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La gira de Rhapsody of Fire conmemorando los 25 años del Dawn of Victory

Javier Pardo4 de diciembre de 2025

La banda italiana de power metal sinfónico, liderada por Alex Staropoli, regresará a Chile este miércoles 10 de diciembre para presentarse en Club Blondie, en el marco de una gira especial que celebra uno de los discos más importantes de su carrera.

El legado de Rhapsody ha logrado mantenerse con el paso del tiempo. Aquella agrupación nacida en los 90 en Italia se transformó en un punto de partida obligado para quienes dan sus primeros pasos dentro del power metal épico, elevando el sinfonismo a un nivel que pocos lograron replicar. 

Como muchos saben, la historia del grupo no ha estado exenta de quiebres y ramificaciones. Hasta 2006 la banda operó bajo el nombre clásico, con su alineación icónica: Alex Staropoli en teclados, Luca Turilli en guitarras y Fabio Lione en la voz. Sin embargo, problemas legales obligaron a modificar el nombre a Rhapsody of Fire, y los cambios no se detuvieron allí. En 2011, Staropoli y Turilli decidieron seguir caminos separados, dando lugar a nuevas visiones creativas dentro del mismo universo musical.

Rhapsody of Fire continuó bajo el liderazgo de Staropoli, mientras Turilli formó Luca Turilli’s Rhapsody, acompañado por músicos históricos de la banda, y posteriormente se sumó Fabio Lione para dar vida al proyecto Turilli/Lione Rhapsody. Así surgieron distintas vertientes de una misma leyenda, pero hoy el foco vuelve a la formación capitaneada por Staropoli, que dirán presente este próximo 10 de diciembre en nuestro país en Club Blondie, interpretando lo último de su disco, Challenge the Wind, y conmemorando los 25 años de su mítico tercer álbum de estudio, Dawn of Victory, el cuál repasaremos en esta nota.

Dawn of Victory: una obra que definió un género

Hablar de Dawn of Victory es recorrer uno de los capítulos más decisivos del power metal sinfónico. A comienzos de los 2000, Rhapsody —todavía sin el apellido of Fire— vivía un momento de expansión creativa: Alex Staropoli y Luca Turilli explicaban en entrevistas que su objetivo era “crear una música que funcionara como una película sin imágenes”, una experiencia épica que combinara metal, música clásica y narrativa fantástica en un mismo plano sonoro. Con ese mantra, Dawn of Victory emergió como el disco donde la banda dejó de ser una promesa para consolidarse en la élite del metal europeo.

El grupo ya venía de un éxito importante con Symphony of Enchanted Lands, pero el desafío era elevar aún más su propio estándar. Turilli solía decir que la idea era “llevar la fantasía al extremo”, no desde lo caricaturesco, sino desde la convicción de que la épica también podía ser un vehículo emocional. Por eso este álbum no solo cerró la primera gran trilogía del Guerrero del Hielo, sino que también marcó un refinamiento compositivo: cada arreglo orquestal estaba escrito como parte integral de la historia, no como un adorno.

El álbum abre con la overtura “Lux Triumphans”, una pieza orquestal desbordante de solemnidad, que da paso al estallido absoluto de “Dawn of Victory”, donde el Guerrero del Hielo lidera la batalla decisiva. El estribillo, coreado por millones desde entonces, condensa el espíritu del disco: una mezcla de majestuosidad, determinación y furia heroica.

En “Holy Thunderforce”, una de las piezas más veloces de su carrera, Fabio Lione entrega una de sus interpretaciones más emblemáticas. Él mismo decía que buscaba “cantar como si narrara una visión profética”, algo que se siente en la tensión dramática de cada frase.

Otros temas, como “Triumph for My Magic Steel”, funcionan como capítulos musicales donde cada cambio armónico representa un giro en la narración: alianzas, nuevas batallas, llamados divinos y la reafirmación del propósito del héroe. Mientras tanto, “The Village of Dwarves” baja el telón épico para ofrecer un momento casi folclórico, que recuerda que la saga no solo es guerra, sino un mundo vivo.

Musicalmente, Dawn of Victory representa el perfeccionamiento de todo lo que Rhapsody había intentado en sus discos anteriores. La dupla Sascha Paeth + Miro logró que la densidad orquestal conviviera con guitarras potentes sin perder claridad. Paeth decía que trabajar con la banda era “como mezclar una película de aventuras”, y esa idea se nota: todo está diseñado para que el oyente piense en imágenes.

Las guitarras neoclásicas de Turilli alcanzan aquí uno de sus puntos más altos: no solo rapidez, sino una intención narrativa concreta. Staropoli, por su parte, construye arreglos cargados de fanfarrias barrocas, coros solemnes y líneas de teclado que funcionan como leitmotivs. No hay elemento decorativo; todo empuja la historia hacia adelante.

Dawn of Victory cierra la primera trilogía de la Emerald Sword Saga, y lo hace con una convicción artística que pocos discos del género han igualado. Es la síntesis del ideal de Rhapsody: metal, soundtrack, ópera y mitología entrelazados en una narrativa que, 25 años después, sigue inspirando a bandas enteras.

Su influencia es profunda. Definió un estándar de producción, reafirmó la figura del cantante operático dentro del power y expandió los límites del metal conceptual. Hoy, con homenajes, ediciones especiales y giras dedicadas al aniversario, Dawn of Victory se mantiene como una piedra angular del género: un álbum que no envejece, porque su épica es, literalmente, atemporal.

Rhapsody of Fire volverá a traer a Chile parte de ese legado, celebrando los 25 años de Dawn of Victory junto con una selección de su catálogo más reciente, incluyendo canciones de Challenge The Wind. Una cita imperdible para los fanáticos del metal épico este miércoles 10 de diciembre en Club Blondie.

Entradas disponibles a través de Ticketmaster. Produce: Matahari Entertainment.

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