#Especial Deicide: No se puede hablar de música extrema sin hablar de Deicide

 

 

¿Te ha pasado alguna vez que alguien que es muy fanático de un artista o banda, en vez de atraerte a sus gustos, te genera rechazo? Ejemplos populares de ésto son los fans de Mike Patton, que no pierden oportunidad alguna de alzar a Mike a niveles inalcanzables, y aunque por más que don Mike tiene laureles de sobra para justificar cualquier comentario que se pueda hacer a su persona, termina pateando, lo mismo pasa con los fans de Dream Theater, donde a ésto se le suma cierta mirada de superioridad al “no entender la complejidad de sus composiciones", es más, a día de hoy agradezco enormemente haberme hecho un fan orgánico de Tool mucho antes de conocer a sus fanáticos, ya que  de lo contrario, no me habría animado a conocer a la banda por el rechazo que me generan algunos comentarios de éstos.

Ésta introducción se relaciona al tema de hoy debido a que a mis 14 años, como alumno de primero medio de un colegio de curas, tenía un compañero, el Ortiz, quien tempranamente mostraba una afición por el Metal Extremo y no perdía oportunidad de hablar de Deicide (su banda favorita) y chuparle las patas a Glen Benton, siempre comparando su música con el Nu-Metal que escuchaba yo por ese entonces, y muy lejos de atraer mi interés, lo alejaba. Pasarían un par de años hasta que me interesara yo por el Death, y cuando escuché el “Scars of the Crucufux” (2004), que lo entendí todo, y  recordé una frase que el Ortiz solía decir “no podí hablar de música pesada sin hablar de Glen Benton”

Si bien es cierto, reducir el notorio éxito de Deicide a la figura de Glen Benton es un poco reduccionista, a día de hoy es innegable la figura de don Glen tanto en su faceta de frontman, como el hombre que ha hecho que Deicide se mantenga en boca de todos a la hora de hablar de Death Meta. Ya sea con sus anticristianas letras, que incluso le costó la cancelación de un show en Valparaíso en 2005 debido a un controvertido afiche, donde la iglesia católica, en pleno siglo XXI, logró que la banda no se presentara en la quinta región (tampoco ayudó que poco tiempo antes, Rodrigo Orias, otro fanático de la banda haya asesinado a un sacerdote en la Catedral de Santiago).




Deicide, sin embargo es más que letras y portadas polémicas, la propia figura de Benton ha generado controversias a lo largo de su extensa carrera con frases que atacan directamente al cristianismo o a alguna iglesia, o su promesa que se quitaría la vida a los 33 años, como una referencia a la edad de muerte de Cristo, ésto no han hecho más que darle más atención a la banda, siendo ésta una buena estrategia de marketing, que nos guste o no, ha logrado mantener el nombre de Deicide fresco en nuestros tímpanos.

Con un estilo más bien propio para la época Deicide marca un antes y un después en el Death Metal norteamericano, con una voz un tanto más “podrida” que bandas predecesoras, serían junto a Cannibal Corpse la voz de éste nuevo Death, gracias a un inesperado incidente, ya que luego de la publicación de “Legion” (1992), Glen Benton se sometería a una operación para quitarse las amígdalas y seguir el tour sin terminar por completo su recuperación, como diría en el Garza Podcast “Le pedía a quien fuera, allá arriba o allá abajo que mi voz esté bien para el próximo show”, según él, ésto de alguna forma modificó su voz haciéndola más grave, lo que explica esa diferencia entre su disco debut y su siguien álbum “Once Upon the Cross” (1995).




“Stench of Redemption” (2006) sería un disco inesperado e impensado, ya que con la salida de los hermanos Hoffman, no sólo quedaba media banda afuera, sino que se fueron los guitarristas, quienes en un estilo como el Death Metal, son una pieza prácticamente fundamental, por lo que logró armar un Dream Team juntando a Jack Owen (Ex Cannibal Corpse) y a Ralph Santolla, quien tenía una larga carrera en el metal, logrando ser miembro de Death en alguna ocasión y que con Deicide haría el que probablemente sea el solo más icónico de su carrera en “Homage for Satan”, lo que nos demuestra, que a pesar de la salida, habría Deicide para rato, cosa que se demuestra aún hoy en día con su última placa "Banished by Sin" (2024), donde logran mantener el sonido clásico y de alguna forma refrescarlo sin sonar formulaico.

Resumir una carrera en sólo un par de párrafos sería imposible, pero aún así nos queda claro que Deicide no es sólo importante dentro del Death Metal global, sino que es a día de hoy una de las bandas FUNDAMENTALES en el estilo, y aunque, creo que reducir la existencia del Death Metal como lo conocemos hoy por hoy, también me parece reduccionista, ya que estaríamos pasando completamente por alto lo que estaba pasando tanto en Europa como en latinoamérica, sobre todo en Suecia por esos años, hoy, más de 20 años después, le encuentro bastante razón al Ortiz, no se puede hablar de música extrema sin hablar de Deicide.


Recuerda que Deicide será parte del CL Rock de éste año, un festival que desde ya promete ser inolvidable, entradas disponibles bajo el sistema PuntoTicket.



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