Cuando la emblemática banda neoyorquina de hardcore Gorilla Biscuits llegaba a la ciudad durante sus giras a finales de la década de los ochenta, solía encontrarse con grupos abiertamente racistas enfurecidos por el discurso pro-diversidad que diferentes bandas de la escena. Su frontman, Anthony "Civ" Civorelli, subía al escenario frente a decenas de personas que sin temor a armar un escándalo le escupían a la cara mientras presentaba un tema como "Degradation", canción que pretendía ser un himno liberador para la escena de los discursos supremacistas blancos que la infestaron durante años. En esas mismas presentaciones, que acababan varias veces en peleas, CIV tenía que dar y recibir un par de golpes para proceder con el espectáculo.
En sus propias palabras: "Había nazis, había racistas; íbamos a lugares donde se sentía una vibra del Klan", recuerda sobre sus giras por el centro de Estados Unidos y Europa, áreas que no siempre eran tan inclusivas como su hogar multicultural en Nueva York. "Así que cuando estabas en el escenario hablando de unidad, de ser 'una sola familia', de que la raza no importa, literalmente estabas poniendo tu trasero en la línea de fuego".
Todo esto es parte del discurso en lucha por la igualdad que Civorelli viene dando -algunas veces físicamente- desde hace poco más de tres décadas. Algo que en el momento que despertó la mañana siguiente de su set de reunión con Gorilla Biscuits en el festival This Is Hardcore en 2016 y se enteró de que la gente en internet lo acusaba de racista, naturalmente, le resultó sorprendente.
Resulta que se había difundido en las redes sociales que CIV lanzó un discurso guiado por la consigna de "all lives matter" durante el show, justamente antes de tocar "Degradation". Algo que al público joven presente en el festival les desagradó lo suficiente como para alejarse del espectáculo y comentar con desdén el acontecimiento en línea; y, por supuesto, muchos quienes se enteraron del hecho de segunda mano no dudaron en expresar que ya no podían apoyar a la banda.
Ahora, lo retorcido del asunto, es que gran parte de las críticas que recibió CIV y la banda vienen de como varios medios reportaron la noticia, colocando la frase "All Lives Matter" en sus titulares producto del debate que se libró en línea alrededor del acontecimiento. Esto llevó a que la noticia llegara más lejos, siendo cada vez más tergiversada; transformando a Gorilla Biscuits en tendencia en cuestión de horas.
"Lo que más me molesta es que mi nombre esté asociado a frases gatillo que nunca salieron de mi boca, siendo mal citado por un escritor anónimo", declaró Civorelli en una entrevista en Vice. Algo que se puede comprobar en cuanto apareció un video del set en línea, ya que demuestra que en realidad nunca usó la frase "all lives matter", aunque su mensaje fue lo suficientemente cercano para incomodar a la gente: "En 2016, la gente todavía tiene que usar camisetas que dicen 'Black Lives Matter'. No jodas. latino, blanco, amarillo, negro, todos importamos. Todos aquí importamos. No dejes que los medios, las escuelas, las instituciones te influyan. Somos un solo pueblo".
En general, esto estaba destinado a ser un mensaje positivo de igualdad sin distinción de color. Simplista y algo ingenuo, puede ser, pero en línea con lo que siempre ha representado Gorilla Biscuits y lo que ha predicado de frente a la resistencia, en una época en que tal declaración se consideraba incendiaria para multitudes donde uno podía ver a más de una persona usando esvásticas en el público. En palabras de CIV: “El objetivo era mostrar lo triste que es que, como seres humanos, tengamos que recordarle a la gente que las vidas negras importan [...] De eso se trataba, no de que los negros lleven esas camisetas, sino del hecho de que tengan que hacerlo".
Sin saberlo, Civorelli pisó una mina cultural con su discurso de menos de 30 segundos. Aunque "all lives matter" es, técnicamente, una afirmación verdadera, la frase ha ganado un estigma al ser adoptada como una respuesta utilizada por personas blancas que ignoran su privilegio y buscan deslegitimar el movimiento Black Lives Matter. La naturaleza defensiva que lleva implícita minimiza el mensaje central de Black Lives Matter: que las personas de color en Estados Unidos son desproporcionadamente perseguidas y asesinadas por la policía (Para hacernos una idea, según un reportaje presente en The Washington Post, los estadounidenses negros tienen 2.5 veces más probabilidades de ser disparados y asesinados por la policía).
Ahora bien, CIV no ha sido la única víctima de este tipo de malentendidos, casi todas las celebridades que han levantado la bandera de "all lives matter" de forma inocente han recibido la respuesta hostil del internet. Por ejemplo, cuando Jennifer Lopez tuiteó el hashtag #alllivesmatter antes de borrarlo; o el rapero Fetty Wap tuiteó "Mis hijos son mestizos #AllLivesMatter" antes de disculparse; o el emblemático caso de cuando un miembro de The Tenors levantó un cartel que decía "all lives matter" mientras cantaba el himno nacional canadiense en un evento deportivo, lo que llevó a la banda a suspenderlo de la formación temporalmente.
