El nombre de Imperial Triumphant invoca una de las propuestas más singulares, sofisticadas e incómodas del metal extremo contemporáneo. Lejos de encasillarse en etiquetas como black o death metal, la banda neoyorquina ha construido un lenguaje propio donde convergen el avant-garde, el jazz, la brutalidad extrema y una estética retrofuturista que parece salida de un sueño febril entre Art Deco, misticismo y decadencia urbana.
Formados en 2005 por Zachary Ezrin en Nueva York, Imperial Triumphant comenzó como un proyecto subterráneo que exploraba sonidos abrasivos y caóticos. Su debut Abominamentvm (2012) fue el primer paso en una evolución que explotaría un par de años después. En 2015 lanzaron Abyssal Gods, un trabajo que llamó la atención por su ferocidad y ambición; el crítico Austin Weber lo describió como “un acto de blasfemia memorable, más creativo que la carrera entera de muchas bandas”.
Desde entonces, Imperial Triumphant dejó claro que su camino no sería el de repetir fórmulas, sino expandir los límites del metal. El EP Inceste (2016) confirmó esta ruptura con cualquier etiqueta tradicional, y ya para 2018 con Vile Luxury presentaron una visión más definida: un metal extremo impregnado por el espíritu de Nueva York, su arquitectura Art Deco, su historia jazzística y su energía caótica. Ezrin lo resumió así: “Nuestro trabajo más refinado y metropolitano”.
Tras el aclamado Vile Luxury, la banda inició su primera gira europea en 2019, consolidando un crecimiento que los llevó a fichar por Century Media Records, un salto que expandió su alcance global. Sin embargo, como a tantas bandas, la pandemia detuvo sus planes de giras.
En 2020 regresaron con Alphaville, un álbum monumental que contó con colaboraciones de figuras como Tomas Haake (Meshuggah), Trey Spruance (Mr. Bungle) y su habitual aliado Colin Marston, clave en el sonido del grupo. El disco fue ampliamente celebrado, siendo destacado por Metal Hammer como uno de los mejores del año.
Su siguiente obra, Spirit of Ecstasy (2022), profundizó aún más en la abstracción y el caos controlado. Mezclaron jazz, noise, blues y texturas densas que escapan a cualquier clasificación. Para Zachary Ezrin, el único género posible era “sonar a Imperial Triumphant”.
En paralelo, la banda comenzó a publicar una serie de covers sorprendentes en 2023: desde Radiohead hasta Dizzy Gillespie, Rush, Metallica y Wayne Shorter, demostrando su amplitud estética y su habilidad para deformar cualquier pieza en su propio lenguaje.
En 2024 publicaron Vile Luxury (Redux 1924), una versión remasterizada que reafirmó la importancia de ese disco en su trayectoria. Con la llegada de nuevos sencillos como “Eye of Mars” y “Hotel Sphinx”, anunciaron la salida de su sexto álbum, Goldstar (2025), del cual también se desprendieron los temas “Lexington Delirium” y “Pleasuredome”, este último con Dave Lombardo y Haake como invitados. Goldstar fue lanzado en marzo de 2025 con excelentes críticas.
Imperial Triumphant no solo suena distinto: también se ve distinto. Su imaginería mezcla máscaras doradas diseñadas por Shoegazerx, túnicas negras y elementos visuales inspirados en: el Art Deco neoyorquino, la iconografía pagana, figuras mitológicas como Apolo, Hécate y Baal, y una atmósfera retrofuturista cargada de opulencia decadente.
En este sentido, cada miembro porta una máscara única: Apollo (Ezrin) con un halo radiante; Hecate (Grohowski) con referencias a la Estatua de la Libertad; y Baal (Blanco) con rasgos taurinos y simbolismo funerario. Esta estética refuerza el carácter conceptual de su música: decadencia urbana, lujo corrupto, nihilismo moderno y caos arquitectónico.
Zachary Ezrin explica que la complejidad de la música de Imperial Triumphant exige un proceso de producción meticuloso y una colaboración profunda entre sus integrantes, en la que figuras como Colin Marston resultan esenciales para cohesionar un sonido tan denso y caótico. La banda evita encasillarse en etiquetas: “Sonamos a Imperial Triumphant, no a un género”, afirma Ezrin, aunque reconoce que no le molesta que otros intenten clasificarlos. Su salto al mainstream —impulsado por persistencia y una evolución artística constante— ha venido acompañado de una estética audiovisual singular, con videoclips concebidos como piezas cinematográficas inspiradas en directores como Stanley Kubrick, más que simples acompañamientos visuales de su música. Y pese a toda esta sofisticación técnica y conceptual, Ezrin sostiene una idea clara: “Para hacer buena música solo necesitas escuchar mucha música”.
Recuerda que Imperial Triumphant se presentará el próximo 15 de enero en Sala Metrónomo junto a Cynic en una jornada imperdible. Venta de entradas a través de sistema Passline.
