El pasado 15 de marzo, el Teatro Cariola se convirtió en el epicentro del metal extremo con la esperada presentación de Dark Funeral en Santiago. Enmarcado en su gira "We Are the Apocalypse", el show marcó el penúltimo hito de una serie de presentaciones donde los suecos reafirmaron su estatus como una de las bandas más imponentes del black metal contemporáneo. Con un setlist demoledor y un despliegue escénico meticulosamente oscuro, la banda liderada por el carismático Heljarmadr entregó una lección magistral de brutalidad y misticismo sonoro, dejando claro por qué su legado sigue intacto tras casi tres décadas de carrera.
Antes de la irrupción de Dark Funeral, la jornada contó con dos teloneros de peso. La apertura estuvo a cargo de Necrodemon, banda chilena con décadas de trayectoria en la escena nacional. Con un sonido crudo y feroz, su presentación estuvo marcada por un recorrido equilibrado entre material clásico y composiciones más recientes. Desde el primer acorde, la banda dejó claro que su sonido demoledor estaba diseñado para encender la llama del público. Con una ejecución impecable, los riffs afilados y la potencia de su batería resonaron en cada rincón del recinto. La banda demostró un dominio absoluto del escenario, logrando capturar la atención de un público que se congregó temprano en el teatro para asegurar una vista privilegiada del espectáculo. Su vocalista, con una presencia imponente, no dejó de interactuar con los asistentes, incitándolos a sumarse a la vorágine sonora. Con temas como "Spiral of Madness" y "Que muera el perro Jesús", Necrodemon estableció un ambiente de intensidad que sirvió como el prólogo perfecto para lo que vendría.
El siguiente turno fue para A Canorous Quintet, legendaria agrupación sueca de death metal melódico que, para muchos, fue una de las presentaciones más esperadas de la noche. Con una puesta en escena pulcra y un sonido afilado como navaja, la banda deslumbró con una selección de himnos de su emblemático "Silence of the World Beyond". Desde la introducción con "The Last Journey", quedó claro que estábamos ante un espectáculo de altísima factura. La interpretación de "The Orchid’s Sleep" fue ejecutada con una precisión quirúrgica, y la potencia de su sonido envolvió cada rincón del Teatro Cariola.
El desempeño individual de los músicos fue un punto alto: la voz inagotable de Martan Hansen retumbó con una energía arrolladora, mientras que Fredrik Andersson se encargó de martillar los tambores con una velocidad endemoniada. Linus Nirbrant, con su ejecución implacable en la guitarra, llenó el teatro con melodías vibrantes y agresivas, recordando por qué el death metal melódico sueco es un pilar fundamental del género. A medida que avanzaba el show, la conexión con el público se intensificó, desembocando en un mosh pit que reflejaba el impacto de su debut en Sudamérica. Si bien su presentación era parte del espectáculo de soporte, la calidad del show de A Canorous Quintet fue tal que bien podría haber encabezado la noche sin problemas. Con luces tenues y un sonido pulido, la banda se tomó el escenario sin concesiones, entregando una actuación que dejó a los asistentes con la sensación de haber presenciado algo realmente único.
Con un Teatro Cariola lleno y ansioso, finalmente llegó el momento cumbre de la noche. Envuelto en una atmósfera de penumbra, humo y luces parpadeantes, Dark Funeral irrumpió en el escenario con la majestuosidad de un ritual blasfemo. Desde los primeros acordes de "Nosferatu", la banda desató una avalancha de sonido denso y opresivo, con Heljarmadr al frente, dominando el escenario con su presencia carismática y su voz cavernosa. La batería atronadora de Jalomaah marcó el pulso de la presentación con una velocidad implacable, mientras que las guitarras del mítico Lord Ahriman y Chaq Mol lanzaban riffs cortantes que sumergían a los asistentes en un frenesí hipnótico.
El repertorio se centró en los últimos 15 años de la banda, con cortes recientes como "Let the Devil In", que demostraron la evolución del sonido de Dark Funeral sin perder la esencia agresiva y oscura que los caracteriza. Sin embargo, los fanáticos de la vieja escuela también fueron complacidos con clásicos como "Open the Gates", canciones que evocaron la crudeza de sus primeros álbumes y generaron un estallido de energía en el público.
El show no solo destacó por su impecable ejecución musical, sino también por la cuidada estética escénica que caracteriza a la banda. El juego de luces, el humo intermitente y la indumentaria tétrica de los músicos crearon una atmósfera casi ritualística, transportando a los asistentes a un universo paralelo de sombras y caos. La intensidad jamás decayó, y Heljarmadr, consciente de la devoción del público chileno, no dudó en expresar su gratitud en reiteradas ocasiones. En cada pausa, el vocalista miraba a los asistentes con una mezcla de asombro y respeto, reconociendo el fervor con el que eran recibidos.
El clímax del espectáculo llegó con "Where Shadows Forever Reign", momento en que Heljarmadr, flameando una bandera negra al borde del escenario, selló una noche memorable. La entrega del público alcanzó su punto más alto, con cánticos y brazos en alto rindiendo tributo a la banda. Con Santiago rendido ante su supremacía, Dark Funeral partió hacia su siguiente destino en La Serena, dejando tras de sí la certeza de que su reinado en el black metal sigue más vivo que nunca. El Teatro Cariola fue testigo de un ritual oscuro y apoteósico, una noche que, sin duda, quedará grabada en la memoria de todos los asistentes. La llama del metal extremo sigue ardiendo, y Dark Funeral se encargó de avivarla con una demostración de poder absoluto.
Setlist de Dark Funeral
1. Nosferatu
2. Atrum Regina
3. To Carve Another Wound
4. The Arrival of Satans Empire
5. When I´m Gone
6. As one we Shall Conquer
7. Unchain My Soul
8. Open the Gates
9. Shadows over Transylvania
10. My Dark Desires
11. In the sign of Horns
12. Let the devil in
13. Where the Shadows Forever Reign
Reseña por René Canales
Fotos por Victor Soto
0 Comentarios