Por su parte, Civorelli, admitió que no seguía de cerca las conversaciones en internet. Por lo que, al no estar al tanto de la terminología del momento, la situación estalló en sus manos. Muchos interpretaron su discurso como el de un hombre mayor fuera de contacto o, en el peor de los casos, como otro punk convertido en ultraderechista (que nombres sobran). Pero en realidad, Civorelli es un producto de su tiempo, aún luchando por erradicar el racismo en términos generales, y subestimó el impacto de sus palabras en la era de la información masiva.
Tras el incidente, muchos seguidores de Gorilla Biscuits acudieron a la página de Facebook de la banda para defender a Civorelli de lo que consideraban un exceso de corrección política. Algunos lo compararon con un incidente que ocurrió en el primer show de una gira de reunión de Chokehold -otra banda ícono de la escena- cuando el guitarrista Jeff Beckham habló en contra de la brutalidad policial y dijo: "No es solo con la gente negra, no es solo Black Lives Matter", lo que provocó que alguien en la multitud gritara: "¡Vaya mierda racista, abuelo!" y lo acusara de "decir tonterías supremacistas blancas" en una acalorada discusión que supuestamente terminó en una pelea. Esto es sólo un ejemplo de lo que sucede cuando las diferentes generaciones de la escena se superponen.
En el sentido más estricto, el hardcore proveniente de Nueva York no es un género que haya envejecido de la mejor manera en cuanto a sus letras. Para la nueva generación de seguidores del hardcore, esa primera etapa de la escena —con bandas como Judge, Warzone y Madball— a menudo suena como una mescolanza de discursos anticuados y perdidos en el tiempo. Por hablar de los casos más suaves, algunas palabras que antes se usaban de forma casual -como "retrasado", término que Gorilla Biscuits utiliza en su canción "Finish What You Started"- ahora resultan ofensivas y bastante crudas para los oyentes progresistas de hoy en día. Pero en los casos más fuertes, bandas como Agnostic Front lo llevaron a otro extremo transmitiendo mensajes nacionalistas, que atacaban a los inmigrantes y a los beneficiarios de la asistencia social; tal como señalan las letras de "Public Assistance", donde decían explícitamente: “Pasas tu vida en filas de asistencia social o buscando limosnas / ¿Por qué no buscas un trabajo? / Tienes más hijos para aumentar tus cheques y poder comprar más drogas / Cambias tus cupones de alimentos y te emborrachas.”
No sorprende que, en retrospectiva, estas canciones se sientan crudas. Era una escena influenciada por los años de Reagan, compuesta por hombres orgullosos de clase trabajadora, en su mayoría corpulentos, que literalmente usaban sus puños para transmitir su mensaje. Como lo describió el vocalista de Born Against, Sam McPheeters, era "un mundo empapado en pobreza y violencia".
Sin embargo, en el caso de Gorilla Biscuits, la banda que escribió el himno antirracista de la escena, la reacción ocurrida hace un par de años no solo es incorrecta, sino que subestima la plataforma desde la cual se habla. La realidad es que sin Gorilla Biscuits y sus contemporáneos, a pesar de sus imperfecciones, no existiría la escena hardcore como se le conoce. Si no hubieran predicado la unidad -un concepto que ahora parece básico- la puerta habría estado cerrada para la siguiente generación de bandas con ideas y voces más críticas. Si no hubieran hecho que decirles a los supremacistas blancos que se largaran fuera algo de estricto rigor, la escena hoy quizás sería mucho menos diversa, un problema que aún persiste.
“Pelear ahora es mal visto, pero en ese entonces luchábamos literalmente por nuestro derecho a ser escuchados, por el derecho a cambiar las cosas”, dice Civorelli, recordando aquellos días enfrentándose a los skinheads nazis. “He caminado por el fuego y arriesgado mi propia vida. Que ahora me juzguen personas que nunca me han conocido o que no entienden lo que hemos pasado es triste y decepcionante; realmente es algo deprimente.”
En última instancia, la reacción al discurso de Civorelli se desvaneció y quedó olvidada. Pero la disposición de la escena para atacar a aquellos cuyas opiniones o palabras no se alinean con su mentalidad colectiva, y la facilidad con la que etiqueta a las personas con calificativos cada vez más laxos, es lo que verdaderamente resulta problemático aquí. En un momento en que existen peligros reales que enfrenta el mundo, incluido el rápido ascenso de diferentes lideres extremistas que no titubean al momento de despojar derechos y gobernar como auténticos fascistas, esta disposición a ignorar el contexto y la intención en nombre de la histeria políticamente correcta está generando una nueva generación de bandas punk y hardcore que evitan.
Te recordamos que este 28 de septiembre, Gorilla Biscuits debutará en nuestro país con un show único en Teatro Cariola. Donde la banda repasará un repertorio lleno de clásicos para una tarde hardcore inigualable. Puedes encontrar las entradas disponibles en Ticketplus, para que corras por la tuya y no te quedes fuera de esta increíble jornada.
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