Tras la controversia por su giro melódico en 2021, Deafheaven regresa a sus raíces con su sexto álbum, retomando la esencia abrasiva que los definió. Sin embargo, más allá de este retorno, el disco también deja entrever nuevas posibilidades para la banda.
A primera escucha, Lonely People With Power podría percibirse como una rectificación o incluso un repliegue. Su predecesor, Infinite Granite, rompió con el sonido tradicional del grupo, ofreciendo una producción más pulida y accesible. Aunque fue un experimento ambicioso, el cambio no estuvo exento de consecuencias: salas menos concurridas y críticas más reservadas marcaron su recepción. George Clarke, cuya presencia en vivo siempre había sido arrolladora, se enfrentó al desafío de una entrega vocal más contenida, lo que evidenció los riesgos del cambio. Para una banda que había cultivado una imagen intachable desde su debut, el impacto fue notorio.
Con Lonely People With Power, Deafheaven recupera su característico torbellino sonoro: voces desgarradoras, percusión frenética y composiciones que se expanden hasta alcanzar su clímax en catarsis explosivas. A simple vista, el álbum recuerda a New Bermuda por su agresividad implacable, pero esta vez la banda incorpora lecciones aprendidas en su incursión melódica. En lugar de rechazar los matices de Infinite Granite, los integra con cierta naturalidad. Las estructuras son más directas—ocho de los doce temas no superan los seis minutos—pero la complejidad emocional y sonora sigue intacta. Si bien este trabajo no supone una reinvención radical, demuestra que la banda aún tiene nuevos territorios por explorar.
El álbum arranca con contundencia. Tras una introducción etérea, "Doberman" estalla con una energía vertiginosa, fusionando elementos distintivos de Deafheaven en una estructura compacta: bajos sinuosos, atmósferas densas y guitarras desbocadas. "Magnolia", uno de los sinlges del álbum, es una descarga feroz de guitarras en palm mute y una batería demoledora, pensada para los seguidores más puristas del metal extremo. "The Garden Route" retoma la fusión de lirismo y brutalidad que marcó Ordinary Corrupt Human Love, con la voz de Clarke emergiendo entre acordes cristalinos y reverberantes.
Después de satisfacer a sus seguidores más acérrimos, el álbum da paso a momentos de innovación, encontrando el balance entre estas dos facetas de la banda. "Heathen" mezcla la sensibilidad pop oscura de Infinite Granite con riffs pesados y grandilocuentes, logrando un equilibrio inédito en su discografía. En su tramo final, la canción adopta un ritmo hipnótico, con Clarke arrastrando cada sílaba mientras las guitarras de Kerry McCoy y Shiv Mehra construyen una densa pared de sonido. Como declaración de principios, "Heathen" marca una evolución respecto a cualquier trabajo previo de la banda.
La segunda mitad del álbum se vuelve aún más expansiva. El bajista Chris Johnson brilla especialmente en "Body Behavior", que presenta una línea de bajo infecciosa con ecos de Joy Division y un groove inesperado para la banda. Dos interludios hablados aportan texturas adicionales: "Incidental III", narrado por Paul Banks de Interpol, resulta introspectivo y melancólico, mientras que "Incidental II" podría ser el tema más pesado en la historia de Deafheaven. La canción arranca con una voz recitada por Jae Matthews de Boy Harsher antes de sumergirse en un torbellino de doom metal e industrial, con Clarke gritando a través de una distorsión sofocante. Tras dos álbumes donde lo melódico dominó, este retorno a la crudeza resulta revitalizante.
Las letras de Clarke continúan evolucionando, explorando temas contemporáneos con una sensibilidad única. El título del álbum encapsula la esencia de Deafheaven: transformar una idea política en una experiencia emocional, como han hecho desde Sunbather. "Magnolia" aborda el peso de la memoria familiar, "Revelator" reinterpreta la actualidad con un simbolismo bíblico, y "The Garden Route" se atreve con una inesperada canción de amor. Un tema recurrente es la construcción de la masculinidad, especialmente en "Body Behavior", donde la letra expone de manera cruda la influencia paterna en la percepción del deseo: "Se sienta y me muestra mujeres desnudas/Quiere saber mi tipo", planteando cuestionamientos sobre el poder y la identidad de género.
Deafheaven siempre ha sabido transformar emociones complejas en paisajes sonoros envolventes, y "Winona" lo demuestra al recuperar su capacidad de conmover dentro de su propio universo estético. El cierre, "The Marvelous Orange Tree", evoca tanto a "The Pecan Tree" de Sunbather como a la melancolía de Ordinary Corrupt Human Love, combinando voces etéreas con guitarras cargadas de reverb. Algunas bandas logran emocionar sin desviarse demasiado de su esencia—pensemos en Sigur Rós o Explosions in the Sky—y Deafheaven ha forjado un estilo tan característico que ha inspirado toda una oleada de imitadores. Lonely People With Power reafirma su identidad sin necesidad de grandes transformaciones, demostrando que, tras quince años de carrera, Deafheaven sigue siendo una banda incomparable en su universo sonoro.
Reseña por René Canales
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