Desde su formación en 2006, Whitechapel ha sido uno de los nombres más influyentes y revolucionarios dentro del deathcore, un subgénero del metal extremo. Originarios de Knoxville, Tennessee, el impacto de esta banda va mucho más allá de sus raíces geográficas, estableciendo un legado que sigue resonando en la escena global del metal. Con una discografía de ocho álbumes de estudio y un enfoque innovador, Whitechapel ha desafiado las expectativas y redefinido los límites del deathcore, consolidándose como un pilar esencial del género. En miras de una nueva visita de la banda a nuestro país, en Resistance quisimos explorar las particularidades de cada uno de sus trabajos y mostrarte algunos de los motivos por los que no puedes perderte el evento deathcore del año.
El inicio de Whitechapel fue impulsado por Phil Bozeman (voz) y Ben Savage (guitarra), quienes rápidamente reclutaron a Alex Wade (guitarra), Gabe Crisp (bajo) y Derek Martin (batería). El nombre de la banda proviene del distrito londinense de Whitechapel, conocido por los crímenes de Jack el Destripador, reflejando la oscuridad inherente en su música. Su álbum debut, The Somatic Defilement (2007), presentó una narrativa sombría basada en un asesino ficticio y consolidó su enfoque brutalmente técnico. Este álbum marcó su entrada al deathcore, un género caracterizado por la mezcla de death metal con elementos del hardcore.
Con su segundo álbum, This Is Exile, lanzado en 2008 bajo el sello Metal Blade Records, Whitechapel comenzó a establecer su reputación internacional. Este trabajo debutó en el puesto 118 del Billboard 200, un logro significativo para una banda de deathcore. Canciones como "Possession" y "This Is Exile" mostraron un enfoque más maduro, mezclando riffs técnicos, breakdowns contundentes y atmósferas siniestras. Además, su participación en giras como The Summer Slaughter Tour y el Rockstar Mayhem Festival, junto a leyendas como Slayer y Cannibal Corpse, los catapultó a la cima del género.
En 2010, A New Era of Corruption marcó un punto de inflexión. Este álbum representó una evolución hacia un sonido más diverso, incorporando elementos progresivos y melódicos sin abandonar la intensidad característica. Debutó en el puesto 43 del Billboard 200 y destacó por canciones como "The Darkest Day of Man". Fue también un momento de transición interna, con la salida del baterista Kevin Lane y la incorporación de Ben Harclerode. La banda consolidó su presencia en festivales como Warped Tour y Download Festival.
El álbum homónimo de 2012 y Our Endless War (2014) marcaron la entrada de la banda a un territorio más experimental. Canciones como "Hate Creation" y "The Saw is the Law" exploraron dinámicas más complejas y temáticas introspectivas. Estos álbumes ampliaron su base de fans y demostraron que Whitechapel era más que una banda de deathcore convencional. Our Endless War debutó en el puesto 10 del Billboard 200, consolidando su estatus como líderes de la escena.
Mark of the Blade (2016) introdujo por primera vez voces limpias, un movimiento audaz que dividió a los fans pero también atrajo a una audiencia más amplia. Sin embargo, fue con The Valley (2019) donde Whitechapel alcanzó nuevas alturas artísticas. Este álbum, profundamente personal, exploró la infancia traumática de Phil Bozeman, mostrando una narrativa cargada de emoción y vulnerabilidad. Canciones como "Hickory Creek" y "When a Demon Defiles a Witch" fusionaron agresión y melancolía, destacando por su complejidad musical.
Con Kin (2021), Whitechapel continuó explorando territorios melódicos y progresivos, mostrando una versatilidad que pocos en el género han logrado. Este álbum solidificó su posición como innovadores del deathcore, desafiando las convenciones mientras mantenían su esencia pesada. En 2023, la banda anunció que estaban trabajando en su noveno álbum, prometiendo una evolución continua.
Whitechapel ha dejado una huella indeleble en el deathcore, no solo por su música, sino también por su capacidad de adaptarse y evolucionar. Han influido a innumerables bandas con su habilidad para fusionar brutalidad y melodía, al tiempo que abordan temas profundos y personales. Su enfoque técnico, combinado con una narrativa emocional, ha redefinido lo que significa ser una banda de deathcore en el siglo XXI. En un género conocido por su agresividad, Whitechapel ha demostrado que la profundidad emocional y la innovación pueden coexistir, asegurando su lugar como una de las bandas más importantes e influyentes en el mundo del metal extremo.
Te recordamos que Whitechapel se estará presentando junto a los igual de brutales Thy Art is Murder en una jornada única en Teatro Teletón el próximo 06 de diciembre. Las entradas se encuentran a la venta a través de sistema Eventrid, para que no te quedes fuera de esta jornada épica para los amantes del deathcore.
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