisación de Tim Sult sirvieron para crear un ambiente único y demostrar la creatividad sin límites que caracteriza la propuesta artística de Clutch. Cada canción, aunque fuese familiar, se sentía renovada y fresca, añadiendo una dimensión adicional a la experiencia. Este enfoque innovador rompe con las etiquetas convencionales del género y hace del cuarteto una banda especial. La capacidad de reinventarse y sorprender al público es una de las razones por las cuales Clutch ha mantenido su relevancia a lo largo de los años.
El concierto transcurrió sin mayores contratiempos, salvo por algunos problemas de sonido que la banda señaló a su equipo técnico. Estos pequeños inconvenientes no disminuyeron el impacto del espectáculo, y la banda supo manejarlos con profesionalismo y gracia. Después de un encore breve, Clutch se despidió del público chileno, que aprovechó cada acorde para dejar claro que en Chile hay un espacio abierto y entusiasta para la banda norteamericana.
El debut de Clutch en Santiago fue un evento que quedará en la memoria de todos los asistentes, marcando el inicio de una conexión especial entre la banda y sus nuevos fans chilenos. Fue una noche donde la música y la pasión se unieron para crear una experiencia inolvidable, demostrando que, incluso después de tres décadas, Clutch puede montar un debut de fuerza imparable en para un público cada vez más exigente. Rompiendo así, los marcos del rock.
Setlist
- X-Ray Visions
- Firebirds!
- Slaughter Beach
- We Strive for Excellence
- Burning Beard
- El Jefe Speaks
- D.C. Sound Attack!
- The Mob Goes Wild
- Subtle Hustle
- Escape From the Prison Planet
- Spacegrass
- A Quick Death in Texas
- Binge and Purge
- Cypress Grove
- Sucker for the Witch
- The Regulator
- Electric Worry
- Fortunate Son (Cover de Creedence Clearwater Revival)
Reseña por René Canales
Fotos por Mario Miranda
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