Hablar de Madball es referirse a una de las bandas más icónicas del hardcore neoyorquino, una que ha sabido mantenerse fiel a sus raíces de manera casi intacta mientras trasciende generaciones. Desde su nacimiento como un proyecto paralelo de Agnostic Front a finales de los años 80, hasta consolidarse como una fuerza independiente dentro del género, Madball ha labrado un camino marcado por agresividad, honestidad y una inquebrantable conexión con sus seguidores.
Fundados en 1988, Madball surgió como un proyecto compartido, en sus primeras etapas, de algunos integrantes de Agnostic Front. La alineación original incluía al vocalista Roger Miret en el bajo, Vinnie Stigma en la guitarra y Will Shepler en la batería. Sin embargo, la principal atracción de esta nueva agrupación fue el debut de Freddy Cricien, el hermanastro menor de Miret, quien, con apenas 12 años, asumió el rol de vocalista. Los primeros shows de Madball se nutrían de canciones no utilizadas de Agnostic Front, lo que les dio un repertorio de base antes de desarrollar su propia identidad musical.
El primer lanzamiento de la banda, el EP Ball of Destruction (1989), sentó las bases de un sonido que pronto se distinguiría por su potencia y su enfoque en los breakdowns, un elemento que redefiniría el hardcore en los años 90. Y con la llegada del guitarrista Matt Henderson y la posterior inclusión de Jorge "Hoya Roc" Guerra en el bajo tras la salida de Miret, Madball comenzó a forjar una identidad independiente. Su contrato con Roadrunner Records marcó un punto de inflexión en su carrera, permitiéndoles lanzar los influyentes álbumes Set It Off (1994) y Demonstrating My Style (1996). Estos discos no solo expandieron su alcance, sino que también les aseguraron una base de seguidores más allá de Nueva York, gracias a extensas giras y su presencia en documentales como N.Y.H.C. (1995).
El enfoque musical de Madball, que combina la agresividad del hardcore con influencias de groove metal, hip-hop y funk, los posicionó como pioneros del género beatdown hardcore, añadiendo una profundidad lírica centrada en la vida callejera y las luchas cotidianas. Madball enfrentó retos importantes, incluida una breve separación en 2001. Sin embargo, la banda resurgió con una nueva alineación en 2002, manteniendo a Freddy Cricien y Hoya Roc como los pilares constantes. Desde entonces, han lanzado trabajos sólidos como Legacy (2005), Infiltrate the System (2007) y For the Cause (2018), álbumes que destacan por mantener la esencia clásica de la banda mientras exploran nuevas dimensiones sonoras.
El álbum For the Cause representa un hito en su discografía. Producido en la costa oeste y grabado con una consola vintage Neve de los años 60, este trabajo incluyó colaboraciones de renombre y marcó el regreso de Matt Henderson como guitarrista invitado. Según Freddy, este disco es el más diverso en la historia de la banda, combinando elementos tradicionales con una frescura que resonó tanto en sus seguidores de siempre como en una nueva generación.
Si algo define a Madball es su entrega en vivo. Ya sea en clubes pequeños o en grandes festivales, sus presentaciones son una experiencia visceral donde se crea una conexión única con el público. Esta comunión con sus fans es reflejo de su enfoque: el hardcore no es solo un género musical, sino una cultura, una forma de vida. "La escena hardcore de Nueva York sigue teniendo un lugar fuerte, pero a nivel global está aún mejor", ha comentado Freddy. A pesar de los cambios en la industria musical, Madball sigue ondeando la bandera del hardcore con orgullo, adaptándose a los tiempos sin perder su integridad.
Con ascendencia cubana y colombiana, Freddy Cricien ha mantenido un vínculo especial con la comunidad latina, algo que ha marcado fuertemente la trayectoria de Madball. Esto se refleja en canciones en español que forman parte de su repertorio, así como en su interés por lanzar un EP completamente en este idioma. Aunque han tardado en llegar a algunos países, Madball siempre ha buscado conectar con audiencias de todo el mundo, llevando el hardcore neoyorquino a rincones cada vez más lejanos.
Madball no solo ha consolidado su influencia en la definición del sonido del hardcore moderno, sino que también ha contribuido a su evolución. Con más de tres décadas de carrera, la banda sigue siendo un referente del género, destacándose por su autenticidad y resistencia en un panorama musical en constante cambio. Freddy resume su filosofía de vida y música: "El término 'hardcore' tiene el mismo significado desde que comenzamos. Cuando eso cambie, será momento de dejar Madball".
Madball es más que una banda; es un símbolo del hardcore como movimiento cultural. Su música, marcada por agresividad y pasión, ha influido en generaciones y continúa inspirando a nuevos artistas. En un mundo donde las tendencias van y vienen, Madball permanece inquebrantable, recordándonos que el verdadero hardcore no es una moda, sino un compromiso eterno con la verdad y la intensidad.
Te recordamos que Madball regresa a nuestro país el próximo 08 de diciembre al Teatro Cariola, presentando un show especial, ya que celebra un nuevo aniversario de su clásico debut "Set it Off". Las entradas se encuentran disponible a través de Ticketplus, para que corras por la tuya y no te quedes fuera de esta fiesta del New York Hardcore.
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